El estreno del documental Voces del Feeling, dirigido por Rosalía Arnáez con codirección de Marilú Macías, se suma a los festejos por los 75 años de la Televisión Cubana.
La cita tuvo lugar en el club El Gato Tuerto, un espacio que arriba a 65 años de su apertura, en la calle O entre 17 y 19, de El Vedado, en el corazón de la bohemia habanera.
Asistieron a la premier del audiovisual Belkys Pérez Cruz y Jorge Legañoa Alonso, vicepresidentes del Instituto de Información y Comunicación Social; Ivonne Díaz Chales, directora del Centro de Capacitación de la Radio y la Televisión así como representantes de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Uneac.
La obra, de media hora de duración, brinda un homenaje a dos figuras emblemáticas de la música cubana: Ela Calvo y Ángel Díaz. Además recorre la primera etapa del movimiento estilístico conocido como “feeling”, a través de materiales de archivo y entrevistas en locaciones como El Gato Tuerto, el Hotel Nacional de Cuba y los estudios Areíto de la Egrem.
Contiene entrevistas a familiares de Ela Calvo, como sus hijos Norma Vázquez Calvo y Enrique Vázquez Calvo, y a sus nietos Yasell Sotomayor y Raysel Sotomayor.
Entre los entrevistados sobresalen Jorge Rodríguez, productor legendario de la Egrem, casa editora más antigua de Cuba; el músico Roberto González, la cantante Emilia Morales y el Premio Nacional de Televisión Miguel Patterson.
El texto fílmico, con voz en off de Rosalía Arnáez, y con el actor Luis Alberto Ramírez en la asistencia de dirección, se configura como una ofrenda a la memoria musical cubana, un legado audiovisual para futuras generaciones pues rescata la riqueza de nuestra trova y el bolero, ingredientes esenciales del sentir nacional.
Según Rosalía, la realización de este documental representó una deuda afectiva con Ela Calvo y Ángel Díaz: el cierre de un ciclo que ha requerido compromiso, dedicación y, sobre todo, amor por la música y su historia.
En este sentido, el ambiente de El Gato Tuerto, resultó escenario ideal para el nacimiento y la celebración de una obra que busca preservar sonidos y voces que forman parte fundamental del alma cubana.
Es imprescindible reconocer el acierto de Rosalía y Marilú al tratar varias líneas argumentales entrelazadas, que reflejan la pasión y el sentimiento detrás de la práctica del feeling.
Sin embargo, al explorar esas múltiples perspectivas, algunas ideas quedan apenas sugeridas y podrían beneficiarse de un tratamiento más profundo en futuras producciones para ofrecer una visión aún más robusta y compleja de las temáticas abordadas.
Esto abre una oportunidad para que el discurso se enriquezca, profundizando el relato en algunos de sus ejes temáticos, especialmente cuando aspiramos a que la memoria musical se preserve con rigor y calidez.
En un contexto donde la crítica cultural constructiva no siempre encuentra espacio, resulta fundamental acompañar obras como esta con comentarios que contribuyan a su fortalecimiento, siempre desde el respeto y el reconocimiento.
Voces del Feeling abre una puerta para mostrar lo mucho que el género ha aportado, y también para que la reflexión futura permita ahondar en las dinámicas sociales, artísticas y personales que lo han hecho posible.
Agradecer a Rosalía, Marilú y a todo el colectivo que hizo posible este documental, así como a las personas que con sus testimonios enriquecen la memoria cultural, es esencial para fomentar la continuidad del patrimonio artístico nacional.
Sin duda, este esfuerzo es un paso más hacia la preservación y difusión de una tradición que nos define y conmueve.