Acercamiento a los cambios que se realizan en uno de los espacios dedicados al humor gracias a las sugerencias del público
Muchas y muchos discernirán conmigo que se encuentran pocos documentos accesibles en la web donde se explique, en detalle, cuáles son las principales modificaciones que sufren los programas cómicos en la televisión.
Aunque la teleaudiencia pueda apreciar dichos canjes, poco saben respecto a los motivos que los originaron, quiénes son los responsables del cambio y si llega el público a aportar su granito de arena.
De a poco me ha interesado este tema, encontrando algo por aquí, algo por allá. Por el momento, en voz de Nelia Casado Castro, investigadora, escritora y asesora de La Neurona Intranquila, invito a conocer, desde una mirada profesional, algunos datos relacionados con el tema.
Gracias a Nelia aprendí que el empleo del término humor para categorizar a los programas de la televisión nacional como Vivir del Cuento, A otro con ese cuento, o la propia Neurona, con sus excepciones, es incorrecto. Se deben referenciar como programas cómicos, y no es una curiosidad ni mucho menos, solo un ejemplo más de los conceptos erróneos que incorporamos día a día, y los cuales no debemos reproducir de manera esquemática.
El Centro de Investigaciones Sociales del ICRT (CIS) realiza de forma anual un plan de trabajo basado en el criterio de los jefes de departamentos de la Dirección y División de la Televisión. El texto presenta inquietudes de investigación, que generalmente suelen dirigirse a programas que por su calidad, tiempo de trasmisión u otro aspecto, requieran en ese momento atención especial.
Por ejemplo, según la entrevistada, La Neurona posee alrededor del 40% de audiencia y su índice de gusto oscila entre el 80% y 85%. Ella explica que es una buena audiencia para el espacio, puesto que, en las últimas décadas, los índices de teleaudiencia, en sentido general no son tan altos, comparados con años atrás.
“Ahora existe la afluencia de tecnologías y hay más opciones. No obstante, la televisión sigue siendo la primera actividad para pasar el tiempo libre de los cubanos. Un programa con un tono de comicidad y preguntas de participación, puede tener mejor índice de gusto, pero si comparamos estos resultados con el resto de los programas de la televisión son buenos datos, aún así, pueden ser mejores”, agregó Nelia.