Talentosa actriz y directora que ha hecho cátedra en la televisión cubana dirigida a la infancia
Los niños constituyen en el arte un público especial. Sinceros, espontáneos, libres de prejuicios y ataduras morales, ellos se convierten en receptores muy exigentes y a la vez auténticos.
Cuba posee una larga tradición artística dirigida a la niñez desde diversas manifestaciones. Sin embargo, pocos actores y actrices han contado con la formación y condiciones técnicas para incursionar y sentar pauta en múltiples disciplinas destinadas a este público.
En este sentido, Ana Nora Calaza es una mujer orquesta: no solo es inmenso su talento como actriz sino también como cantante de coro, musicalizadora, compositora, titiritera y asesora musical.
El amplio espectro de su registro vocal y sus altas aptitudes histriónicas le han permitido interpretar una gran cantidad de personajes en programas clásicos de la televisión cubana como: Amigo y sus amiguitos, Tía Tata cuenta cuentos, Las aventuras del viejo Jotavich, Toqui, El mago del cachumbambé y Arcoiris musical, entre otros.
En el doblaje para cine y televisión también ha creado cátedra esta versátil actriz. La variedad de timbres e idiomas que domina le han posibilitado hacer las voces de una lista casi interminable de programas de la TV, entre los cuales sobresalen: Circo Dumbo, Castillo Ratimbum y Misha y Masha.
Con sus conocimientos musicales Ana Nora ha liderado un equipo que ha reconstruido para el público cubano los backgrounds de muchos programas y filmes internacionales para que los niños no dejen de disfrutar los grandes temas musicales foráneos.
Esta actriz, ganadora de tres premios de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y múltiples reconocimientos de la crítica, es una defensora del trabajo en equipo en televisión y de la fe y sentido de la verdad que deben tener los actores que trabajan para niños, especialmente los que doblan voces en los animados.
Quienes hemos crecido con Toqui, Tristolino, Chuncha o la simpática rana Cúcara poseemos una relación de amistad y gratitud con Ana Nora Calaza porque hablar de ella es hablar inevitablemente de nosotros mismos.
En una ocasión esta maestra de actores dijo que le gustaría que la Historia inmortalizara a sus personajes, más que a ella misma. El grato recuerdo que tenemos los que hoy ya somos adultos y la empatía que logra como artista con las nuevas generaciones demuestran que su anhelo ya se ha logrado.