Un programa con sinceridad y sin secretos

Entre tú y yo constituye un espacio televisivo que ahonda en el quehacer de artistas y realizadores audiovisuales

Cuando se entra al estudio de grabación para presenciar la realización de uno de los programas del habitual espacio televisivo Entre tú y yo, todo parece fluir  cómodamente, sin grandes adversidades o temor a contratiempos.

La simbiosis entre el equipo de trabajo, la fe de los camarógrafos, la confianza en el guión previamente preparado y la serenidad de su conductora, lucen entrar en plena armonía con las luces del recinto, sin dudar de lo atinado de la propuesta semanal.

Entre tú y yo no es un programa más de la televisión cubana, como aseguran muchos del grupo de trabajo, sino que constituye el espacio por excelencia para reconocer la labor de artistas y realizadores de los medios audiovisuales en Cuba.

Supone el escenario preciso para desnudar el alma de aquellos que buscan el aplauso del público o el triunfo arrollador y complaciente en cada una de sus galas anuales de premiación.

Por él han pasado numerosos nombres que honran la radio y la televisión de la Mayor de las Antillas. Con la benévola complicidad del espectador, se ha convertido en un momento íntimo entre invitado y conductora para argumentar razones, puntear sugerencias, crear imágenes, recrear aspiraciones, descubrir razones.

Con casi 16 años en la plantilla sabatina de Cubavisión, ha sabido ganarse un puesto en la preferencia del pueblo. Muchos se han acercado a sus ídolos televisivos a través de esta propuesta. Algunos han comprendido los porqués de determinados sucesos. Y otros cuestionan realidades que debatir como el tiempo de duración del espacio o la forma en que se conciben las secciones.

Las sugerencias de los televidentes son siempre bienvenidas, pues ayudan a incrementar la calidad y permiten avanzar hacia moldes más ajustados a gustos y tendencias de quienes siguen el programa con una mirada inquisidora.

En declaraciones a esta publicación, Sonia Castro, directora de Entre tú y yo, manifestó que el espacio está concebido de manera intimista para lograr un acercamiento feliz al televidente.

“Nuestro eslogan es Con sinceridad y sin secretos, y esa es la relación que queremos entre el emisor y el receptor. La confianza entre el espectador y el programa, y entre el invitado y la presentadora, es lo que hemos buscado desde el inicio”, subrayó.

Para la directora, la entrega podría ser mucho mejor si se mejorara el diseño escenográfico, pero las limitaciones existentes impiden esa posibilidad por ahora.

“Tenemos trazada una nueva escenografía, pero enfrentamos problemas con el presupuesto. Sin embargo, tratamos de hacer lo mejor que podemos con la ayuda de amigos”, precisó.

Según dijo, el tiempo de salida al aire podría atentar contra la calidad de la propuesta, pues “la revista debería tener como mínimo una hora para abarcar más secciones.

“Sin embargo, tenemos poco más de 40 minutos y no nos da tiempo para abordar todo lo que queremos. Solamente podemos hacer tres secciones. Nos vemos en la necesidad de recortar los minutos dedicados al invitado, lo cual es una pena, porque en ocasiones se trata de personas que llevan mucho tiempo en la televisión y tienen mucho que decir”, precisó.

Sobre la conducción señaló que se deben buscar mecanismos para obtener mejores resultados, aunque reconoció el trabajo de los locutores.

“Irela Bravo es muy carismática y logra muy bien la presentación del espacio. Rodolfo Faxas y Alejandro Rodríguez (Churrisquito) también se esfuerzan por conseguir buenos resultados. Pero evidentemente necesitamos cambiar algunos aspectos.

“Tenemos que perfilar el lenguaje que se emplea o lograr una mejor proxemia, pues a veces ellos se familiarizan demasiado con el invitado. Esos son errores que no se pueden cometer”, manifestó Castro.

Para Irela Bravo la propuesta de conducir el espacio le produjo cierto temor al principio. Consideró en ese entonces que se trataba de un programa con mucha carga de responsabilidad. Sin embargo, asumió el reto y se siente satisfecha por los resultados y la aceptación popular.

“La televisión en Cuba tiene una importancia muy grande y el público es muy exigente. No es una tarea tan fácil la que hago. No obstante, me gusta ser la interlocutora para que artistas y realizadores hablen de sus vidas privadas o de sus desempeños profesionales.

“Me siento muy bien porque a lo largo de todos estos años he aprendido mucho: no soy la misma que cuando comencé y ahora conozco mucho más el medio televisivo. Ojalá que el programa siga al aire y pueda mejorarse”, subrayó la conductora.

La comunicación que se logra con el público constituye para el locutor Luis Hidalgo uno de los puntos fuertes de Entre tú y yo. Destaca que es un programa necesario que brinda una mirada desde el interior de la propia televisión.

“Dedica segmentos a homenajear a grandes figuras de la pantalla. Entra a los estudios de grabación, descubre los modos de producción, los puntos de vista de los realizadores. Creo que ha logrado calar en la gente de manera positiva.

“Irela es una gran comunicadora. Posee buen carácter y sabe interpretar correctamente frente a la cámara. Domina la locución como arte, aparte de conocer excelentemente su trabajo como actriz.

“Conozco a Sonia Castro desde hace años y me parece que hace un trabajo estupendo. Creo que el equipo del espacio está muy bien dirigido. El programa ha conseguido entregar los premios más importantes para cualquier artista: los del público. Cada año se hace esa celebración, aplaudida por todos, porque para cualquier figura es muy importante saber que el pueblo reconoce su trabajo”, indicó Hidalgo.

Según Katia María Buliés, asesora del espacio, el colectivo se esfuerza grandemente para que el programa tenga una coherencia real y un buen contenido.

“Cuidamos que todo fluya según lo previsto en el guión y así el público pueda acceder a la intimidad de los invitados, con sinceridad y sin secretos”.