EN EL AIRE
por Tele Rebelde: Lunes, miércoles y viernes a las 7 y 30 p.m.
Adrenalina 360, es la nueva serie para el espacio de aventuras de la Televisión Cubana que acaba de comenzar, basada en deportes extremos urbanos como los patines, patinetas y bicicletas BMX; aunque también hay escalamiento, apnea, inmersión y surfing.
Dirigido por Pablo Javier López, el material fílmico en proceso de filmación está concebido en 73 capítulos autoconclusivos, aunque la historia central de los ocho protagonistas (actores), evoluciona en temas relacionados con la interrelación familiar, el día de las madres, fin de año, la amistad, entre otros.El 49 por ciento de las escenas se filman en exteriores. Se emplean como escenarios el Parque Metropolitano de Ciudad de La Habana, el Acuario Nacional, la costa, el centro deportivo Cerro Pelado y la zona de Viñales en Pinar del Río.
Con idea original de Rosaida Irízar, guión de Anabel Enriquez, Javier de la Torre, Sigrid Victoria y Abel Ballester, y asesoría para la Televisión de Nilda Pérez
Hace diez años o más, de 7: 30 de la tarde hasta el comienzo del noticiero, había una especie de toque de queda frente a los televisores de cada hogar.
Como generalmente ocurre durante los magnos eventos deportivos, todos los integrantes de la familia (dígase todo tipo de público), se acomodaban delante del aparato para disfrutar de las aventuras.
Aunque dos días a la semana deleitáramos con alguna entrega extranjera, el plato fuerte lo constituían las realizaciones cubanas. ¡Y cuánto reímos y lloramos! Se me ocurre citar a El prisionero de la máscara de hierro, Los papaloteros, Los pequeños fugitivos, La cueva de los misterios, Los pequeños campeones, Hermanos, Shiralá…
Por aquel entonces surgieron en los barrios cubanos los Cutús, Bandurrias, Yosvanis, Sandras, Lorencitos… Perseguíamos un paradigma (en su mayoría “los buenos”), y soñábamos con crecer y ganarle a “los malos”.
Pasó el tiempo y pasó…, hasta llegar a la frecuencia de un producto nacional en la pantalla chica cerca dos veces por semana; con suerte de estreno, o en su primera reposición.
Poco a poco los modelos cambiaron y los ídolos comenzaron a tener otras características, vestuarios, e incluso, lugares de residencia. Se me vuelve a ocurrir citar a: Max, el de Roswell; Kyle; Verónica Mars; los muchachos de Hermanos Rebeldes; y los avezados adolescentes de Degrassi, la nueva generación.
La penetración extranjera en nuestra parrilla de programación ha conllevado a una transculturación, que no siempre enriquece a las generaciones más susceptibles ante estas injerencias.
Mientras, las más cercanas obras televisivas del patio, concebidas para dicho horario, no han sobrepasado las expectativas de calidad impuestas por los espectadores, o no han llegado a representar la realidad pretendida por ellos, e ignorada muchas veces por los medios de comunicación.
Sobredimensiones de los modos de vida cubanos, tramas y dramas traídos por los pelos, interpretaciones poco satisfactorias y más, estuvieron a la orden del día en obras como La Atenea está en San Miguel, El príncipe de los zorros, El Conde de Montecristo, El guardián de la piedra, El medallón…, y la más próxima, Los Villalobos.
Aventurarse a la ausencia
En proceso de grabación se encuentra una serie prevista para llenar la media hora referida. Adrenalina 360, dedicada a la práctica en la Isla de los deportes extremos, promete salvar un tanto el terreno perdido, contextualizándose en la sociedad cubana actual y abarcando los diferentes niveles de edades y comportamientos presentes en ella.
Sobre tales aspiraciones, nos comentó Anabel Enríquez Piñeiro, quien integra el equipo de escritores, compuesto además por Sigrid Victoria Dueñas, Abel Ballester Zuasnábar y Javier de la Torre Rodríguez.
Explica Anabel que “tradicionalmente la aventura era para toda la familia cubana. A las 7:30 p.m. se sentaban ante el televisor los abuelos, los niños, los adultos… Eso se fue perdiendo con el tiempo. Pensamos, queremos, y ojalá sea así, que Adrenalina… pueda rescatar esta tradición; aunque las condiciones de vida han cambiado un poco de los noventa para acá…”.
“La serie está dirigida y pensada para la totalidad de receptores, fundamentalmente para los adolescentes y jóvenes. Pero por la cantidad de subtramas y los temas abordados en ellas, debe interesar a cualquiera. Adelantamos que hay personajes de la tercera edad con roles importantes dentro de la vida de estos muchachos”.
¿Cómo surgió la idea de escribir sobre los deportes extremos?
“La idea original de la serie es de Rosaida Irízar, directora y guionista de la televisión, quien durante mucho tiempo, gracias a su hijo, interactuó con quienes practican esta modalidad.
“Se motivó a reflejar las dinámicas internas de dichos grupos, a los cuales muchas personas caracterizan como jóvenes sin propósito, antisociales. ¡Y están tan lejos de eso!
“Como cualquier otro deporte requiere de mucho tiempo, dedicación, constancia…, y en cierta forma también es un estilo de vida.
“Con esta idea Rosaida convocó a varios guionistas, hasta crear un equipo de cinco escritores”.
Escribir dramatizados es un acto creativo colado por sinsabores y complicaciones, aun cuando el producto final puede ser feliz. ¿Cuán rica o compleja ha sido la experiencia de hacerlo a diez manos?
“Los capítulos son monotemáticos, escritos de manera independiente por los guionistas, aunque la historia central es común. A pesar de haber sido autónomo en cierto sentido, la labor fue intensa y organizada, lo cual nos permitió llevar la serie a más de setenta capítulos.
“Escribir a diez manos por supuesto que resulta difícil, pero como cuatro de nosotros venimos de la narrativa, somos graduados del centro Onelio Jorge Cardoso, del grupo Espiral de ciencia ficción…, el trabajo fluyó bien”.
Al menos la teoría parece estar salvada. La práctica, se balancea alrededor de una realización consecuente con las mediaciones reales e imaginarias del sistema de televisión actual.
Dirigir una quimera
Pablo Javier López Rivas (el Chino) ocupó la codirección en tres de los trabajos dirigidos por Roly Peña, y ahora se arriesga a la dirección general de Adrenalina 360.
Tras cuatro meses de entrenamiento y no más de tres de rodaje, asume el cansancio de tal empresa. Si bien es el sexto director que adquiere el proyecto, el Chino admite “morir con él”.
“A diferencia de las demás series, esta resulta agotadora, no aparece escrita como la mayoría. Por lo general el promedio de segundos para una escena constituyen 35 o cuarenta segundos; o sea, para cumplir un plan de producción de diez minutos al día, debo trabajar en veinte escenas.
“También se distingue desde el punto de vista clásico. No se corresponde con una aventura convencional, se acomoda más al estilo foráneo.
“En cada capítulo sucede algo diferente, sin salirse del hilo conductor.
“Desde la postproducción sigue siendo compleja, pues participan muchos actores: ocho protagonistas y 19 coprotagónicos. Sin contar las segundas figuras y las actuaciones especiales…”
Los grupos dedicados a la práctica de los deportes extremos en Cuba, se desconocen, deslegitiman y hasta desprecian por parte de otras fracciones del conjunto social. Adentrarse en sus particularidades apunta hacia un inicial acierto del guión, y con el tiempo, de la TV cubana.
Sobre los referentes extranjeros consultados, comenta Pablo Javier:
“No he querido permearme mucho de las cosas internacionales, me he centrado en Cuba, pues se patina diferente. Las condiciones de clima, tecnología y materiales difieren por completo.
“Por ejemplo, en otros países las rampas son de madera, aquí de zinc… Te caes en una de ellas a la hora del mediodía y te achicharras. No obstante, no les importar el sol, el calor…
“He conversado mucho con ellos, con los tres de patinetas, el de patines y los de BMX que trabajan con nosotros. Me he interesado por conocerlos, saber de sus vidas, pues a la larga, Adrenalina… los refleja”.
¿Y el trabajo con los actores?
«Tengo actores a quienes no le gustan los deportes, pero se dedican a su oficio, así que actúan. Otros, como Yordan, que interpreta a Yoel, de BMX, ya se integró a los bicicleteros…
“La experiencia ha sido rica. Unos le temen, otros lo hacen mal y algunos hasta se han comprado una patineta”.
¿Esperas motivar a otros jóvenes realizadores a elevar la producción nacional de dramatizados con semejante corte?
“Directores con ganas de hacer hay muchos. Lo puntual está en que el medio quiera seguir haciendo cosas, y tenga la posibilidad. A veces existen muchos proyectos, pero se prioriza el espacio de la novela; más largas, más cortas, mejores, o peores…”, concluyó Pablo Javier.
Y ese, será un tema para otro momento. Entretanto, soñemos con el salto mortal augurado por el equipo técnico y escénico de Adrenalina…, que cuando quizás no resulte la tabla salvadora en medio del océano, sí presagia acercarnos a la orilla.
Información obtenida de la REvista en Vivo y del Sitio de la AHS