Tema abordado en el encuentro ComunicarTV, que organiza cada martes la Dirección de Comunicación de la TV Cubana
A la necesidad de construir un plano de programas para y con los niños, así como de analizar las posibilidades que existen para hacerlo se refirió Regla Bonora, Jefa del Grupo de Infantiles de la Televisión Cubana, en el más reciente encuentro ComunicarTV.
En el espacio de reflexión y diálogo con los públicos, la especialista lamentó que los niños de primaria, a los que van dirigidos los espacios infantiles, salen de la escuela después de las cuatro y treinta, pero la programación comienza a las cuatro, horario en el cual hacen las tareas, o van a repasos. Por tal motivo, cuando pueden sentarse a ver algún programa ya estos han terminado, según explicó.
Bonora aclaró que este tipo de programación no solo aparece entre las propuestas de Cubavisión, sino que hay otros canales que trasmiten espacios para los niños y adolescentes en los mismos horarios que el Canal de la Familia Cubana.
A su juicio, la programación infantil, en estos momentos, no constituye una prioridad dentro de la televisión nacional. Por otra parte, notó la ausencia de especialistas de Opinión Pública en el encuentro para conocer los estados de opinión sobre los espacios infantiles.
Anunció el plan de comprar a Brasil un programa llamado Carrusel, así como la urgencia de trazar estrategias en la programación, “no se debe ser facilista pues hay políticas que tienen que estar bien diseñadas. Los programas infantiles tienen un presupuesto muy bajo”, acotó.
En su intervención Raidel Santana, coordinador de ComunicarTV, ofreció disculpas al público asistente porque falló la llegada de niños de diferentes escuelas que no pudieron ser invitados y que en realidad son los que pudieran dar opiniones muy valiosas sobre la programación infantil.
Santana también manifestó su preocupación acerca de la presencia creciente de programas foráneos y la desaparición de infantiles que reflejen lo cubano, por tanto la población infantil está creciendo con otros valores.
Roberto Félix Carbonell, instructor de arte que trabaja en las escuelas de Centro Habana, aseguró que ha comprobado en el trabajo que realiza con niños y adolescentes que estos consumen en su mayoría programas extranjeros. Él es profesor de Artes Plásticas y en los trabajos de dibujo de sus alumnos es recurrente la figura de Dora la exploradora y otros personajes foráneos, casi nunca aparecen Elpidio Valdés o Marcolina.
Para la directora de TV Magda González Grau “hay que repensar en la programación para niños y adolescentes, porque lo que están viendo en su mayoría los marca y muchos dicen que quieren ver otras cosas. No podemos dejarnos deslumbrar por esos programas. Cree que no se ha pensado mucho lo que se tiene que dar en la programación infantil. Este tiene que ser un clamor de todos los especialistas para vigorizar este espacio”, argumentó.
En el encuentro coincidieron en que la formación de nuestros niños también depende de las enseñanzas del hogar, pues los infantes ven en la televisión determinado producto muchas veces sin supervisión de los adultos y luego piden que les compren discos con esos programas.
La competencia es muy grande y se están perdiendo valores. Los programas cubanos que se transmiten son remakes y se repiten continuamente.
Charlie Medina, conocido director de televisión, planteó que, por ejemplo, en Venezuela se ven muchos programas extranjeros con la temática infantil, pero esas televisoras están comprometidas con los que realizan esos programas; en Cuba esto no sucede, estamos convirtiendo a los niños en consumidores, el consumismo se ha apoderado de la población y los niños no están ajenos de este fenómeno. Han aparecido los famosos tablets, que como un producto de consumo es enajenante.
Consideró Medina que con buena imaginación y recursos se puede retomar, como llaman ahora, una nueva temporada de La sombrilla amarilla, porque sabemos que el niño de hoy no se va a identificar con lo antiguo. La televisión no puede ser una mochila. Dijo que no todo el que trabaja en la televisión es idóneo, pero existen realizadores y escritores magníficos y con muchos deseos de trabajar.
Ignacio Hernández, director de Vivir del Cuento, planteó que debe existir un una estrategia para ganar el público, ya sea infantil o adulto. Si los niños se sienten atraídos por Dora la exploradora o Bob esponja, no es culpa de ellos, sencillamente es lo que les ofrece la televisión; las instituciones que trabajan para ellos tienen que preocuparse por lo que ven, recalcó.
Por su parte, Mariela López, directora de La Sombrilla Amarilla, instó a emplear adecuadamente el dinero en la programación infantil.
Caridad Rojas, directora de Comunicación de la TV Cubana, expuso la necesidad de realizar un estudio a fin de rescatar los espacios infantiles en la TV Cubana. Expuso que las tarifas del pago de Derecho de Autor son muy altas.
Según abundó, “hay que definir una política de producción para la programación infantil. El Instituto Cubano de Radio y Televisión está asumiendo cambios como todo el país. Hay que buscar nuevas estrategias y cada cuál debe asumir su responsabilidad.
“Para la programación infantil, como para cualquier otra, hay que buscar fórmulas, sin penas y sin presiones”, precisó.
Para terminar el primer encuentro ComunicarTV de 2017, celebrado el 31 de enero pasado, Regla Bonora afirmó que en los especialistas de la programación infantil no existe sensación de derrotismo. Aunque saben que no hay los recursos suficientes, van seguir realizando su trabajo con amor. Aseguró que el Grupo de Infantiles de la TV Cubana está comprometido con la infancia. Puso como ejemplo un programa realizado en Mayabeque para los pequeños, con pocos recursos, pero mucho amor. Concluyó diciendo que el espíritu de trabajo seguirá siendo fructífero.