La creadora del programa infantil Las cartas de mi prima Vera conversa sobre el espacio que se estrena por el Canal Educativo
Crear un espacio para niños constituye un verdadero desafío para cualquier realizador de televisión, en tanto supone lograr una empatía con los modos en que los pequeños conciben el mundo que los rodea. Todo tiempo es diferente y las opciones pueden variar en relación con las circunstancias y el ambiente que les ha tocado vivir.
Por tal razón, para Alina Anca Candia, escudriñar en los gustos de los pequeños y estar a la altura de los nuevos tiempos supuso la conciliación de un equipo de trabajo que ha hecho posible la salida al aire de esta nueva propuesta que persigue divertir y formar el carácter.
En declaraciones a esta publicación, la creadora del programa infantil Las cartas de mi prima Vera, transmitido por el Canal Educativo los miércoles de julio y agosto a las 11 de la mañana, destacó que desde hacía un tiempo aspiraba a hacer un programa de ese tipo.
Por tanto, conversó con la directora audiovisual Mónica Borrallo, quien estuvo de acuerdo con asumir la idea original, porque también sentía la necesidad de hacer cosas diferentes dentro del Canal Educativo.
“Nosotras ya habíamos trabajado anteriormente en otros programas formativos, dedicados a la enseñanza primaria. Ella me dio algunas pautas sobre cómo canalizar lo que yo le estaba proponiendo hacer, y finalmente contamos con el talento de Mariela López para la escritura de los guiones.
“El nombre de prima Vera siempre lo tuve en mente, porque podía dividir la palabra “primavera” en dos partes, y entendí que sonaría agradable a los oídos de muchos pequeños. Esa es una estación climática muy bonita y podía montarme sobre ese juego”, precisó Anca.
El programa consiste en encuentros de tres amigos: Lila, Bertila y Meloncipio, para compartir de manera dinámica e instructiva los mensajes enviados por la prima Vera desde diferentes partes del mundo.
Está concebido para niños del primer ciclo de primaria, entre cinco y ocho años de edad, pero puede disfrutarlo el resto de la familia. Se escribieron ocho capítulos a modo de prueba, con el propósito de hacer un primer paquete para el período de vacaciones.
Según Anca, un programa de este tipo “es siempre necesario porque el trabajo para niños es imprescindible en cualquier lugar y en cualquier televisora. De esta manera formamos nuevas generaciones y el futuro de la sociedad.
“En estos momentos es importante que la televisión apueste por proyectos infantiles de buen gusto, donde los niños aprendan divirtiéndose. Estamos en competencia con los videojuegos, las computadoras, las series, los DVDs…
“En mi niñez teníamos solamente acceso a muy pocas opciones en la televisión, con un tiempo limitado, y debíamos aprovechar cualquier cosa. Ahora existe un abanico enorme de opciones para escoger, y hay que esforzarse por hacer el trabajo con la mayor calidad posible para que nos vean y se cumpla el principal objetivo: llegar al espectador exitosamente”, señaló.
Para la creadora del proyecto, conformar un espacio de este tipo es muy difícil porque hay que pensar en el público.
“Debes tener presente para quién escribes. No tiene sentido hacer un personaje muy rebuscado que los chicos no van a entender. Tienes que lograr cierta empatía con ellos, saber cuáles son sus inquietudes.
“Muchas veces hablo con amigos de mi hija, con mis sobrinos, para saber cómo piensan y qué buscan en un programa de televisión. Con los niños es preciso, además, cuidar el lenguaje. Todo tiene que explicarse de manera sencilla. Eso también es un reto y una motivación.
“En este caso nos hemos apoyado mucho en la literatura infantil de escritores fundamentalmente cubanos para proveer materiales de calidad, asociados al tema que abordamos, de buen gusto, y con un alto nivel artístico-literario. Si el espacio tiene aceptación, veremos la posibilidad de mantenerlo”, apuntó.