En el verano pasado, en función del Mundial de fútbol celebrado en Brasil, TeleSur estrenó De Zurda, un programa deportivo que desde el principio se ganó la sintonía y la simpatía de millones de televidentes en más de cien países del orbe.
El programa tuvo como rostros visibles a dos astros: Diego Armando Maradona - estrella indiscutible del deporte de las multitudes- y a Víctor Hugo Morales -una de las personalidades más sólidas y atractivas de la comunicación latinoamericana contemporánea quienes protagonizan un duelo fraternal de habilidades y competencias comunicativas que no defrauda las expectativas.
Al contrario de lo que generalmente sucede hoy en la televisión –donde ya la mayoría de los caminos están trillados- De Zurda, sorprendió.
Cuando todos esperaban el mero análisis deportivo en caliente de los juegos realizados en la jornada anterior; el programa hizo gala de creatividad y profesionalidad y ofreció progresivamente, un verdadero reservorio de temas, prácticas comunicativas y recursos expresivos que enriquecieron e hicieron más atractiva su oferta.
Haciendo honor a la ambivalencia semiótica de su nombre y a la visión social de la cadena multinacional que lo produce, el De Zurda original tuvo la valentía de combinar al deporte con la política. Entre sus denuncias recordamos el cobro millonario que la FIFA hizo a Haití por las transmisiones del evento, siendo un país devastado por la miseria y los desastres naturales, que aun vive de la solidaridad internacional.
También destacaron:
- Una canción lema cuya letra simultaneo lo deportivo, lo social, lo patriótico y lo humano de América Latina y que desplazó a la prevista oficialmente para el evento.
- Su perenne periplo por los barrios más pobres de Río de Janeiro.
- La admiración personal de Maradona por el argentino-cubano Ernesto Guevara de la Serna y por el líder histórico de nuestra Revolución, Fidel Castro Ruz.
- Los saludos o entrevistas a mandatarios progresistas latinoamericanos o de sus mensajes –incluida una carta de Fidel Castro-.
- La solidaridad y condena a los atropellos a los cinco héroes cubanos -entonces prisioneros en cárceles estadounidenses- o la condena al bloqueo imperial a Cuba.
Con motivo de la Copa América de fútbol, a celebrarse este año en Chile, TeleSur retoma el proyecto y lo convierte en De Zurda viajero, que con sus diversas emisiones, recorrerá diferentes ciudades de la Región hasta culminar en el país anfitrión durante ese conclave deportivo.
Las dos primeras ediciones del De Zurda viajero, se celebraron el 10 y 11 de enero pasado en La Habana; corroborando que cuando hay talento y profesionalismo, segundas partes pueden seguir siguen siendo buenas.
Evidentemente esta segunda temporada carecerá por un largo tiempo del atractivo que brindan los comentarios de partidos de fútbol celebrados en días previos – que constituyen su pretexto o gancho esencial- pero los realizadores de De Zurda enfrentaron el reto.
De Zurda realizo dos ediciones habaneras de marcado énfasis político, pero supo hacerlo sin perder interés o atractivo.
Allí se revelaron - una vez más- la conocida admiración del Diego por Fidel y la Revolución cubana y su agradecimiento a quienes les permitieron - cuando otros lo negaron- residir en nuestro país durante cuatro años para rehabilitar su cuerpo y su espíritu.
De diversas maneras, el programa presentó a algunos de sus amigos cubanos: El recordista de salto alto cubano Javier Sotomayor- llamado en su tiempos de gloria El príncipe de las alturas-; Ernesto Guevara - hijo del Guerrillero heroico- o a sus ídolos; el cantautor Silvio Rodríguez, en uno de sus conciertos por los barrios capitalinos populares.
Tampoco se olvidaron importantes protagonistas cubanos de sucesos políticos de repercusión internacional:
- Elián González, quien tras un fatídico naufragio donde murió su madre, fue secuestrado con cinco años- mientras su padre demandaba una repatriación de resonancia global inédita, respaldado por toda Cuba.
- Los Cinco héroes cubanos - quienes por compilar información que evitara los daños de acciones terroristas en ciudadanos cubanos y norteamericanos- sufrieron por más quince años una cruenta prisión en EE.UU., generando una intensa campaña de solidaridad mundial.
De Zurda pudo mostrar una Cuba folclórica pero reveló la trascendente.
El resto ya lo vimos:
- Relegando el protagonismo de su impactante canción apostó por populares músicos del patio de las maneras mas diversas: una obra de Silvio se interpreto en ritmo de tango por una argentina, canto el sonero David Calzado y su agrupación La charanga habanera y David Torrens hizo una balada.
- Fiel a su práctica de desempolvar viejos archivos llegó al Colegio de Belén donde estudió el joven Fidel Castro y mostró fotos del líder cuando era futbolista, una de las disciplinas deportivas que practicó.
- Continuaron las entrevistas a distancia de futbolistas reconocidos y los comentarios sobre la actualidad del deporte y la organización que lo rige.
- Recorrió las calles buscando la retroalimentación popular sobre el programa.
Así, a sus múltiples recursos expresivos y prácticas mediáticas; sumó el estreno de un dibujo animado donde el personaje Pelusa - tan atrevido como Maradona, el ser real que representa- promete ser una sensación.
Una vez más De Zurda convence con su otra mirada; revelando a los artistas o deportistas como seres sociales y demostrando que el misterio de este proyecto radica en la autenticidad, el talento, el profesionalismo y la consagración de todos aquellos a quienes involucra.