“Conozca Cuba primero y al extranjero después”, decía la canción de un conocido compositor,
tomada como jingle por los medios de difusión en la década de l950. La recuerdo siempre que la pequeña pantalla presenta un nuevo spot sobre ciudades de nuestro país, en tanto promocionan sus bellezas.
Son realizadas por los telecentros de las provincias y aunque casi todos parecen obedecer a un guión fijo de imágenes y cotidianidad, no es menos cierto que algunas más que otras ponen acentos en detalles identitarios de cada municipio como el Yunque de Baracoa, la comunidad de Las Terrazas en Pinar del Río, el Niño de la Bota del Parque Vidal en Santa Clara, por citar algunas.
Entre las bellas tomas fotográficas están las de Ciego de Ávila y sus municipios, las cuales ilustran el cuidado y desarrollo del entorno en los últimos tiempos por parte de sus habitantes y gobiernos respectivos. Mas, los nombres de los realizadores de cada uno de los spot deberían acreditarse de algún modo en la pantalla como sucede con los video clips.
En esas postales de sorprendente belleza se nos permite viajar desde nuestra sala de un extremo al otro de la Isla, a partir del histórico municipio de Mantua, en la provincia pinareña, hasta Baracoa, en la oriental Guantánamo. Asimismo conocemos el progreso de cada localidad logrado por los quehaceres de sus respectivos habitantes: restauradas viviendas, modernas y nuevas instituciones, majestuosos e inigualables paisajes. En fin, la vida de los cubanos en todos sus colores y matices, con sus hábitos, sitiales y monumentos históricos en los lugares del suceso, apoyadas por melodías o voces cubanas como las de Sexto Sentido en el spot sobre la ciudad de Santa Clara.
No solamente es loable el empeño por el efecto refrescante que ofrece a nuestra visión, sino por el debido conocimiento del país bajo el título de Cuba que linda es. Por asociación, esos recorridos televisivos nos permiten en cierto modo paliar la nostalgia de los cubanos por aquellas económicas excursiones accesibles a todos los ciudadanos a lo largo del país suspendidas por Cubatur debido al dramático período especial. No había mejor regalo de quince o premio para nuestros hijos, ni vacaciones mejor empleadas con transporte y hospedaje incluidos.
No estaría mal que esa colección de spots estuviera, además, a disposición de los interesados como sucede con otros programas de la TVC. Se presenta a diario esta feliz iniciativa de nuestra televisión, sólo que antes de los noticieros, la Mesa Redonda o en función de relleno. ¿No sería más útil estudiar una mayor frecuencia o privilegiar un espacio u horario al alcance de todos? Podría también mostrarse el talento artístico, rasgos culturales, diferencias culinarias locales, entre otras añadiduras y opciones -sin imitar ningún otro antecedente; para demostrar el mosaico que somos, aunque, claro está, ya sería otro programa. Sin embargo, temas para spots abundan como la flora y la fauna, creatividad sobra y hay que aprovecharla.