Entre tu y yo
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- Escrito por: Ivón Peñalver
- Categoría: Entre tu y yo
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Uno de los rostros que irrumpió inesperada y gratamente en la pequeña pantalla cubana, hoy revive el desafío de moverse muchos kilómetros desde la capital hacia su casa, luego de regalar una convincente y necesaria actuación: la Nidia de Los hijos de Pandora.
Solo así se me ocurre presentar y agradecer a Yudexi de la Torre esta conversación, en la que se mostró sencilla, afable y excelente conversadora, tal y como la recordaba, tras nuestro primer intercambio hace un tiempo atrás.
Con la Nidia de la telenovela Los hijos de Pandora compartió el Portal de la Televisión Cubana:
¿Cómo llegas a Los hijos de Pandora?
“Para suerte mía, haber trabajado con Fiallo en la telenovela Vuelve a mirar -por cierto, la primera vez que compartíamos un proyecto- fue la puerta que quedó abierta. Él tuvo la generosidad y la amabilidad de llamarme nuevamente para Los hijos de Pandora.
“Yo estaba en Bayamo, todavía transcurría la etapa de la Covid, y Fiallo me propuso este personaje porque me dijo que le agradaba repetir la experiencia. Me dio una sinopsis del personaje y al leerlo le dije: «Allí estaré, Vamos a ver cómo resolvemos la situación de la distancia, pero estoy muy feliz con la nueva oportunidad».
“Lo primero que me agradó cuando me encuentro con el personaje de Nidia fue la enorme diferencia que existía entre ella y Sarita, el último papel que interpreté en la televisión antes de Los hijos de Pandora. Muchos todavía la recuerdan por su ternura, pues estaba todo el tiempo en búsqueda de su papá por ese cariño que le faltaba. Y como ven, Nidia es todo lo contrario; por tanto, justo ese cambio marcaba el punto que me ayudaba un poco a ubicarla en un tipo de sicología y de comportamiento muy singulares. Y si no el más, fue de los principales ganchos que tuve para asumirlo con mayor placer.”
¿Cuál fue el recurso actoral para interpretar a Nidia?
“Por supuesto, tuve que estudiarla a profundidad para asumir las maneras aparentemente frías y desprovistas de afecto de Nidia para con su hija y las personas que le rodean; se trataba de buscarle el porqué, en esa esencia se centró el poder establecer una relación empática con ella. Así, poco a poco, unido a las conversaciones con la actriz Iris Pérez -a quien agradezco mucho- fueron elementos fundamentales a la hora de colocar a Nidia en un campo emocional que me ayudó a proyectarla.
“Un recurso que yo siempre aplico -y muchos actores estoy segura de que también lo hacen- es ver sicológicamente al personaje y a qué responde. En mi caso yo lo traduje en una frase: Nidia no sabe querer, o sea, ella ama a su hija, la considera el centro de su vida, pero no tiene las maneras, porque no las aprendió, para manifestar ese sentimiento. Desde hace mucho tiempo viene sufriendo una decepción amorosa, sintiendo el peso de la soledad y está llena de carencias afectivas que no le permiten comportarse de otra manera.”
¿Qué lugar ocupa Nidia en este momento de tu carrera?
“Yo siempre guardo con mucho cariño cada uno de los personajes que interpreto, ya sea en la radio, el teatro, el cine y ahora en la televisión. De todos aprendo. Siempre digo que los personajes que asumo me dan una comprensión diferente de mí misma. Y eso, a su vez, me ayuda mucho más a conocer al ser humano.
“En el caso de Nidia, en principio sentí un poco de temor pues resulta ser uno de esos personajes que les nombra negativos. Entonces lo rico estaba en no defenderla de mí; yo no quería interpretarla desde la defensa, sino Nidia se comporta de esta manera y quien tiene claro el porqué soy yo. Por tanto, Nidia para mí, en este tercer personaje al que doy vida en una telenovela, va a ocupar un punto importante porque aprendí mucho de ella. Yo tengo dos hijos y de conocer a Nidia como la conocí, creo que ha contribuido a mejorar mi relación con ellos, o sea, el personaje me dejó muy bien entendido qué no debo hacer en torno a la relación padre e hijos, por lo tanto, es algo bueno. Todo lo que te deja un saldo positivo -aun cuando la vía me haga sentir “odiada”- es bueno para el aprendizaje del actor y Nidia es un excelente ejemplo de ello.”
Nidia, un personaje polémico, ¿qué retos te impone entonces?
“Definitivamente sí, es un personaje polémico. Hay en ella conceptos muy convencionales de cómo debe ser y entenderse el tratamiento de una madre para con una hija y cuando se rompen esos indicadores se le hace rechazo, se le ve como una mala persona y peor madre. Y resulta muy difícil, entonces, que se vuelque hacia ella una mirada compasiva; sin embargo, he tenido la satisfacción que muchas personas que dedican un instante a comentar sobre la telenovela y a quienes mucho le agradezco, puedan hallar también una justificación de alguna manera, emocional, a los comportamientos del personaje.
“Muchos televidentes se detienen con profundidad en qué pasó en la vida de esa mujer que fue abandonada y tuvo que criar a su hija sola por lo que su presente es una larga sumatoria de amargura y frustración. De ahí, surge un cierto entendimiento hacia ella que, sin dejar de verla como un personaje sumamente contradictorio, le ofrecen la posibilidad de ser valorada.”
Entonces es Nidia una queridamente odiada
“Eso de poder ser queridamente odiada, como me dices, te confieso que me sonrosa y lo siento como un gran halago. Si bien es un personaje que cae mal por su comportamiento, a su vez las personas tienen la delicadeza de dedicarle un instante a entenderla, y eso es algo muy importante para mí, como mismo el hecho de disfrutar del lindo gesto del televidente que logra apartar el personaje de la actriz. Todas son actitudes que me hacen muy feliz.
“Me ha sucedido en ese tiempo que se me acercan adolescentes, niños y adultos para decirme, entre otras cosas: «Qué pesada eres, pero felicidades», e indudablemente son comentarios que me alegran el día y al mismo tiempo me crean una gran responsabilidad y un compromiso cada vez mayor.”
¿Qué proyecto(s) suma Yudexi de la Torre luego de Los hijos de Pandora?
“Al concluir Los hijos de Pandora pensé tomarme un receso para trabajar en la tesis con mi niña que también es actriz y se graduaba de nivel medio. Era un sueño que tenía de compartir el escenario con mis dos hijos, pues el varón es también actor. Resultó y fue un sueño cumplido. Trabajamos en su tesis, adquirí nuevos compromisos por acá y quería dedicarme a ellos, pero pasaron días y meses y volvieron a tocar a mi puerta. Esta vez fue Loysis Inclán con quien ya había trabajado en la telenovela Entrega -la primera que me abrió las puertas de la televisión nacional-. En aquella oportunidad, la dirección general estaba a cargo de Luberta y la codirección era de ella, mientras el trabajo con los actores corrió a cargo de Osvaldo Doimeadiós.
“Loysis me llamó y me enamoró con la propuesta del personaje, me desglosó un poco sus características, por lo que me fue imposible negarme, si esa es una de las cosas que más disfruto. Así que creo que una vez más me voy a “abandonar” a esta linda aventura con otra historia y un nuevo personaje. Vamos a ver qué pasa”.
Con esa sencillez que le comentaba al inicio, Yudexi se prepara a dar vida a otro personaje que poco a poco irá haciendo suyo. Mientras la esperamos, no podía quedar fuera de esta entrevista un agradecimiento que reiteró en más de una oportunidad:
“Solo puedo dar las gracias a todas aquellas personas que siempre tienen un bonito comentario con el que me alientan y empujan a seguir adelante en estos tiempos difíciles que vivimos. Igualmente, mi gratitud hacia Luberta, Fiallo y ahora Loysis. Vamos a ver qué sucede con esta próxima telenovela Viceversa y con el personaje de Esther.
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- Escrito por: Yoandry Avila Guerra / Fotos Daniela Dashiel Rodríguez/CDiseño de portada Annelis Noriega Guerra/ubavision
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Para la actriz Arianna Delgado el viaje como Katia en Los hijos de Pandora, la telenovela cubana en transmisión por “el canal de todos”, comenzó con una llamada telefónica del director Ernesto Fiallo.
“'No te comprometas con nada largo. Tengo un personaje muy bonito para ti, y te va a gustar'. Y en efecto, cuando leí de qué iba, me encantó”, confiesa la joven, no sin antes hablarnos de alguna que otra duda profesional que la asaltó al acceder a los guiones completos del dramatizado.
Y es que ella también se sintió fuertemente atraída por el rol que encarna la actriz Roxana Broche, y resulta ser la mejor amiga de Katia en la ficción televisiva.
“Al inicio, mi ego de actriz me impulsaba a interpretar a Addis, me parecía que tenía más jugo. Sin embargo, la forma en que estaba escrita Katia hizo que me fuera enamorando, poco a poco, del personaje.
“Desde que leí los guiones me dije 'Esta mujer tiene que verse diferente al otro personaje' (Sandra, en la telenovela Vuelve a mirar, también dirigida por Fiallo y con gran parte del elenco de la obras actual). Empecé por fuera, literalmente, porque a veces los personajes llegan a ti de maneras diversas, y yo primero la vi a ella desde lo externo.
“La imaginé estilizada, ecuánime; no es que no tenga carácter, sino que es una mujer fuerte sin dejar de ser amable. Así fui buscando la ropa y proponiendo detalles a Fiallo hasta que quedó una muchacha sensual”.
Para Arianna, una de sus obsesiones como actriz es la persecución constante de la verdad. Un modus vivendi actoral en el que intenta construir todo el tiempo personajes que se sientan reales: “Necesito que el espectador conecte con algo que le estoy dando, y que diga 'Ño, a mí me pasó eso o yo hubiera reaccionado de esta manera'”.
“Hasta a un personaje negativo intento buscarle qué elementos de contacto tiene conmigo, porque solo así lo voy a poder defender; y en esa defensa está la búsqueda de mi punto de vista con respecto a lo que le sucede a ese personaje. Es como aprovecharte de lo que dice él para expresar también tus propias cosas. Eso lo he aprendido del teatro.
“En el caso de Katia, lo que hice fue tomar ventaja de sus maneras de asumir la maternidad: ese nivel de comunicación, entendimiento y raciocinio entre ella y Amaya que deseo con mi hija”.
No obstante, confiesa que interpretar a la joven científica no fue un ejercicio exento de conflictos personales. Y, precisamente, en ese afán de darle vida a la muchacha que se le asomaba desde el manuscrito, intentó reconciliarse, primero, con su decisión de criar sola a la pequeña que concibió junto a Raidel (interpretado por Rodrigo Gil).
“Creo que no lo hubiera hecho así. Yo, Arianna, me sentaría con esa persona para decirle 'Mira, estoy embarazada y voy a tenerlo. No tienes que asumirlo, quiero que lo sepas'.
“A raíz de esto, pienso cómo defender a una mujer a quien al final la vida le demostró que era algo que tenía que haber hecho en su momento: porque la niña es un reflejo vivo de su padre. Por el guion, tiene el mismo nivel de inteligencia que él. No es una niña promedio.
“Entonces, cómo seguir ocultándole a una pequeña tan inteligente que existe una parte paterna con la cual se va a identificar más. Y eso Katia lo sabe”.
La decisión de Katia de viajar fuera del país sin su hija, para completar sus estudios de maestría, también supuso un conflicto para la joven actriz a la hora de comenzar a armar al personaje, refiere.
Arianna entendió la oportunidad que esta experiencia significaba en la búsqueda de una realización profesional para su personaje, mas dudaba acerca de depositar el cuidado de Amaya en un hombre que no conoce a la niña.
La intérprete está consciente de que muchas personas podrían llegar a juzgar a Katia por sus decisiones, debido a que la herencia patriarcal persiste en otorgar a mujeres y hombres roles en torno a la crianza.
En ese sentido, el dramatizado de Fiallo intenta visibilizar a través del escenario audiovisual nuevas maternidades y paternidades en evolución.
Si le preguntan a Arianna al respecto, ella considera que desde el momento en que Katia decide asumir la maternidad en soltería hay un acto de valentía inmenso, además de irse en contra de los cánones establecidos.
“Ser madre soltera no implica ser solo madre: también eres mujer, trabajadora y un ser social, ¿cómo entonces jugar con todo eso? Y mantener una familia sólida siendo tú, madre, padre y el único referente educacional de tu hija”, acota.
“Katia lo duda todo el tiempo —su viaje a España—. Sin embargo, entiende que su trabajo es importante, que es esencial que ella termine la maestría y crezca como profesional.
“También quiere ofrecerle a ese padre la oportunidad que le quitó. Esa sería como la parte más humana de su conflicto. Creo que ella se siente en deuda con Raidel, de alguna manera, por privarlo de la crianza de la niña.
“Al no darle información de la existencia de Amaya impidió por cinco años que formara parte de la vida de la pequeña. Ve la relación entre ellos, y piensa 'Se lo debo a él pero, sobre todo, le debo a ella conocer a su papá'.
“El suyo es un acto de fe y de valor bastante duro”, enfatiza.
Acerca de paternidades en la Cuba de hoy, Arianna señala que se ve con naturalidad a padres cuidando hijos, asumiendo la cocina y el cambio de culeros mientras las madres trabajan.
“Tiene mucho que ver con la pareja”, acota y advierte que considera que la sociedad cubana va camino a un entendimiento de modelos de crianza que trascienden lo establecido.
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Amaya mira a Katia con sus ojazos, y la ternura sobrepasa la pantalla del televisor. Existe una genuina empatía entre la niña-actriz y quien encarna a su madre en la telenovela Los hijos de Pandora.
Ambas expresan un vínculo que se percibe con naturalidad, y encanta al público nacional, ávido a la hora de compartir en redes sociales escenas creíbles entre progenitora e hija ficticias.
Arianna recalca que el amor hacia Salet (la pequeña que interpreta a Amaya) fue a primera vista, y recuerda aquella semana en que ella y el actor Rodrigo Gil, convocados por Fiallo, participaron en el casting donde se escogería a los infantes del dramatizado.
Un proceso de selección conducido por la directora Mariela López, donde la joven comenzó a entender “cómo pulsar sentimientos con los niños para lograr resultados actorales”.
“Fue una semana entera de trabajo, donde pasaron muchos pequeños. Ahí hice de Addis, Carmen y Katia.
“Salet fue la primera niña que pasó el primer día. Cuando llegamos al final de la semana hicimos un recuento. Lourdes —la asistente de la novela—, Mariela y yo estuvimos de acuerdo que ella era Amaya. La llamamos de nuevo para realizar escenas más emotivas. Siempre fue ella”.
Katia y Amaya o Arianna y Salet se reencontraron en la Casa Productora de Telenovelas para tomarse unas fotos que requería el proyecto, y más adelante filmaron una escena juntas.
“No nos vimos más durante meses, hasta que llegamos a grabar a la casa nuestra. Confieso que sufrí de celos maternales, pues ella venía de rodar en la casa de Petra (Paula Alí) y en la de Yamila (Haydée Rosa). Llevaba tiempo en esas locaciones, y traía una familiaridad tremenda con parte del elenco.
“Entonces me dije 'Dios mío, cómo recupero a esta niña para mí', porque ella había establecido códigos de cariño con gran parte del resto de actores y actrices.
“Tuve que entender lo que hacían con ella y sus textos. Fiallo despliega con los niños una manera de trabajo que me gusta mucho: él no les da guion; cuando llegamos al set les enseña el manuscrito y se lo aprenden un poco allí, pues el objetivo es que la actuación sea lo más natural posible.
“Con Salet fui como una madre celosa tratando de halarla para mí, con el fin de intentar establecer empatía verdadera. Creo que nos fue bien...”.
Destapando interioridades del proceso de realización de Los hijos de Pandora, Arianna cuenta que intentó potenciar el enamoramiento hacia Raidel que persiste en Katia: “Considero estaba implícito, pero quise enfatizarlo y llevarlo más allá del guion. Ella es una mujer que no ha tenido otra pareja, y que de manera abierta dice que él le gusta. Evidentemente, sigue amando a este hombre”.
En los más recientes capítulos del dramatizado vemos que la antipatía entre Addis y Raidel va desapareciendo, y se augura un posible interés romántico. ¿Sucederá esto?¿Representará un conflicto para la amistad de Addis y Katia?¿Cómo asumiría Katia un posible romance entre su amiga y el padre de su hija?
“El público cubano es inteligente, conoce la telenovela y cómo funciona el género. Los televidentes se identifican con los personajes y construyen versiones de sus historias de las que a veces me río, pues sé que hay muchas probabilidades de que sucedan.
“Hay quienes me paran en la calle y me comentan 'No seas boba, te van a quitar el novio'. Hay personas que me escriben para advertirme que si Raidel se empata con Addis no van a ver más Los hijos de Pandora.
“La gente está empezando a generar odio hacia Addis, y una empatía hacia mí que agradezco. Creo que tienen que darse la oportunidad de entender a ese personaje, que es precioso. Katia se va, es lo único que te puedo decir. Sucederá un mundo en su ausencia, y desde allá hay situaciones que no va a poder controlar”.