Entre tu y yo
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- Escrito por: Jeiddy Martínez Armas/Alama Mater
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Daliana González Álvarez es una joven actriz que vemos en la actualidad en la teleserie Valientes, ella interpreta al personaje de Adriana, estudiante de Filología, quien junto a otros jóvenes universitarios deciden enrolarse en el primer grupo de voluntarios que combatiría la COVID-19 en la zona roja
Supasión por desdoblarse en un personaje surgió desde hace mucho, así rememora Daliana esa época en que aún sin saberlo ocurría la construcción de los cimientos de su carrera profesional: «Cuando somos niños de alguna forma somos actores, seguimos instintos e imitamos a los que tenemos a nuestro alrededor, así creo que entendemos el mundo; lo primero fueron las canciones y los poemas que me enseñó Mima, mi bisabuela. Luego a modo de diversión comencé a formar parte del proyecto Zancazos de teatro callejero que pertenecía a la casa de la Cultura de Nueva Paz, cuando cursaba la secundaria; aquí fue donde ocurrió un acercamiento más consciente de lo que conocemos como actuación».
La responsabilidad con la que ella asume en la actualidad cada personaje a pesar de su juventud, los papeles protagónicos no solo en la televisión, sino también en importantes obras teatrales y también su entrega a la docencia son muestras de su calidad artística y humana ¿Cómo ha sido su desarrollo en el mundo de la actuación? Pues conozcamos más sobre su trayectoria en una entrevista exclusiva para Alma Mater.
— ¿Cuánto te aportó estudiar en la Escuela Nacional de Arte para tu preparación actoral? ¿Ha sido importante para ti igualmente estudiar Sociología en la Universidad?
Antes de llegar a la ENA actuar para mí era jugar y sentir. Luego de la ENA, aunque estén ambas cosas (jugar y sentir) se incorporó el participio contar. Las herramientas que enseña la escuela me permitieron organizar y construir las ideas, las situaciones y las emociones por las que transita un personaje de forma consciente.
«En mi familia no hay artistas, ellos son maestros o ingenieros, estudiar actuación fue todo para mí porque yo no conocía casi nada al respecto. Siempre digo que entendí lo que era actuar al terminar segundo año con la asignatura teatro cubano. La escuela fue la oportunidad y el canal para entender que esto también era una profesión. El conocimiento y la entrega de los profesores, la experiencia y el poder verlos a muchos en clase, en la televisión o en los escenarios ayudaron a que mi interés por la actuación dejara de ser algo más que un entretenimiento o una diversión y pasara a convertirse en una de las cosas esenciales de mi vida.
«Por otra parte, la Sociología me ha ayudado a entender el sentido y la influencia que puede tener la actuación y el teatro, en términos de interacción y relaciones sociales. Me ha aportado mucho conocimiento, herramientas de análisis, el poder de investigación que me permite observar y descubrir la realidad, lo que el espectador puede esperar de los personajes y de los espectáculos; aquello que necesita sentir o decir. También a que el proceso de investigación entre cada uno de los personajes que interpreto sea mucho más provechoso para mí; permite que esa tesis que brinda la obra se complete cuando llega al público».
— Háblanos de tus experiencias en el teatro…
El teatro es mi casa, el espacio de creación más social y enriquecedor que he experimentado; se trabaja mucho y a veces con muy poco. El reto está desde el punto en el que decides hacerlo, porque el mundo de hoy va muy rápido, todos estamos apurados. El teatro, al menos por el que apuesto, está sustentado por las experiencias y las emociones, por disfrutar cada uno de esos momentos, se mueve hacia lo vivo desde las formas e historias más diversas.
«Oficio de Isla es una de esas obras que mantiene vivas las emociones evocando a la historia para decir lo que muchos sentimos hoy, ese fue uno de los retos y de los mayores crecimientos que tuve. Durante el proceso comencé a buscar a Margarita, y me era muy difícil transitar por sus situaciones, hasta que pasé al proceso de aceptar que muchas de ellas, análogamente, se estaban presentando en mi vida y que podía decirlas a través del personaje. Algo que luego encontró voz en muchos otros jóvenes, porque varios soñamos alguna vez con viajar, ver cosas bellas y crecer
«Cuento con otras experiencias en teatro, mi ejercicio de graduación fue en Teatro El público con la obra Shakespeare Gourmet; junto a GPS Teatro realicé Arropamiento; participé en Cinco atardeceres para piano con La Perla Teatro y estoy presente en el más reciente espectáculo de la Nave Oficio de Isla: Luz».
— ¿Cuáles fueron tus apariciones en la televisión previo a la serie Valientes?
Trabajé primeramente en la telenovela Entrega, prácticamente acabada de graduarme. Allí aprendí muchísimo sobre el medio, recuerdo que varias veces al inicio de rodar, Luberta me daba notas técnicas que tenían que ver directamente con el tono de voz en el que hablaba, porque es diferente al teatro.
«También estuve presente como actriz en algunos teleplays como Decisiones y tuve el placer de participar en Lucha contra bandidos 2 (LCB2). Laborar en la televisión requiere de mucha más rapidez en el proceso de construcción de un personaje y eso no está a favor de nosotros los actores, pero sí es un gran entrenamiento; allí la historia no transita en orden cronológico como sucede en el teatro, lo que demanda que tengamos muy claros cada uno de los sucesos y momentos de quien encarnamos. Siempre he sentido cierta presión cuando trabajo en televisión, y creo que es bueno porque hace que no detenga mi estudio; allí se aprende todo el tiempo, eso es algo que agradezco infinitamente».
— ¿Cómo llegaste a Valientes? ¿Pudiste conocer a la muchacha en la cual se inspira tu personaje?
A través de casting. La directora, Heiking, me contactó mediante su asistente de dirección; tuvimos un encuentro en el que leímos y vimos varias escenas, ella me dio indicaciones y notas, finalmente fui seleccionada.
«Tuve el placer de conocer a Daniela. Es una de las personas más especiales con las que he tratado. Ella siempre estuvo en total disposición de ayudarme. Es una muchacha sencilla y brillante en el mejor sentido de la palabra, alguien a quien admiro, primero porque tiene la paciencia que yo no tengo y segundo porque su bondad brota por los poros. En cuanto tuve su contacto nos comunicamos y creo que la alegría de encontrarnos y debatir todos los temas posibles, a veces algunos que podían ser más ingenuos o más íntimos, fue mutua y sincera».
— ¿Resultó difícil caracterizar el papel?
No fue algo sencillo para mí, pues compartimos muchos valores, pero somos distintas en cuanto a dinámicas y carácter: yo más impulsiva, seria y rápida, ella más pausada, dócil y risueña. Entrar en ese ritmo no fue algo que logré a la primera. Tuvimos varios encuentros en mi casa, también en el lugar de ensayos donde Daniela a pesar de su timidez estuvo disponible para que pudiera grabarla y quedarme con algunos de sus gestos o maneras de reaccionar ante diferentes temas de conversación, permaneció atenta incluso a mis preguntas el día entero en Whatsapp. Estuvo sometida en el buen sentido, estoy segura, puso incluso su lista de reproducción de música a mi disposición.
«Yo trataba de entender cómo reaccionaba y pensaba, para poder entonces llegar a su comportamiento. A todo esto se sumó que Adriana, el personaje, estaba inspirado en Daniela pero no era ella en sí, a su vez Daniela ya no era la misma muchacha que llegó a ese centro de aislamiento, ella misma reconoce que el voluntariado fue un antes y un después en su vida. Así que creo que Adriana es el resultado un poco de cada una y por supuesto que también tiene de Lil, la guionista de la serie, y de Heiking, su directora. Una Adriana admirablemente en crecimiento».
— ¿Qué te aportó como actriz participar en Valientes?
De las cosas que más agradezco fue tener cerca a Daniela, la muchacha en la que está inspirado el personaje, cualquier duda ahí estaba ella como respuesta. Fue muy provechoso conocer sus vivencias, no solo interpretarlas gracias a la imaginación y el guion.
«El trabajo con la voz en televisión esta vez fue diferente, teníamos que mantener ese tono coloquial y natural con mascarillas y caretas, algo bastante incómodo, tanto para nosotros como para el equipo de sonido, que hizo todas las maniobras técnicas posibles para que nuestras frases fueran entendibles dentro de aquellos trajes. Esto nos obligó a tener un entrenamiento de voz, en el que nos asesoró Ana Rojas y con el cual crecimos todos. La experiencia acumulada que te cuento, con cada día de estudio y trabajo, aportó mucho a mi carrera como actriz».
— ¿Cómo fue la dinámica con el resto de los actores?
El grupo fue una de las cosas que me motivaba a levantarme bien temprano y llegar al set, sabía que estarían allí los demás valientes que me harían reír y con ellos me olvidaría del cansancio. Creo que desde el proceso de casting cuando todavía no se encontraban todos los actores seleccionados, por la química entre nosotros, sabíamos que trabajaríamos juntos. Al mismo tiempo fue un reto, pues en muchas de las escenas estábamos los seis y eso hace el rodaje trabajoso, pero fue muy divertido, yo disfruté a mis compañeros al máximo.
— ¿Cuán necesarias son series como esta para lograr sensibilizar al público juvenil y conectarlo a la producción audiovisual?
Creo que hay que ir aún más en la actualidad a la realidad de la juventud. Contar sus situaciones, sin máscaras ni adornos, con diálogos más directos y situaciones al límite. Desde mi entender necesitamos mayor cantidad de investigaciones que estudien el público joven y que estas sean conocidas, respetadas y utilizadas por los medios de comunicación y los dramatizados.
La colaboración entre distintas disciplinas de forma sistemática puede ser fuente de inspiración para los dramatizados juveniles, esta vez fue el periodismo y eso es algo muy positivo. Creo que para conectar al público joven con la pantalla hay que conocerlo y mostrar sus intereses. Si tenemos inquietudes en la vida, debemos mostrarlas tal como son, quizás al verlas reflejadas en pantalla entendamos más de nosotros mismos y lleguemos a cuestionamientos que correspondan al contexto actual de la sociedad.
— ¿Te encuentras satisfecha con el producto final de Valientes?
Sí, hasta el momento lo estoy. Aunque hay un montón de cosas que hubiese hecho diferente ahora que lo veo, creo que eso también es normal.
— ¿Cómo es Daliana en la vida diaria con su familia y amigos?
Muy familiar, hago todo lo que esté a mi alcance para ver felices a los que amo, aunque no esté llamándolos constantemente ni cerca de ellos, saben que estoy ahí y sé que ellos lo están para mí.
— ¿Puedes hablarnos de otros de tus proyectos actuales y futuros?
Actualmente trabajamos en un nuevo espectáculo en la Nave Oficio de Isla y hay algunos proyectos en televisión. Prefiero no adelantar mucho.
— ¿Qué significa para ti ser además en la actualidad profesora en la Escuela Nacional de Arte (ENA)?
Es una gran responsabilidad, algo que asumo con mucha seriedad y rigor, pues de eso depende en gran parte el crecimiento de mis estudiantes. A veces son ellos los que me enseñan a mí, es un constante intercambio que me mantiene a la vez en entrenamiento. Cada grupo de estudiantes es diferente y cada uno tiene su propio camino de crecimiento. Estudiamos juntos, pues al enseñarles hacen que estudie más, tienen siempre preguntas y dudas que me consultan: muchas las respondo yo, otras las resolvemos juntos y en ocasiones no encontramos respuestas, entonces ahí comienza el estudio en profundidad.
TOMADO DE ALMA MATER
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- Escrito por: Liban Fernando Espinosa/Fotos Hechavarría / Estudiante de Periodismo UH/Fotos Cortesía de la entrevistada
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Vivian García se ha convertido y afianzado detrás del micrófono o frente a la cámara en ese rostro que defiende y es identitario de nuestro gentilicio holguinero. Su formación, trabajo incesante, carisma, voz clara y concisa acreditan su trayectoria que se consolida por diversos premios y el perenne cariño que el público muestra hacia su persona.
Resulta interesante y oportuno para todos sus adeptos conocer su historia de vida; historia que ha estado marcada por su eterna labor creadora en los proyectos que participa, intentando siempre mejorarlos para estar a la altura de las audiencias. Es el momento de ver a Vivian detrás de todos los artificios de las ondas y las pantallas...
¿CÓMO FUE LA INFANCIA DE VIVIAN?
Mi niñez fue en Holguín, muchas personas piensan que soy de Sagua de Tánamo porque toda mi familia paterna es de allá, pero soy natural de Holguín. En mi casa éramos cuatro: mi mamá, mi papá, mi hermana y yo. Mi infancia fue bonita, rodeada de mucho afecto sobre todo de mi madre y de mi padre.
Puedo decir que me enfrenté también a situaciones que marcan la vida de muchas niñas y niños, como es el hecho de ser bajita y tener el pelo rizado, estereotipos que establecen diferencias y se convierten, en ocasiones, en objeto de burlas, situación que no me afectó porque siempre tuve claro qué cuestiones podían o no lastimar mi autoestima.

En mi formación influyeron, sobre todo, los maestros que tuve, ellos fueron el complemento necesario entre la escuela y la familia. Un claro ejemplo fue la profesora de Educación Musical, Pierina Pinilla. Recuerdo como montaba números de zarzuelas y operetas en el seminternado "Calixto García" y eso me marcó profundamente.
La sensibilidad por el arte se la debo también a mí tía Barbarita Rojas, bibliotecaria, que cada vez que se presentaba en el escenario del Teatro Eddy Suñol Joan Manuel Serrat, el Ballet Nacional de Cuba, la Ópera de Pekín, Alberto Cortés y otros grandes artistas y representantes de la cultura, ella gestionaba invitaciones para no dejar de apreciar aquellos extraordinarios espectáculos. A ellos les debo esta relación con el arte y la cultura.
¿QUÉ SIGNIFICA PARA TI LA CIUDAD DE LOS PARQUES?
La ciudad de Holguín es el lugar donde nací, son las calles en las que habito, es ese pedazo que uno extraña cuando está fuera. Es una ciudad muy bonita desde el punto de vista arquitectónico y también desde el punto de vista sociocultural. Hay muy pocas provincias en nuestro país que han logrado ese crecimiento cultural y espiritual que tenemos los holguineros, el cual triste y dolorosamente por muchas razones se ha opacado, pero que estamos a tiempo de preservar y salvar.
¿CUÁNDO NACE EN VIVIAN EL AMOR POR LOS MEDIOS
Yo soy de la opinión de que los medios de comunicación y esta profesión me eligieron, pues hay situaciones en la vida que nos escogen. Cuando terminé el doce grado quería ingresar en el Instituto Superior de Arte para estudiar Actuación. Llegó el Período Especial y no ofertaron plazas para ninguna provincia del país.
Fue frustrante. Cambiando el rumbo realizo las pruebas de Derecho, aprobé y en medio de todo eso llega a mí la información de que en el otrora Instituto Superior Pedagógico José de la Luz y Caballero comenzaría la carrera de Educación Musical y Plástica.
Esa fue mi tabla de salvación, yo no tenía nada que ver con el Derecho, lo mío era el mundo del arte, fui a los exámenes correspondientes y logré la plaza. Después hice una segunda carrera en la Facultad de Medios de Comunicación Audiovisuales (Famca) en la especialidad de Dirección.
En aquel tiempo en Holguín había estudios de Cubavisión Internacional con la dirección de Víctor Leyva e Isabel Reinaldo como asesora y guionista. Allí hacía falta un productor. Se acercaron a mí con la propuesta, pero no estudiaba Producción. Víctor me sugirió cambiara de carrera, lo hice y me gradué como productora.
Precisamente en los últimos años de la carrera se me acerca Isabel García Granados, directora actual de la filial holguinera de la Universidad de las Artes, y me habla de un muchacho también egresado de la facultad que me quería conocer, era Jaime Yoan Batista Peña. Cuando voy a la cita con Jaime, él me dice que van a abrir los estudios de Radio Taino Holguín y quería que yo trabajara con él. Así llegué a los medios, formando parte y siendo fundadora de Radio Taíno Holguín.
EN LOS ‘90 REALIZA UNA INCURSIÓN EN EL TEATRO INTERPRETADO UNA OBRA DE CARLOS JESÚS GARCÍA ROJAS, LLAMADA "HERMANAS". ¿QUÉ NOS PODRÍA COMENTAR DE ESTA FACETA ACTORAL POCO CONOCIDA?

Carlos García Rojas, Carlín, fue una persona muy importante en mi vida y a él le debo también la oportunidad de hacer teatro. En la Universidad estuve en el grupo Teatro Girón con un capital humano extraordinario donde estaba Carlín, Milton Reyes, Lidis Lamorú, Mireyita Abreu y Onelio Escalona, que era profesor del Pedagógico.
Cuando me gradúo me ubican como metodóloga municipal, un cargo que no desempeñé por diversos factores, y de ahí me inserto a trabajar junto a mi hermana en el grupo Teatro Duende. Trabajando allí, Carlín escribe varias obras de teatro, pero especialmente el público recuerda una que era reflejo del Período Especial, etapa en la que enfrentamos problemas sociales muy severos como la prostitución. Fue entonces cuando se estrenó en el Teatro Eddy Suñol "Hermanas" con gran aceptación del público.
Esa faceta como actriz fue muy bonita. Hace poco le decía a dos grandes amigos realizadores y compañeros de trabajo, Nora Martínez y Dagoberto Batista, asesores del programa A Buen Tiempo, que un día antes de morirme volveré al Teatro con algún personaje, aunque sea de una viejita.
HACE CASI DOS DÉCADAS, DE LUNES A VIERNES TIENES LA TAREA DE CONDUCIR A BUEN TIEMPO ¿CÓMO LLEGAS AL PROGRAMA?
Trabajando en Radio Taíno Holguín llegaron a la emisora las profesoras Isabel Reinaldo y Bárbara Iglesias, ellas querían hablar conmigo y con Jaime Yoan porque se iba a aprobar la tira del mediodía en la televisión territorial y habían pensado en nosotros para que fuéramos los conductores. Yo siempre he sido muy atrevida, dije que sí y salimos al aire el 5 de mayo del año 2003.
UN PROGRAMA EN VIVO COMO A BUEN TIEMPO GENERA NO SOLO EL RECONOCIMIENTO SOCIAL, SINO EL RETO DE SOLUCIONAR EN EL SET DIVERSOS IMPREVISTOS. ¿PODRÍAS COMPARTIR CON LOS LECTORES DE ¡AHORA! ALGUNAS DE ESTAS SITUACIONES?
En el programa en vivo me han pasado un montón de cosas; por ejemplo que explote una lámpara mientras estamos al aire. Los filamentos del bombillo caliente cayeron, una parte frente a mí, que quemó la alfombra del set, y otra parte en el asiento del entrevistado y claro está, el televidente no debía percatarse del caos que esa situación generó en el estudio.
Manifestaciones de cariño del público tengo a diario y de eso te pueden dar fe mis compañeros de trabajo y mis amigos. Tengo historias con mi esposo, por ejemplo, nos paran en la calle para tomarse una foto conmigo que él mismo hace; y una anécdota bien simpática fue durante la grabación de un programa en el municipio de Antilla, cuando se me acercaron unas señoras muy amables diciendo que me querían tocar para confirmar que era de verdad, jamás se me olvidará.
DESDE HACE UNOS MESES COMPARTES TU LABOR EN EL PROGRAMA A BUEN TIEMPO CON EL JOVEN LOCUTOR Y RECIÉN EGRESADO PERIODISTA ANIEL SANTIESTEBAN ¿CÓMO SE GESTÓ SU ENTRADA AL PROGRAMA?

Aniel Santiesteban García es un joven que he seguido siempre de cerca porque tiene cualidades, aptitudes y valores humanos maravillosos. Se vinculó a los medios de comunicación desde los primeros años de su carrera y su entrada al programa tiene que ver con los cambios que comenzamos a realizar durante el verano.
Es válido recordar que por muchos años el programa estuvo marcado por dos conductores y todavía la gente recuerda a Jaime Yoan. También queríamos oxigenarlo, darle un toque de juventud, porque a pesar de tener veinte años en pantalla el programa sigue siendo visto por los jóvenes, y siendo sincera, con él estamos garantizando el relevo. Creo que ha sido en estos veinte años un importante logro y un punto de giro en la historia de A Buen Tiempo.
¿CÓMO LOGRAS EQUILIBRAR EL TIEMPO ENTRE LA CONDUCCIÓN Y LA REALIZACIÓN DE GUIONES PARA OTROS ESPACIOS TELEVISIVOS COMO MITOS DE LA SALUD?
Escribir guiones es algo que me fascina. Es un ejercicio que requiere de mucho oficio. Escribo para A Buen Tiempo, toda la propaganda de Radio Holguín y también Mitos de la Salud. Mitos fue un proyecto que llegó a la televisión por un libro sobre tradiciones y remedios populares en el oriente del país y enseguida pensé en dedicar a esa temática un programa, que inicialmente formó parte de la tira de televisión creada por Jaime Yoan, conocida como VSD, en las tardes de viernes, sábado y domingo; pero tenía tantos seguidores que me proponen forme parte de la parrilla de programación de Tele Cristal y hoy ya tiene 15 años en pantalla.
Tiempo después surgió la versión radial por un joven estudiante de periodismo durante su estancia en las prácticas en Radio Holguín y fue muy cercano también a mi trabajo ya que entre los dos lo pensamos, lo creamos y sigue hasta hoy al aire, todos los sábados a partir de las 11 de la mañana.
¿QUÉ SIGNIFICADO HA TENIDO EN TU VIDA PERSONAL Y PROFESIONAL LA TELEVISIÓN EN HOLGUÍN?

Trabajar en Telecristal, ha sido, y es, una experiencia única. Es ese lugar de superación y de crecimiento profesional constante que te obliga a entrenar el ánimo, la disposición, el entusiasmo... En la televisión he podido conocer y trabajar con personas maravillosas, talentosas y creativas como el equipo de A buen tiempo y de Mitos de la Salud.
Claro que al tratarse de un medio que no deja indiferente a nadie, resulta complejo exponer delante de una cámara opiniones sobre determinados temas que pueden gustar a unos y molestar a otros; y es que trabajar en la televisión requiere de mucha preparación, pero también de osadía que convierte el trabajo televisivo en una actitud de vida.
OBTUVISTE EN 2021 POR CUARTA OCASIÓN EL PREMIO DE LA CIUDAD EN EL APARTADO DE COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL ¿CÓMO FUE REALIZAR EL SERIADO QUE FUE PREMIADO?
Este seriado de mensajes se llama No hay un único Martí en Cuba y salió precisamente de la idea de entrevistar a personas martianas. Por eso te encuentras desde una realizadora audiovisual, un catedrático, un científico, un médico hasta un estudiante.
Lo importante era visualizar el legado martiano en las voces de jóvenes, ellos fueron construyendo la historia del Martí que llevan dentro. Yo estoy feliz con los Premios de la Ciudad porque no solo reconocen al medio donde te desarrollas, sino que te posiciona también dentro del mundo de la realización.

¿QUÉ LE GUSTA HACER A VIVIAN EN SU TIEMPO LIBRE?
Hace mucho que no sé lo que es tener tiempo libre. Si tuviera el tiempo y pudiera elegir me encantaría salir a pasear, adoro caminar por la ciudad. Me gustaría dedicarme a la fotografía, desde hace mucho tengo mi cámara y me encantaría dedicarle espacio a esta labor.
¿QUÉ LE QUEDA POR HACER A VIVIAN GARCÍA ROJAS?
Seguir trabajando, consolidar lo alcanzado. Soy una convencida de que todo puede ser perfeccionado. Para mí los finales indican el inicio de grandes partidas. Cada día, cada jornada es como si otra vez comenzara todo de nuevo.