La televisión cubana tiene la fortuna de contar en su programación habitual con verdaderos hitos audiovisuales que han superado el paso del tiempo y la aceptación popular. Quizás el peso de la tradición haya contribuido a que muchos de estos programas se mantengan en parrilla, pero la contundencia de sus discursos y el poder de adaptabilidad a los nuevos tiempos, también ha hecho la diferencia.
Con más de 37 años de existencia, De la Gran Escena es uno de esos programas imprescindibles en nuestra televisión y en la cultura cubana. El espacio dirigido por José Ramón Artigas supo desde sus inicios combinar de manera brillante “lo mejor que el hombre crea” desde cualquier parte del mundo. Arte lírico, música popular y folclórica, danza contemporánea, ballet y circo, junto a importantes obras plásticas, han desfilado por el programa, reafirmando su intención sumatoria y formativa.
El guion de Tomás Alfonso nos transporta cada semana a temas del arte y la cultura que van definiendo las manifestaciones y artistas que participan en cada emisión. La manera llana en la que es esbozado el guion, permite que toda la familia disfrute por igual de los datos, las valoraciones y las propuestas visuales que se entretejen con los acertados temas musicales.
Mauricio Lomonte y Maylin Abad, conductores del programa De la Gran Escena (Foto: Cubavisión)
Hay cierto aire de renovación en la factura del programa, que, aunque sigue siendo sencilla, muestra un claro interés de conectar con públicos menos tradicionales dentro de estos casi 38 años de historia. Esa propia tendencia a beber de contenidos artísticos generados por las redes sociales es un gran indicio de los nuevos senderos que la contemporaneidad le ha impuesto seguir.
Sus conductores actuales combinan acertadamente elegancia con juventud y carisma. Mauricio Lomonte logra despojarse de su circunspección habitual para mostrarse más empático, preciso y con una gran dosis de credibilidad al decir sus parlamentos. Lo mismo sucede con Maylin Abad que brinda belleza, espontaneidad y notables momentos de histrionismo, comprendiendo que su labor dentro del programa, es más la de una maestra de ceremonias que un simple trabajo de locución.
De la Gran Escena es un programa en constante apropiación sociocultural; es el registro visual de cuan entrelazado está este mundo en el que vivimos gracias al arte. No existe un cubano que alguna que otra vez no disfrutara, aunque fuese de manera casual, de sus diversas propuestas. “Lo mejor que el hombre crea” nos seguirá acompañado durante muchos más años, gracias a este programa diseñado para compartir en familia.
De la Gran Escena, un espacio con más de 37 años en pantalla (Diseño: Cubavisión)
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