Breve comentario sobre esta propuesta televisiva que regresó a la parrilla de Cubavisión
En tiempos en que nuestro país continúa dando pasos certeros en el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, con todas las implicaciones sociohistóricas que ello representa, la televisión cubana cuenta con el espacio Cuando una mujer, existente mucho antes de lo concerniente con este mecanismo indispensable para promover la igualdad de géneros.
Y dicho así, podría parecer un simple comentario, pero no; sin deseos de vanaglorias, lo cierto es que contar con un espacio así es, ante todo, un compromiso y una alta responsabilidad, pues amén del gusto o no por su realización, el espacio Cuando una mujer ha logrado sentar precedentes en el tratamiento de una serie de problemáticas que no solo atañen a las féminas, también se expanden a la familia toda, aun cuando sea la mujer su centro de análisis.
La comunicación de Tamara Castellanos ha sido vital para adentrarse en el cúmulo de historias a contar. Su perfecta dicción y mesurado tono para abordar un complejo universo a mostrar, propician que, el saberla allí, ya haga creíble la historia que será contada unos instantes después; y aunque muchas de ellas desde el punto de vista actoral no siempre resultan igual de convincentes, los comentarios iniciales y de despedida de su conductora colocan, con certeza, el “dedo en la llaga”.
Violencia, acoso sexual, tratamiento hacia la tercera edad, embarazo en la adolescencia, familias disfuncionales… han acaparado la atención de este programa donde considero que aún falta agudeza en la mirada hacia la mujer rural, la homofobia, la unión entre parejas de diferencia etaria y racial. Son estos puntos que yacen en la sociedad y, cuando son reflejados, quedan muchas veces bajo el prisma de la caricatura. En ese sentido, podría ser Cuando una mujer un espacio perfecto para mostrarlos desde una perspectiva más humana y universal.
Bajo el asesoramiento de instituciones como la FMC y el CENESEX, entre otras, Cuando una mujer es un programa necesario que cada cierto tiempo necesitaría reinventarse en cuanto a postulaciones formales, porque como concepto es muy bueno que haga mirar a la mujer desde ella misma y desde su entorno. Esa mujer que como mismo dice la canción “tiene alma de flor”, pero al mismo tiempo lucha y necesita visibilizar su empoderamiento en todos los niveles de la sociedad.
Liderado por Marilú Macías, sus guionistas Odalis González, Sutrayel Falcón, Helena López y Katia Bulié, entre otros profesionales que conforman su equipo de realización, este programa de legitimación necesita ir al ritmo de las complejidades de la sociedad cubana. Como tal necesitará ir creciendo en la medida en que las féminas cubanas sigan ganando en eslabones de superación, en tanto disminuyen los de la no inclusión. Pensemos que el desafío está y la posibilidad de lograrlo también. Los aplausos, entonces, para que siempre Cuando una mujer encuentre eco en televisión.