A los 75 años en Ourense, España, donde residía desde 1991 junto a su esposo, el eminente y creativo productor televisivo Eugenio Pedraza Ginori, y víctima de un cáncer contra el cual batallaba desde mayo de
2014, falleció mi amiga Loly Buján destacadísima directora de televisión, guionista, profesora y actriz de la televisión cubana.
La recuerdo bella, bellísima, discreta y siempre entregada a su trabajo dirigiendo con guantes de seda y plomo, porque era muy estricta y profesional, el espacio “El Cuento” el “Teatro ICR” “el infantil “Amigo y sus amiguitos”, co- dirigiendo varios festivales/concursos como los “Adolfo Guzmán” y muchos otros programas donde nos deja su impronta inolvidable que viaja asible entre los televidentes de entonces y sus muchos amigos a los que nunca dejé de pertenecer.
Con el fallecimiento de Loly la historia de nuestra televisión pierde un faro, una guía, un modo de hacer que debería ser multiplicado, y conocido, por los nuevos realizadores. Lucharé por ello. Se lo debo.
A Ginori, hermano en la distancia, el consuelo que solo el tiempo acomodará. Para nosotros, los huérfanos de su magisterio, el inolvidable privilegio de haberla abrazado y disfrutado imperturbablemente desde aquí hasta donde el viento gallego y helado de este febrero acuna su ascenso, en los confines de un parnaso donde talento, generosidad y ternura la resguarda.
Loly, para los que tuvimos el privilegio de conocerte y trabajar a tu lado no habrá, ni puede haber olvido. No lo mereces. No nos lo merecemos.