En pantalla

 Entrevista a Tania Castro, directora del programa Pantalla documental, espacio que lleva 17 años en la parrilla del Canal Educativo 

La realización de un programa de televisión requiere de la sintonía de un equipo. Cada uno de los integrantes cumple un rol fundamental y su contribución aporta al resultado final.

De igual manera, el televidente habitual de un espacio reconoce la calidad de la propuesta a partir de su contenido, temática, la factura... y otros aspectos que se deslizan entre lo puramente objetivo y factores subjetivos relacionados con la predisposición o interés personal/ profesional sobre los temas que aborda.

Desde hace 17 años, el Canal Educativo transmite el programa Pantalla documental, fundado por Octavio Cortázar (1935-2008) y que hoy dirige Tania Castro Rodríguez, con quien dialogamos sobre el espacio y sus dinámicas de realización en la actualidad.

¿Desde cuándo se inició en el programa?

-Yo comencé a dirigirlo en enero del año 2018, pues la anterior directora, Yosiri López-Silvero decidió confiármelo —lo cual le agradezco mucho— ya que ella por razones personales no podía continuar dirigiéndolo.

¿Cuál es la dinámica actual para la realización del mismo?

-La dinámica productiva es muy sencilla. Una vez al mes, luego de que la guionista Denisse Hernández hace llegar los guiones al asesor Omar Fontes y este los revisa y aprueba, se graba un paquete de cuatro programas en un estudio del Canal Educativo. Luego solo queda ir editando semana tras semana y entregando el producto terminado para su transmisión.

¿Cómo se ha modificado su realización a partir de la llegada de la Covid-19?

-A partir de la Covid-19 el programa no cambió mucho en su dinámica productiva. El único cambio visible, pero que no afecta el programa (en mi criterio), es que tuvimos que prescindir de la voz femenina que caracterizaba la sección noticiosa Por el ojo de una aguja, pues en medio de la pandemia, con las limitaciones de movilidad que se impusieron, era algo complicado llegar al canal. Entonces decidimos usar para los off la voz del mismo locutor en cámara (Alain Amador).

“Ya ha pasado algún tiempo desde el comienzo de la enfermedad y los procesos más o menos han ido retomando sus rutinas, pero pienso continuar con este cambio, pues en lo particular me gusta más que haya una continuidad en el discurso y que el locutor que conduce el programa sea el mismo que proponga las novedades en Por el ojo de una aguja.

“El otro cambio importante fue que tuve que renunciar al editor de muchos años en el programa, por las mismas razones antes mencionadas, se hacía realmente difícil hacerle llegar los materiales, pues vivimos en lados opuestos de la capital, por lo que comencé a editar yo misma. Desde siempre yo apoyaba la edición con algunos detalles, pero a raíz de la pandemia la asumí completamente. Pero en todo caso, este es un detalle interno del colectivo que de ninguna manera afecta el producto televisivo, el cual en pantalla y a los ojos del espectador continúa siendo el mismo”.

¿Cuáles son los temas que habitualmente se abordan y qué obras se presentan en el programa?

-Los temas son variados, cualquier tema puede ser tratado en el programa, el único requisito, como decía anteriormente, es que sea una propuesta de alta calidad estética, que sea un producto que además promueva la reflexión y el debate.

¿Cuál cree usted es la relevancia del espacio en la programación televisiva?

-Pienso que la relevancia del espacio es que es el único de la televisión cubana dedicado a transmitir propuestas de corte documental. Existen otros programas donde se proyectan este tipo de audiovisuales, pero en los cuales se exhiben además otros materiales no documentales. Nuestro espacio es exclusivamente para exhibir propuestas documentales, pero además, que dichas propuestas sean novedosas, con una determinada factura en su elaboración que garantice su calidad estética.

¿Resulta un verdadero reto sostener un programa por más de 15 años, según su criterio, cuál es el sello del espacio?

-Sí, resulta un reto, por supuesto, pues la búsqueda de materiales no es sencilla. En esta tarea apoya muchísimo el asesor Omar Fontes, y también apoya bastante la guionista Denisse Hernández.

“En ocasiones se acercan a nosotros realizadores ofreciendo sus materiales, sobre todo cubanos, y también otros que no son de producción nacional, pero no es sencilla la selección, pues influyen muchos factores, como la factura del material, el tiempo de duración, la temática (recordemos que es televisión y no todos los temas son transmisibles en este medio), el balance en los temas, fechas específicas de transmisión, en fin…

“Quisiéramos ampliar nuestras propuestas a otras cinematografías, de otros contenientes, pero desgraciadamente no tenemos acceso a esos materiales. También es de nuestro interés proyectar más audiovisuales cubanos de reciente realización, pero se hace algo difícil, pues realmente la producción nacional en cuanto a cine documental se refiere no es muy amplia.

“Y el sello del programa —creo que de alguna manera lo he respondido en casi todas las preguntas— es proponer materiales con temas inteligentes, con alta factura estética, innovadores, que propicien reflexión en el espectador”.