El cantautor Kiki Corona celebra 45 años de trayectoria artística, con una prolífica carrera profundamente ligada a la radio y la televisión en la Antilla Mayor. Su vínculo con estos medios de comunicación se remonta a inicios de la década de los 80, cuando hizo la música incidental y cortes sonoros para emisoras como Radio Liberación, Radio Rebelde, Radio Progreso y el otrora Canal Seis, de la Televisión Cubana (TVC).
Poco después, integró “El Taller de los Inundados”, un espacio de formación audiovisual dirigido por Mirtha González, con las asesorías de Migdalia Calvo, Vilma Montesinos, Ernesto Piñero Padrino (El Yoky) y otros realizadores de distintas disciplinas.
Fue una época luminosa, donde desarrolló sus primeras creaciones musicales para cortos, tele teatros y programas infantiles, así la recuerda el compositor en declaraciones exclusivas para el Portal de la Televisión Cubana (TVC).
Corona ha desarrollado una carrera versátil, a través de producciones televisivas reconocidas como: Permiso para Hablar, Hola Mar, Viva el Disparate, El Bolsillo del duende, Blanco, Verde y Azul, el espacio Aventuras, de las 7 y 30 p.m., y el siempre recordado Arcoíris Musical, donde se desempeñó como compositor, orquestador y productor musical.
“He tenido el privilegio de haber trabajado bajo la dirección de notables directores como: El Yoky, Abel Ponce, Julio Cordero, Jesús Caldas, Arístides Estévez, Germán Navarro Orz, Tony Lechuga, Jorge Tamés, Joaquina Martínez y muchos otros importantes realizadores cuyas enseñanzas y consejos guardo como premio de gratitud”, confesó a esta redactora.
También colaboró con la Tv Azteca, de México, para la cual hizo la música de dos series a principios de los 90s así como con televisoras locales en Brasil y Costa Rica.
Creación para los más pequeños de casa
La música infantil, en especial, forma un eje vital en su obra, inspirada y acompañada por figuras como Enriqueta Almanza y Celia Torriente.
“Conocerlas, admirarlas, disfrutar de su cercanía y afectos fue decisivo. Significó un punto de giro en mi carrera como compositor y marcó mi inclinación a la composición infantil. Enriqueta fue mi tutora y maestra; Celia, la mejor de las asesoras que puede haber tenido.
“Marianita Morejón e Ileana Vázquez, las principales auditoras de aquellos primeros trabajos. Pero, indudablemente, sin la magia y el apoyo de Celia y Enriqueta, habría sido muy osado comenzar los caminos de la creación infantil solo. Una suerte que me ha acompañado desde entonces”.
Kiki nunca persiguió la fama, sino la conexión con los recuerdos de su infancia y el deseo de compartir su música con su hijo y con miles de niños cubanos.
Uno de los hitos más emblemáticos de su carrera es la canción “La Nana de las Mariposas”, escrita hace 40 años, en el mes julio de 1985, como parte del disco Nanas para ti, que grabó con el sello Producciones Abdala.
Unos años antes, había acompañado a Rudy Mora en su primer corto para la televisión, en el telefilme titulado El hombre del teléfono.
Por eso no es casual que “La Nana de las Mariposas” deviniera en un video clip animado gracias al binomio de oro, que por mucho tiempo integraron los realizadores Rudy Mora y Orlando Cruzata.
El clip ha sido calificado por la crítica especializada como hermoso y muy audaz, si se tienen en cuenta las teconologías disponibles en aquella época. El audiovisual contó con las animaciones de Vladimir García, quien creó un universo onírico y poético al fusionar música y animación. Muchas mariposas inundan un campo donde no faltan las flores, escarabajos, caracoles y hormigas.
La pieza presentaba a un alter ego de Kiki junto a personajes mitológicos como “El unicornio azul”, de Silvio Rodríguez o las ilustraciones de El Principito, creadas para su libro homónimo por el escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Así vemos al pequeño protagonista del cuento galo sentado sobre su diminuto planeta que tiene solamente tres volcanes y una flor amiga.
La canción se mantiene viva en la memoria colectiva cubana, especialmente entre quienes fueron niños en los años 80, y continúa conquistando a las nuevas generaciones.
Una colaboración sostenida con la TVC
En la actualidad, Kiki continúa su labor en el ámbito audiovisual. Ha participado en varios proyectos para el Canal Habana y Cubavisión.
Durante la pandemia de la Covid-19, recibió un importante encargo de la dirección del Canal Cubavisión: a partir de la melodía de la canción “Cuba que Linda es Cuba”, realizó los cortes de las presentaciones, indicativos, mensajes y la presentación infantil para la programación de cambio.
A partir de entonces, le llovieron las propuestas para encargarse de la banda sonora de la telenovela Entrega, el corto Drácula, sobre la versión de Woody Allen, y la serie humorística Al Habla con los Muertos.
Entre sus trabajos más recientes destacan series animadas como: El Escaparate de Patricia, El Profesor, Acuarelas de Cuba, Piófilo y Cascarón, Entre el Naranjal y el Cielo, La cajita de música y Por el Mar de las Antillas, que afirman su compromiso con las infancias cubanas.
“Sigo haciendo Los regalos Sorpresa y otros trabajos por invitación de los Estudios de Animación de CubaVisión”, explicó.
A la vez, continúa trabajando en la música del espacio infantil Tren de Maravillas, dirigido por Joaquina Martínez. En esa revista infantil se estrenó el primer capítulo de la serie animada Las Estrellas del General, que en siete episodios cortos aborda pasajes heroicos, la vida y muerte del general Quintín Banderas, con dirección de Jesús Rubio y Magda González Grau, una amiga entrañable de los años, confiesa Kiki.
Actualmente, el compositor se encuentra terminando la musicalización del telefilme El Reverso de la Moneda, dirigido por Alberto Luberta Martínez, que tendrá estreno próximo en el espacio Una Calle, mil Caminos.
Celebrar 45 años de carrera artística representa para él una mezcla de emociones, recuerdos y recogimiento por quienes ya no están, junto a un sentimiento de gratitud por el apoyo y las enseñanzas recibidas. Sin embargo, también es un compromiso vivo de no cesar en su empeño por mejorar constantemente su obra.
Para Kiki no hay mayor premio que el reconocimiento constante que recibe al ser convocado una y otra vez para continuar creando. Su vida artística es, en suma, una sinfonía de colores, sueños, sonidos y silencios que enriquece el imaginario nacional cubano y ha dejado una profunda huella en la memoria y afectos de varias generaciones de televidentes y radioyentes.