El último capítulo de la serie Rompiendo el silencio fue presentado en premiere en el cine Charles Chaplin, de La Habana. Linda Soriano en tu a tu con Luis Alberto García desgranó una historia de sumisión, violencia y metamorfosis de víctima a victimaria, que arrancó dos aplausos y exclamaciones del público: primero cuando el personaje reaccionó a la vejación y segunda cuando deviene victimaria. Esto último es comprensible, pero… es tema para un debate, a eso provoca la propuesta de Legna Pérez Cruzata y Rolando Chiong.
Antes, el director sacó del cine a niños y niñas, participantes en la serie, porque esta propuesta televisiva es para mayores de 16 años. Bien, porque ya está previsto un horario de transmisión cerca de las 10 de la noche, a partir de marzo, aunque siempre recalco que los menores vean o no la televisión, es una responsabilidad de la familia, que en ella misma –y no pocas ocasiones- se exhiben cualquier cantidad de películas y series, llenas de “sexo, violencia y lenguaje de adultos”.
Si la primera temporada reflejó la violencia hacia las mujeres y niñas, esta va más allá cuando abarca género. Son once historias monotemáticas de 45 minutos cada uno, con un guion de Rolando y Lucia Chiong, Legna Pérez, Mariela Lopez y Yasmin De Armas y un equipo de realización integrado por Tony Sanchez (fotografía), Amaury Ramírez Malberti (música original); Maikel Pardini en esta ocasión en la realización de la banda sonora; Marisel Pestana (Asesora Dramaturga), Mareelen Diaz (asesora especializada) y Rubén Gómez (musicalizador).
El elenco en conjunto es de lujo: Jorge Perrugorría, Luis Alberto García, Jaqueline Arenal, Tahimi Albariño, Bárbaro Marín, Irela Bravo, Cristina Obin, Cruz Pérez, Rubén Breña, Daisy Quinta, Rolando Chiong, Linda Soriano, Carlos Solar , Roly Chiong, Sandra Castillo, Yuny Bolaños, Armando Miguel, Ingrid Lobaina, Jennifer Gonzalez, Yerlin Pérez, Yohandis Aballe, Andros Perrugorria , Belisa Cruz, Ana Gloria Budúen, Neisy Alpizar, Julio Cesar Ramirez , Yazmin Gómez, Armando Valdéz, Jomy Marull, Edith Massola, entre otros actores y actrices.
Es gratificante el retorno a la televisión de artistas como Luis Alberto, actor que ha hecho mucho cine pero desde hace un tiempo considerable no realizaba tv. El mítico joven de Clandestinos, filme de fernando Perez o de la serie Algo más que soñar, de Eduardo Moya, me dijo que también tiene un personaje en De amores y esperanzas. El actor afirmó que estará en la pequeña pantalla “Si los guiones son buenos y el objetivo es noble o vital para una Cuba mejor, no tengo reparos.”
Mariela Lopez es la guionista del capítulo de la premiere, y me confesó que la historia es pura ficción, no como otras que tienen de punto de partida algún hecho real. Claro, si una persona está al tanto de lo que puede suceder en una pareja debido a celos y disfunción personal de uno de sus integrantes, sabe que una historia como esta puede suceder.
Expertos y especialistas del centro Oscar Arnulfo Romero organizaron talleres, asesoraron temas y maneras de llevar los asuntos a la pantalla, y coprodujeron la serie junto a RTV comercial, empresa de la televisión cubana.
Nada, a esperar a marzo… que el silencio se puede romper, en un producto audiovisual polémico, moderno, sólido, conmovedor y necesario para la tv y especialmente para los televidentes.