“Imagínese a un hombre sentado en el sofá favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el espectador lo sabe. Eso es el suspenso”. Esta definición del cineasta Alfred Hitchcock, sobre la estrategia para generar y mantener el interés, forma parte de las claves que cautivan a buena parte de los públicos, en la telenovela argentina Valientes (218 capítulos), con guion de Lily Ann Martín y Marcos Carnevale, dirección de Martín Saban y Sebastián Pivotto, y producción general de Adrián Suar.
Un plan de tres hermanos, para vengar el asesinato del padre, con el aderezo de historias de amor, bastan para montar la dinámica de una tragicomedia –este género no realista se caracteriza por la aventura, propio de los policíacos, de los thrillers-, con la tragedia y el melodrama en acciones subordinadas, lo cual permite que la puesta enganche por el bien pensado manejo de incertidumbre, anticipación o curiosidad en relación con el desenlace de la narración dramática.
A la dosificación en el juego con los enigmas del relato, que se aplica en esta telenovela clásica, se añaden otros ingredientes de Hitchcock: misterio: cuando el espectador no conoce el secreto, pero sabe que existe; y sorpresa: el televidente no sabe que hay un secreto hasta que súbitamente se revela.
De igual modo, las estrategias de suspenso se dominan desde la dosificación de diferentes formas de frenar o adelantar soluciones del enigma original. Mediante bloqueos, engaños, equívocos, presentaciones diferidas de respuestas, la trama mantiene una dinámica, la cual involucra a los públicos pendientes de la interrogante: ¿qué sucederá hoy?
En Valientes no hay nada nuevo, se aplican soluciones que exploraron de manera eficaz los escritores Edgar Allan Poe y Jorge Luis Borges, Conan Doyle y Chesterton, por citar algunos nombres emblemáticos del policíaco.
La potenciación de la trama a través de la tragedia, y del melodrama, en acciones subordinadas –mal llamadas subtramas-, permite desplegar lo que el semiólogo francés Roland Barthes llama un “rito iniciático erizado de dificultades”. De ningún modo es inocente la recurrencia hacia el melodrama, que como género no realista permite que cambien características de los personajes-tipos de manera veleidosa, de ahí que Alma (Julieta Díaz), a partir del capítulo 128, se manifiesta fuerte en su debilidad.
¿Demasiado romanticismo en Valientes? El justo, el necesario para ponerse a pensar en una actitud romántica e íntima. La intención del romántico es escapar de la realidad hacia un mundo idealizado, semejante a sus emociones y deseos, que nacen de la imaginación. Por eso Argentina Próspera Varela (Betiana Blum), exquisita, oscila entre polos opuestos de alegría y melancolía, entusiasmo y tristeza, es un personaje-tipo, no hay que pedirle matices, encarna una actitud.
La “maldición” del azar, propia del melodrama, recorre la trama sin verismo pretencioso, mantiene un tono exagerado, patético, pasional, como corresponde a este género, que utiliza lo posible, y en el cual el autor no tiene que justificar los sucesos.
¿Historia trivial, contenidos fáciles de digerir? Sí, pero no obvian la ética, filosofías esenciales: en la unidad está la fuerza de los tres hermanos, protege el amor a toda costa, defiende la justicia, critica la corrupción, la doble moral, el bien triunfa sobre el mal.
La elección del elenco, sus interpretaciones orgánicas, sugerentes, constituye otro acierto: Betiana Blum (Argentina), Alejandro Muller (José Huevo), Mariano Martínez (Segundo), Eleonora Wexler (Juana), demuestran con sus caracterizaciones externas, de manera respectiva: perfección, conciencia, verdad, villanía.
Los griegos no tenían términos que correspondieran a las palabras crear y creador, les bastaba con el vocablo hacer, que en dramaturgia significa ser humano haciendo, lo cual se vincula con la acción, que no puede faltar en ninguna obra audiovisual, de lo contrario el resultado es aburrido, nada más lejos del entretenimiento, que edifica, propicia la reflexión, como bien exigen y merecen los públicos inteligentes.