Entre tu y yo
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- Escrito por: José Luis Estrada Betancourt/Juventud Rebelde
- Categoría: Entre tu y yo
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«Actuar es de mis pasiones más grandes, pero es una pasión más bien «tardía», que he encontrado con el paso de la vida. Yo descubrí que adoraba la actuación en la medida en que la fui viviendo», confiesa la directora y conductora de 23 y M en exclusiva con JR
Nació en Los Sitios, uno de los barrios delimitados entre las calles Zanja, Monte y Belascoaín, y que pertenecen al municipio de Centro Habana, en esa zona de la ciudad cinco veces centenaria que quedó fuera de la muralla que la protegía entre el siglo XVII y el XIX, y que gozaba con «amplificar» los toques de la patrimonial comparsa Las Bolleras que conseguían desatinar los pies de la pequeña Edith Massola, aunque la principal inspiración para que la popular conductora de 23 y M eligiera estudiar danza, la encontró en sus padres, verdaderas «estrellas» del casino.
De ellos heredó el ritmo, un buen oído, la soltura de las caderas..., aunque en el fondo le hubiera encantado dedicarse a la música. «Es una de mis frustraciones», le confiesa a Juventud Rebelde, que enseguida quiere saber por qué no persiguió ese sueño. «Por cuestiones que a veces una ni se explica», responde, y comienza a contar:
«Mis adorados padres estaban tan involucrados en el proceso inicial de la Revolución que el trabajo no les permitía dedicarnos todo el tiempo que nosotros demandábamos. No los estoy juzgando, fue el momento que les tocó vivir. Creo que ninguna de esas dos preciosas cabezas se preguntó si mis dos hermanos y yo teníamos alguna inquietud artística... Tampoco en nuestra familia había antecedentes. Los más cercanos se hallaban en mi propio papá, diseñador gráfico, y en mi tío, que bailaba en Guaracheros de Regla. De ellos tres me llegó, como si fuera una transfusión directa en vena, ese lenguaje corporal que, motivado por la música, se traduce en movimiento.
«Entonces para mí bailar lo era todo. Significaba mantenerme atada inconscientemente a ese mundo que me llamaba la atención de manera poderosa, aunque no alcanzaba a verlo como parte de mi futuro... Mira, ahora que me has puesto a recordar, de pronto me percato de que estoy siendo injusta: mi mamá me llevó a L y 19, para que hiciera las pruebas de ballet, y quedé eliminada por el pie plano... Hoy tengo empeine (sonríe). ¿Sabes a cuántos ejercicios me sometí? ¡Tremenda constancia!
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- Escrito por: ARIEL PAZOS ORTIZ / CUBASÍ
- Categoría: Entre tu y yo
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Eduardo Vázquez Pérez durante la investigación para la primera temporada de LCB. La otra guerra en un lugar donde se habían capturado tres jefes de bandas. “Nos llevó el general (r) Andrés Leyva, el mismo que había logrado la ubicación de los bandidos”. Foto:Cortesía del entrevistado
“La venganza de nosotros es ser diferentes a ellos”. “No se puede ser revolucionario a la mitad”.
Frases como estas han sido extraídas espontáneamente por los seguidores de la recién finalizada LCB. La otra guerra, teleserie que generó una creciente expectativa en la audiencia.
Este material -exponente de conflictos sociales e individuales en el contexto de la lucha del poder revolucionario cubano contra el bandidismo en los años 60 del siglo pasado- conquistó la atención de un público heterogéneo, no restringido a un segmento específico.
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