La pronta resolución de los conflictos en la actual telenovela cubana, Renacer, nos alerta que pronto ha de comenzar una nueva historia para mantener atrapado al televidente cubano frente al televisor mediante las noches de lunes, miércoles y viernes. En esta ocasión, tres mujeres de mediana edad son las protagonistas absolutas de una obra donde la defensa de la amistad y la unión familiar redondean el objetivo global del relato audiovisual.
Sábados de gloria, así se llama esta novela de 60 capítulos, escrita por el guionista Jorge Luis Sánchez y protagonizado por Thaimí Alvariño, Yudexi de La Torre y Yessi Guridi. Pero tal vez el crédito que más emocione e intrigue al espectador, sea el de dirección, pues una vieja conocida del género telenovela en su rol de actriz, es quien ha asumido el enorme reto de llevar a feliz término una telenovela luminosa, optimista y pletórica de talento.
Tamara Castellanos, esa querida e impecable intérprete que nos ha regalado cientos de personajes por más de dos décadas, es la directora de este nuevo melodrama. Junto a ella, en la codirección , figura otro imprescindible de las telenovelas cubanas : Ernesto Fiallo, encargado de una de las dos unidades de rodaje. Con Castellanos pudimos conocer algunos detalles, así como los resortes profesionales y emocionales que la empujaron a liderar el proyecto.
–¿En qué circunstancias llega a usted la oportunidad de dirigir Sábados de gloria?
«Estaba en el proceso de una telenovela como actriz, de hecho, construyendo y disfrutando mi personaje. Siempre tendré que agradecerle a la directora por pensar en mí. Entonces es cuando La Casa Productora me convoca para dirigir un proyecto. Ahí comenzó mi conflicto porque recién terminaba dos proyectos como directora y aclaraba que no quería dejar de actuar, que por favor, los directores valoraran que seguía en mí la necesidad de seguir actuando.
«Fue difícil, pero la dirección estaba calando en mí y decidí por ella. La directora del otro proyecto me entendió, para mi suerte, porque me moría de vergüenza. Así comencé Sábados de Gloria, pero siempre con la nostalgia del personaje que dejaba atrás».
–¿Cuándo tuvo los primeros guiones en sus manos qué potencialidades les encontró para llevarlos a término?
«Solo habían 20 capítulos escritos. Los estudié dos noches seguidas. Confieso que estaba como cuando recién descubro un libro o una película de mí agrado. No me podía desprender del material. Me interesó mucho el tema, porque para mí como actriz era importante representar conflictos de la mediana edad que nunca han estado tan explícitos en nuestras producciones. Era un tema pendiente para mí mucho antes de llegar a esta etapa; se lo había propuesto a Freddy Domínguez, mi eterno amigo, y estaba en ese proyecto cuando nos abandonó.
«Pero llegó Sábados de Gloria, precisamente cuando estaba en la edad exacta para asumir el proyecto como actriz. Lamentablemente no podía asumir los dos roles (actriz y directora) al mismo tiempo. Hay un persone que lo leía y sufría por no poder interpretarlo, pero estoy feliz con que Yessie Guridi lo asumiera y defendiera con tanta verdad y precisión. Estoy muy complacida por su interpretación pues era el personaje que más adoraba. Quiero además agradecer a Thaimí Alvariño, en quien primero pensé para protagonizar la serie, quien sin dudarlo me dió el sí y se entregó totalmente a su rol.
«Al final se concedió un sueño que representaba esta etapa dela mediana edad, donde hemos afrontado cambios drásticos, los cuales hay que asumir con valentía para sustentar dos generaciones: la herencia de nuestros padres y una que surge, que es la de nuestros hijos. De ahí que tenía que asumir sí o sí el proyecto, porque es mi realidad».
–¿Qué caminos argumentales sigue Sábados de gloria?
«Sábados de Gloria en su línea argumental plantea la historia de tres amigas que desde la infancia juran amistad eterna y así se cumple y se explicita. Cada sábado se reúnen, conversan y relatan sus experiencias y conflictos. En uno de esos sábados hay un punto de giro que comienza a desvirtuar estos encuentros. Hay muchas subtramas interesantes a raíz de las protagonistas que serán polémicas, pero fueron defendidas, siempre desde la verdad.
«El tema central es la amistad, el rescate de los valores, respeto, sinceridad, fidelidad y la búsqueda constante de la felicidad sin perder la esencia de estos valores. Fue un reto tanto para el guionista y el equipo comenzar, porque contábamos con solo 20 capítulos. Avanzábamos y el escritor iba terminando. Felizmente el guionista terminó y en tiempo logramos ensayar todas las subtramas».
–Sábados de Gloria es una historia con protagonistas mujeres. ¿Cuánto de esa sensibilidad femenina rescató en la puesta?
«Rescaté el estar viviendo la etapa de las protagonistas, la mediana edad, tan importante en el recorrido vivencial de cualquier mujer. En esta etapa estamos asumiendo el cuidado de nuestros padres, una generación que nos ha legado valores y está partiendo físicamente.
«Por otra parte está aquella generación que estamos formando bajo esos preceptos aprendidos, y que se nos está yendo de otra manera: emigrando. Debemos entonces inculcarle los valores con los que crecimos, sin que pierdan la esencia de sus años y de su tiempo. Tarea difícil pero se logra».
–¿Su experiencia como actriz supuso una ventaja a la hora de dirigir actores?
«Sí, indiscutiblemente. Ser actriz me ayuda, pero es difícil tener que contenerme para no imponer como veo el personaje. Ahí me mensuré mucho. Por eso hicimos un trabajo de mesa profundo, donde dejamos claro los objetivos y proyección del personaje. En ese trabajo mi mirada como actriz se conciliaba. Ya como directora era llegar a dejar claro los personajes y velar en la puesta que no se desvirtuaran de lo que habíamos pautado en la pre».
–¿Sus trabajos previos como la codirección de Asuntos pendientes le allanaron el camino al dirigir esta novela?
«Sí, indiscutiblemente Asuntos pendientes fue una escuela. Incluyo la parte de producción, los tiempos; me refiero a cumplir un plan, pero siempre con la mira en no perder la calidad y los sueño de una puesta en pantalla digna».
–¿Es Sábados de gloria un exponente clásico del género o se permite ciertas rupturas?
«Sí, tiene mucho del género y se defendió a capa y espada».
–¿Qué desafíos productivos representó este seriado?
«Muchos fueron los desafíos. Trabajar en exteriores es siempre un reto, por sonido, por la infraestructura que atenta contra un plan que cumplir para entregar a tiempo. Es estresante. En un escenario económico fluctuante, es muy difícil en sentido general llevar una producción. Por suerte con técnico entregado y apasionado que hizo más fácil el proceso, y al cual le estoy eternamente agradecida».
–¿En el futuro primará la actriz o la directora?
«Ambas disciplinas me apasionan. Quisiera que los directores no dejaran de pensar en mi como actriz, sería frustrante. Sé delimitar y respetar muy bien ambos roles».
–¿Planes futuros en ambas especialidades?
«Como actriz no tengo propuestas aun. Como directora hay planes en el tintero, pero no quisieran empañaran la posibilidad de seguir actuando. Sigo en la conducción de Cuando una mujer, que me ha acompañado ya durante 24 años de mi vida artística».
–¿Una palabra que defina su experiencia en esta producción?
«Reto».
Y este nuevo reto de Tamara Castellanos pronto recogerá los frutos, cuando el público cubano, en muy breve tiempo, comience a vibrar y emocionarse con la historia de estas tres amigas de la infancia y sus Sábados de gloria.