El desarrollo de la televisión revolucionaria fuera de la capital de Cuba tiene sus pasos muy al oriente de la Isla. Primero Tele Rebelde en Santiago de Cuba (22 de Julio de 1968) que viene a enriquecerse con la creación de un Estudio para tributar a este Canal.
Después de algunos años de acción constructiva y formadora, el 5 de Diciembre de 1976 nace la TV en Holguín con una importante vocación creadora y muy bien fundamentada preparación técnica y artística.
Desde su inauguración ha sido un centro que se ha destacado por su empuje creador y probado talento en sus realizadores. Su incursión en los espacios nacionales mostró sus credenciales. Primero compartió programas con Santiago de Cuba y luego se integró a Tele Rebelde con alcance nacional en la Revista de la Mañana, el Noticiero, espacios culturales como Arte y Folklore, Rumores de la
Campiña, Intercambio Jóven, Video Lux y el fogueo constante en actividades deportivas, culturales y políticas con sus medios de Control Remoto. Este y otros aspectos le fueron dando un sitio relevante dentro del conjunto de los telecentros de Cuba.
Hay un aspecto que no puede pasar por alto. La Televisión en Holguín nació como una Escuela de Capacitación en 1970, primero. Luego se convirtió en formador de los nuevos realizadores de los centros de televisión que se continuaron creando a lo largo del país. Ser sede de la Filial del Centro de Estudios de la Radio y la Televisión y posteriormente convertida en Filial del Instituto Superior de Arte matiza de manera clara su constante evolución.
Programas de alcance nacional como El Patio de Gabriela y Caricare en Clave de 2 perfilaron la profesionalidad de sus realizadores, no sin olvidar que Video Lux dirigido por el maestro Francisco Rosabal había marcado el germen del video clip en el país. Convertido en Tele Cristal en 1982 con cobertura provincial acabó puliendo un colectivo que día a día lucha por mejorarse a si mismo.
Las diferentes etapas estructurales a las que se ha visto sometido como lógico proceso de desarrollo de la TV en Cuba lastran en ocasiones sus potencialidades y serán los nuevos realizadores que se forman los que tendrán el reto de enrumbar definitivamente su camino y aprovechar la inmensa experiencia acumulada para que no se pierda esa gran cosecha de éxitos alcanzados.