La Radio cubana surgió en 1922, pero es en esta década, cuando refulge con un esplendor que rebasó las fronteras nacionales. Ello se debió en gran medida a que desde sus inicios, nuestra radiofonía acogió en su seno a los mejores exponentes del teatro cubano, factor que se fundió a la apretada urdimbre de algunas manifestaciones y prácticas culturales en otros espacios sociales.
Entre ellas no referiremos en este artículo, en inevitable vuelo de pájaro, a los procesos de enseñanza artística, a la creación de los primeros cuadros de comedias con elenco cubano en algunas de las más importantes emisoras radiales y a los primeros concursos radiales utilizados para captar talentos, fundamentalmente en la Música y la actuación para la programación radiofónica.
Todos estos elementos devinieron sustento vital en el desarrollo de la programación dramática radial y décadas más tarde en la televisiva, pero a ello llegaremos más adelante.
La enseñanza teatral en la década del 30 del Siglo XX cubano, permeó numerosos espacios que iban desde la Sociedad Pro-Arte Musical, donde Hortensia Gelabert se constituyó en pilar fundamental de la docencia en Dramaturgia, Declamación y Actuación (que años después alternaría con otros profesores en la Escuela Municipal de Arte Dramático de Rastro y Belascoain, financiada por el Gobierno) hasta clases similares impartidas por Pedro Baquet en el Centro Gallego, a las entonces jovencitas como Fela Jar y Xiomara Fernández; pero también a la labor de los hermanos Centeno en el Teatro ADAD, junto a muchos de los emigrados españoles que después formarían el llamado Teatro Libre de La Habana, y a la de las asociaciones de inmigrantes como la gallega, Sociedad de Curros Enríquez, (esta ultima, donde se inició Ramón Veloz), la italiana y también en otras sociedades y centros culturales de estas y otras minorías de inmigrantes.
Fueron precisamente la enseñanza artística, la fundación de los elencos dramáticos en los llamados cuadros de comedias de la Radio y los concursos radiales en busca de talentos, procesos tutelados por muchas de estas figuras insoslayables en nuestra cultura, entre ellas Enriqueta Sierra, Marcelo Agudo, Luis de Aragón, Luis y Marta Martínez Casado y Hortensia Gelabert, desde la década del 30 de nuestro Siglo XX.
Cuando comenzó la Radio en Cuba, la firma RCA patrocinó, por la calidad y la popularidad de las Zarzuelas y Operetas, las temporadas que brindaba el Teatro Martí, de ahí que la Música devino uno de los pilares fundamentales de la programación hasta que apareció otro insoslayable aliado de la Radio: el Drama en espacios de Comedias, Teatros y Dramatizados diversos adaptados al soporte electrónico radial. En esta etapa, se destacó la labor de Zulema Casals y de su esposo, con sus adaptaciones de la dramaturgia universal a la Radio, que difundían sin patrocinadores en espacios que alquilaban en pequeñas emisoras.
Enriqueta Sierra, por su parte, es una de las figuras mas completas de las Artes Escénicas cubanas, por esta vez solo apuntamos algunos elementos, entre ellos, que a fines de 1929, había dirigido la primera adaptación radial de una obra teatral por la emisora PWX de la Cuban Telephone Co., y que en 1930, cuando comenzó a dar clases de Declamación en el Conservatorio González –Molina, tuvo gran éxito con sus alumnos en diferentes representaciones en instituciones como el Teatro Principal de la Comedia, el Martí, el Campoamor, el Tosca y otros escenarios de la época.
El Radio-Teatro tuvo en Cuba, sin lugar a dudas, también tres propulsores importantes en Luis de Aragón, Rufino Pazos y Antonio Joffre desde el inicio de esta década, tres programas de estos pioneros acaparaban vastas audiencias.
* La Hora Multiple (Luis Aragon, con Enriqueta Sierra como primerísima
dama).
* Radioteatro Ideas Pazos (Rufino Pazos)
* Propaganda Joffre (Antonio Joffre)
Estos primeros radioteatros radiales tenían por costumbre, la presentación de obras teatrales al estilo ortodoxo, con delimitación de actos con hipotético izar de cortinas y menciones comerciales en los entreactos y ocasionalmente números musicales interpretados por los artistas de mayor renombre en el momento; Caridad Suárez, Hortensia Coalla, Zoila Gálvez, el tenor Cuevas, Constantino Lope, el tenor Vila, Margot Rodríguez, Esther Borja y Rita Montaner.
Pese a ello, no podemos olvidar que al surgir los primeros intentos radiales, la emisora CMCQ, de la Loma del Mazo, había invitado a Enriqueta a presentarse por primera vez ante un micrófono y que con su triunfo, surgieron después diversos espacios donde interpretó sus monólogos y libretos, escritos por ella bajo un seudónimo y así devino también la primera mujer que escribió e interpretó sus propios libretos en la Radio cubana.
El 2 de marzo de 1931, la CMX (Casa Lavín) inició el espacio denominado La Hora Múltiple, creado por Luis Aragón, con decisiva significación pues fue el espectáculo radiofónico de la Radio cubana, donde Enriqueta devino figura central y la directora artística de un cuadro de comedias integrado por artistas aficionados al teatro.
El 30 de Octubre de 1931, La Hora Múltiple, estrenó, por vez primera en Cuba, una comedia completa en tres actos de forma continuada. Fue la obra Mamá, de Gregorio Martínez Sierra, interpretada y dirigida por Enriqueta Sierra. A mediados de 1937, el espectáculo se retiró sorpresivamente del aire y todo su personal quedó cesante. Luego reapareció en CMQ Radio.
Fue en 1933, cuando el actor Guillermo de Mancha solicito a su amigo y no menos importante actor Marcelo Agudo, que hiciera un bolo (argot teatral) en Radio Lavín, interpretando un papel en Malvaloca de los Hermanos Quintero.
A raíz de ello, Agudo concibió la organización de una Compañia radiofónica que cada noche a las 9 p.m., descorriera las cortinas teatrales en nuestra Radio, sin embargo no logró el apoyo de los anunciantes y patrocinadores. Acudió a la emisora CMC de la Cuban Telephone CO., una de las pioneras, quien después de un corto período de transmisiones, consideró excesivo el gasto, pese a que su primer actor cobraba solo 8 pesos semanales y lo suspendió.
Agudo encontró en Félix 0’Shea, propietario de CMYC Radiodifusión O’SHEA, quien aceptara el reto. Fue tal el éxito que los patrocinadores mantuvieron el espectáculo por cinco años con una alta audiencia y devino uno de los favoritos del horario nocturno. Para 1937, el cuadro dramático de la emisora dirigido por Marcelo Agudo integraba entre otros a, Enrique Santiesteban. Años más tarde se sumarian otros como Pilar Bermúdez, Sol Pinelli, y Pedro Segarra, Marina Rodríguez, Eduardo Egea e Idalberto Delgado.
Hasta aquí, solo algunos de los ejemplos de los primeros espacios radiales dedicados al Teatro en nuestro país, tema que precisaría de mayor profundización, y que aquí solo abordamos en esta panorámica general sobre las Artes Escénicas en esta década en diversos ámbitos de nuestra sociedad.
La familia Martínez Casado es también uno de los pilares esenciales de la escena cubana. Resulta imposible escribir la historia del Teatro, la Radio, el Cine e incluso la Televisión cubanas, sin referirnos a ellos, que por demás, trascendieron incluso, mas allá de nuestras fronteras.
Hoy nos referiremos a la primera etapa de Luis Manuel; Diplomático de carrera y contador, carreras que nunca ejerció. Vinculado en sus inicios al Cuento, la Poesía y a las Conferencias publicadas en Cuba y en España. Ingresó a la Radio camagüeyana dando charlas en 1930, en la CMJA y a mediados de esa década, en la CMS (La Casa Radio Electric) ya es director, escritor y actor, que había creado entre otras obras, sus Operetas Sintéticas y fundado sus primeros Cuadros de Comedias. Mas tarde, dirige, administra y confecciona toda la programación, especialmente El Teatro del Aire, escrito y dirigido por el.
En 1936, Luis Manuel, llegó a La Habana. El publicista Luis Aragón, le llevó a la CMBC El Progreso Cubano, emisora fundada el l5 de Diciembre de 1929 por Domingo Fernández, asumiendo la denominación del establecimiento de efectos electrodomésticos de su propietario, con una programación fundamentalmente musical. Desde la década del 40 cambió su nombre a la de la actual Radio Progreso y en los 50 devino Cadena Nacional.
Desde entonces Luis Manuel dirigió el cuadro de comedias de Un Programa Múltiple y su hermana Marta, asumió el rol de primera actriz acompañada por Ernesto Galindo. De este año 1936, fue el espacio Teatro Radial, con ellos en los protagónicos. Para 1938, su cuadro de comedias lo integraban también Socorro González, Pilar Mata, Caridad Bravo Adams, Mario Martínez Casado, Ernesto Galindo y Carlos Badías.
En esta época esta emisora lanzó el primer concurso radial para la captación de talento cubano en la actuación, que cumplió dos objetivos esenciales: fortalecer la presencia criolla en la radiofonía y contribuir al surgimiento y desarrollo de los espacios dramáticos o hablados. Los aficionados interpretaban los libretos al aire y los finalistas tenían como premio, por lo menos en teoría, su conversión en profesionales de la actuación radial.
Con los años, Luis Manuel seria escritor de Aventuras y Radionovelas, adaptador, actor, productor, director artístico del gran cuadro dramático de la jabonera SABATES (subsidiaria de PROCTER & GAMBLE) y de LA NOVELA DEL AIRE, donde su hermana Marta también brilló como primera figura, luego de haber triunfado en un programa de comedias radiales desde 1938 y constituirse por ella misma en uno de los valores fundamentales de nuestra Radio. Mucho habría que contar de la labor de estos dos artistas y del resto de la familia en la actuación cubana en todos los Medios y soportes, pero eso será tema de otro momento.
En Diciembre de 1937, CMQ Radio, emisora fundada en 1933, por Miguel Gabriel y Ángel Cambó, inauguró el concurso de aficionados de mayor trascendencia en la radiofonía cubana: La Corte Suprema del Arte, conducida y dirigida por el famoso locutor José Antonio Alonso, iniciando así una profunda revolución en la captación y formación de aficionados para el elenco radial, tanto en la Música, como en la Declamación y la Actuación. Los concursantes participaron en diversas competencias y la Gran Final del concurso se celebraba en el Teatro Nacional, hoy García Lorca: Los premiados, denominados estrellas nacientes, recorrían teatros de diversas provincias en espectáculos diversos.
La Corte Suprema del Arte, sobrepasó su condición de programa radial y devino un vasto y profundo movimiento de aficionados al Arte que sustentó y potenció el desarrollo de la Radio cubana en múltiples géneros de programación y disciplinas artísticas. Ello se debió en gran medida al talento, habilidad y olfato de José Antonio Alonso, un promotor cultural nato, capaz de avizorar el arte y el talento cuando aun este precisaba pulirse. Cuando se escriba la historia de la promoción cultural, de la programación orientada a captar para el ámbito profesional a los hasta entonces aficionados, habrá que hablar de este hombre, que por demás, fue entre otras cosas, uno de los locutores mas famosos y queridos en nuestros medios.
Cuando surgió la Corte Suprema del Arte, Enriqueta Sierra impartió Declamación, Actuación y consejos de orientación profesional a las estrellas nacientes, entre ellas, por solo mencionar a tres ejemplos, aquellas que décadas mas tarde, brillarían con luz propia en el arte cubano: Rosa Fornés, Raquel Revuelta y Gina Cabrera.
En 1939, Luis Aragón, alquiló un espacio para su agencia publicitaria Propaganda Múltiple y organizó un concurso similar al realizado anteriormente en la emisora El Progreso Cubano, donde los premiados integraron el elenco de uno de los primeros espacios de radionovelas cubanas, pero esa ya es otra historia, pues la hermosa página de los primeros radioteatros radiales cubanos aun no ha concluido.