Tal parece que la canción quedó para dar pie a las partidas injustas. Esas que duelen y dejan marcas en el corazón. Así sucedió cuando en la madrugada de ayer dejó de existir el Ingeniero Germán Santiesteban, hombre que vi batallar durante 42 años por la asistencia técnica del ICRT. Se había graduado en 1976 de Ingeniero en Telecomunicaciones en la Universidad de Oriente y fue directo para Tele Cristal en Holguín a ofrecer sus servicios. Desde los primeros momentos demostró su talla y lo vimos entre los pocos Ingenieros en Sistemas de Televisión que atesoraba la institución.
Desde aquella televisión en blanco y negro que nos legaron al triunfo de la revolución, con sus faltas de piezas y el bloqueo no fueron obstáculos para su desarrollo, fueron verdaderas herramientas de crecimiento en todo momento. ¡Cúantas innovaciones salieron de sus manos! ¡A cuántos jóvenes formó en su vida!
Había llegado a ser profesor de Alta Tecnología en la Filial del ISA en Holguín y sus conocimientos cruzaron las fronteras dejando por todos lados su sabiduria y su humildad. Muchas veces Vanguardia Nacional, de aquellos hombres que no conocen el imposible y que riegan de luz todo lo que le rodea.
Había transitado por diferentes generaciones de tecnologías y se aprestaba a completar la televisión digital. Eso debía suceder en meses y no quería jubilarse hasta ver colmado sus sueños.
Así es la vida...pero nadie que lo conoció olvidará cuanto le debemos al ingeniero Germán, el trabajador, el comunista que se tomó en serio su condición y del cual los vecinos se quejaron en la despedida de duelo porque no se habló de su obra en el barrio donde fue ejemplo. Así son estos hombres y por eso no podía terminar el día sin dedicarle algunas palabras a este compañero que ahora no está. Te vamos a extrañar, Germán.