Para proyectar la imagen de buen conductor intervienen muchos factores, como el trabajo en equipo y las coordinaciones antes de salir al aire.
Como jornada productiva sobre la calidad de la conducción y la presentación en medios de comunicación, catalogaron los asistentes al encuentro Comunicar TV, espacio que se desarrolla cada martes en el Salón de Mayo.
Raidel Santana, coordinador del encuentro, explicó que la selección de los invitados se hizo basada en lo que cada uno representa para su programa, por ejemplo, Irela Bravo en Entre tú y yo, Julio Acanda en Entre Amigos, y Rolando Almirante en El Triángulo de la Confianza, además de Humberto Camejo, que fue el más joven invitado, pues forma parte de la cantera de comunicadores que representa el futuro de la conducción en Cuba.
El público presente en el Salón de Mayo este 15 de noviembre expuso por qué se siente o no identificado con los conductores.
En tal sentido fue analizada la naturalidad en los que presentan un programa, no pueden dar impresión de grandilocuencia, ni mostrar que saben más que el entrevistado, porque la persona invitada al programa es la figura y no el conductor habitual de ese espacio, no pueden perder de vista cuál es su rol. Además, deben ser comedidos, saber comportarse para cada ocasión, sonreír cuando el momento lo amerita pero no exageradamente, que logren tener correlación con el mensaje que se quiera brindar.
En correspondencia con la exigencia de los presentes, Irela Bravo afirmó que el éxito de su carrera está en el desenfado con el que se logre trabajar, de la naturalidad con la que se presente.
La carismática presentadora y actriz añadió que es vital conocer los gustos y disgustos de los entrevistados. “Hay que volverse medio psicóloga para no cometer errores, y es que trabajamos con personas que a veces están dispuestas a hablar, otras se quedan mudos y tiene que ser el presentador el que hable por él; pero eso solo se consigue si te preparaste bien, si conoces de verdad las interioridades de ese personaje”.
Los directores juegan un papel fundamental para la buena factura del programa, porque ellos tienen que saber elegir al conductor para cada tipo de espacio. Es cierto que algunas personas pueden desempeñar cualquier papel, lo mismo en un informativo, un musical, un espacio de entrevista, o en la presentación de los carnavales, pero no a todos le sirve el mismo saco; y si bien el director tiene que tener olfato para saber cuándo opta por uno y no por otro, el propio conductor tiene que saber qué tipo de trabajo puede lograr, razonaron los presentes.
Humberto Camejo dijo que en espacios como los del Sistema Informativo de la Televisión Cubana se proyecta una imagen encartonada, fría, en muchas ocasiones los presentadores se vuelven solo lectores y no interpretan la información que están dando. “Hay que tener respeto al público y ser disciplinado”, dijo.
El conductor de un programa en el que haya público presente tiene que estar preparado para responder lo imposible, porque si alguien insiste con una interrogante indiscreta, de todas formas hay que salvar el programa, porque hasta la improvisación debe ensayarse, razonaron los interlocutores en ComunicarTV.
Julio Acanda, reconocido comunicador de la Televisión Cubana, confesó que la clave está en la preparación cotidiana que se logra alcanzar, del saber acumulado que en algún momento te ayudará a salir de las situaciones más paradójicas en un programa, más si es en vivo. “Hay que tener buena dicción, dominio del tema y ser auténtico”, agregó.
Acanda compartió sus experiencias, comentó que no siempre se logra hacer una buena presentación debido a factores a veces alejados del propio conductor. “Uno de los dilemas más complejos es saber dónde cortar al entrevistado. A veces sucede que el invitado comienza a divagar, te saca de tema el programa, o en el peor de los casos: está diciendo cosas súper interesantes pero el director del espacio te dice que ya no hay tiempo para más. Entonces la clave para salir ileso de un percance así es saber escuchar”, aclaró.
“Hay que estar actualizado sobre la realidad cotidiana, el día a día del país en el que vivimos, sobre la situación real de las personas que ven nuestro programa, para no pecar de ingenuos y montar un discurso paralelo a lo que los televidentes quieren escuchar”, advirtió Rolando Almirante.
Particularidades de la TV
La imagen que se proyecta es fundamental, no importa el tipo de programa que sea, siempre tiene que existir una correlación entre la imagen del presentador y el tipo de programa, porque la televisión se logra a partir del conjunto de elementos que la distingue del resto de los medios de comunicación y lo visible es la particularidad mayor.
Tener dominio del idioma es fundamental, así se ahorran repetición de palabras, muletillas innecesarias, y en el peor de los casos, errores al decir un término por otro.
Nuestro público ya se ha cultivado en temas audiovisuales, por eso ahora es más exigente y ya no solo quiere ver a su artista preferido en una entrevista, quiere que haya una buena escenografía, que la luces enriquezcan la escena, que el maquillaje sea perfecto, que el vestuario no luzca viejo o sucio.
Camino queda aún para perfeccionar el arte de presentar en televisión.