Un 6 de septiembre, quince años atrás aún demasiado incipiente, surgía una de las televisoras más jóvenes del país, y con ella una constelación de sueños que con el transcurso del tiempo encontraron su realidad.
Prefacio..
-Recuerdo en este minuto aquellas intensas jornadas de limpieza y organización que de lunes a sábado acometíamos para que todo estuviera listo al momento de la apertura… Éramos muy pocos, a decir verdad, pero el entusiasmo superaba cualquier agotamiento o idea negativa que pudiera surgir. Tanto fue así que, como entrenamiento, hacíamos pruebas de cámara para adaptarnos a ese equipo al que no pocos temen aún, grabábamos recitales perfectos en la voz de Tania para conocer mejor el Switcher , improvisábamos pasarelas sirviendo de modelos, éramos los anfitriones de una revista ideal donde también ocupábamos el roll de invitados extraordinarios en una situación completamente extraordinaria también. ¡Fuimos felices!- Aseguró a Tv-Ávila, Nairobi Terri, fundadora del canal, con esa mirada de quien percibe en la historia una parte insoslayable de su vida.
-La gran mayoría teníamos apenas 25 años, éramos solteros y sin otro compromiso que permanecer hasta más de 12 horas en este centro de promoción cultural mediante una parrilla de programación con elevado grado de nivel ético y estético. Hoy ya nos desempeñamos además como madres y padres, somos responsables de una familia y aún adoramos a La Televisión Avileña quien, a la vez, de similar manera se multiplicó con la red de corresponsalías municipales y el telecentro Morón TeVé para llegar a todo el espectro radioeléctrico de Ciego de Ávila.- Agregó.
Luces, Cámara, Acción!!
Pese a las múltiples precariedades que se suman a las rutinas productivas como la falta de recursos, la tecnología mayormente obsoleta en comparación con televisoras contemporáneas, la transmisión analógica, entre otras, la esencia de televisión avileña radica en el amor que cada día profesan sus profesionales, desde el director de programas hasta la pantrista, para lograr una puesta en pantalla que refleje el acontecer diario sobre discursos estéticos cada vez más parecidos al avileño común desde la perspectiva audiovisual.
¿Qué crees que inspira a los trabajadores del telecentro a seguir trabajando con el mismo amor a pesar de las disímiles complejidades y contrariedades a la que nos enfrentamos para garantizar cada día la salida al aire?
-Porque ya sabemos andar y el ¿cómo? se confirma día a día con la puesta en pantalla más allá de esas viejas cámaras, los frágiles cassettes, la falta de muchos recursos materiales e inclusive más allá de resistencias al entendimiento que tanto pone en riesgo el concepto de colectivo.. Esta es una profesión de amor al arte, al pueblo, a la creación artística, hay que sentirlo para entenderlo, y la continuidad está precisamente en las manos de nosotros, los que aun permanecemos al pie del cañón..
En este sentido.. ¿Cuál es para ti el mayor reto?
-El de conseguir mayor creatividad en la realización audiovisual, lograr que se reflejen todos los intereses de nuestros públicos con mensajes que tributen al perfeccionamiento de nuestra sociedad pero sobretodo, y estos es fundamental a lo interno, mantener el sentido de unidad, pues solo así, podremos continuar deshojando el almanaque y viendo crecer este centro que para muchos es también nuestra casa- Aseguró Terri, dejando entrever la conmoción de quien siente cada palabra, rasgándole la piel.
Perpetuar los sueños..
Atesorar el patrimonio cultural que nos identifica como avileños, la crónica social, las problemáticas y proezas del pueblo, demanda todos los días mayor profesionalidad, compromiso y amor por la creación fílmica, para que el producto final trascienda las márgenes de la pantalla chica y logre llegar hasta el corazón.
Experiencias y episodios del pasado quedaron atrás, catorce años después, mirar al pasado es fruto del progreso, es la ratificación de que no importa cuán altos sean los sueños, lo importante es no sucumbir en ese propósito, de hacerlos realidad.