Protagonistas

El primerísimo actor cubano Aramís Delgado comenta sobre su participación en la telenovela Playa Leonora y en la cinta Conducta

Admirado, querido, odiado, sin dudas reconocido. A Aramís Delgado lo define en buena medida su desempeño actoral en la televisión cubana. En este medio ha transitado por diferentes géneros como aventuras, seriales policíacos, telenovelas.

Precisamente, en el último mencionado, el actor ha trascendido por el diapasón de emociones que distinguieron a sus memorables interpretaciones en Magdalena (telenovela de 90 capítulos que dirigió Silvano Suárez en 1990); El año que viene  (obra llevada a la pequeña pantalla en 1993 por el eminente dramaturgo fallecido Héctor Quintero); Entre mamparas (exhibida en 1996, del director Jorge Alonso Padilla), Si me pudieras querer (estrenada en 1998, constó de 87 capítulos y fue dirigida por Rafael (Cheíto) González), Las huérfanas de la Obra Pía (novela que salió al aire en el 2000 y donde asume el rol protagónico bajo las órdenes del mismo realizador), Oh, La Habana (debut de Charlie Medina en 2006 como director de telenovelas).

En estos días volvemos a encontrarlo en el espacio de la telenovela, formando parte del elenco de Playa Leonora, que transmite Cubavisión lunes, miércoles y viernes. Sobre su experiencia en la grabación y el impacto de la obra televisiva en el público, el actor ofreció declaraciones recientemente en el programa Mediodía en TV.

En torno al personaje de Pascual, comentó que este le daba la posibilidad de hacer una caracterización muy especial, además de estar en contacto con el mar. “Nunca había interpretado a un pescador. Es un personaje muy lindo, posee muchos traumas, pero se torna realmente sorpresivo”, apuntó.

Luego, refirió una anécdota del momento cuando Pascual se suicida lanzándose al mar. Para Delgado, realizar esta escena “fue difícil pero divertido, porque después de un tiempo, que uno tiene más años, sentí miedo de tirarme al mar”, confesó el artista, que también mencionó vivir en la zona de Santa Fe, en el municipio habanero Playa, cercano a la costa norte del occidente cubano.

“Al ver a las muchachas en el agua, pensé que no podía dar la nota, entonces me tiré. Allí estaba Ketty de la Iglesia, quien después me comentó que mientras estuve en el agua pasaron dos tiburones”, agregó entre risas.

Respecto a la complejidad de este rol en televisión y de otros anteriores, valoró: “Aunque yo soy muy sencillo, los directores prefieren darme personajes complejos. Me gustan estos papeles porque puedo buscar nuevas aristas a los personajes, trabajarlos artísticamente”.

Más adelante, el multilaureado actor de teatro, cine y televisión, expresó cuánto agradecía el intercambio con el grupo de jóvenes de la telenovela, al respecto dedicó una mención especial a Ketty de la Iglesia. “También disfruté compartir con el director Armando Toledo, ya hemos trabajado bastante juntos. Lo admiro mucho”.

Asimismo, anunció que próximamente grabará un Tras la huella bajo la dirección de Toledo y dijo que en este momento se encuentra “enfrascado en estudiar a un ciego. Ese es el trabajo del artista, tratar de llevar siempre a través de un personaje algo”, subrayó.

Sobre su participación en Conducta, filme dirigido por Ernesto Daranas, cuyo estreno en los cines del país ha suscitado constantes elogios de la crítica y el público, Delgado expresó: “para mí es un honor estar en esta película, que Daranas me haya invitado a hacer un pequeño pero lindo personaje en ella. Admiro este filme y a su director. La cinta es muy buena”.

Valga tal aseveración en la voz de un hombre que ha participado en más de una veintena de largometrajes, algunos verdaderamente significativos dentro de la filmografía cubana como La muerte de un burócrata (1966, director Tomás Gutiérrez Alea);  Lucía (1968, director Humberto Solás); La vida es silbar  (1998, director Fernando Pérez); Chamaco ( 2010, director Juan Carlos Cremata Malberti) y otros.