Gustavo Fernández–Larrea, director del popular espacio televisivo, ofrece algunas valoraciones sobre este producto comunicativo

Con Gustavo Fernández–Larrea solo había intercambiado algunas pocas palabras por teléfono antes de nuestra cita. Desde el primer minuto que le escuché, me pareció muy simpático, sobre todo cuando pregunté cómo era físicamente y respondió: “bajito, medio gordito y de cabello largo trenzado”.

El día llegó. En efecto, lucía tal cual, nos saludamos y encontramos para conversar el único sitio donde jamás hubiera imaginado realizar una entrevista, un escenario. Le había pedido verle para conocer un poco más del fruto de su trabajo como director de La Neurona Intranquila, ese programa de la televisión, trasmitido los viernes a las 8:30p.m., que nos convida a competir desde nuestras casas; ese que instruye y mezcla de todo un poco, como asegura Gustavo al comparar el espacio con un plato típico de varios países: el ajiaco.

“La Neurona es un ajiaco porque hay de todo, viandas por doquier, carne, sazones, en fin, porque se tocan temas sin prejuicios de ningún tipo”.

-¿Quién o quienes preparan las preguntas de participación?

-Cuatro personas que conformamos el equipo de creación: Baudilio Espinosa (conductor), Carlos Fundora (asesor), Luis Alexis Pérez (Nwito, director del grupo humorístico La oveja negra) y yo. Escribimos todo lo que nos parece interesante y una vez al mes nos reunimos y elaboramos las preguntas con esa materia prima compilada. Ellos escriben la sección de los dramatizados y el resto lo hacemos entre todos. Cuando esa parte inicial está lista, mandamos a un colaborador a agrupar las informaciones que lee el locutor en off, Marlon Marlon, y finalizamos con la ayuda de otro colaborador, encargado de hacer los dibujos de la sección Identifícalo. Ellos trabajan desde sus casas y me envían las cosas por correo electrónico, así completamos el guion y a grabar.

-¿Cómo escogen a los concursantes?

-El primer paso es lanzar una convocatoria, regularmente hacemos un spot de televisión, el cual promocionamos en varios medios de comunicación, donde invitamos a los interesados a que un día, a una hora específica, se presenten a competir.

“Los cuestionarios los aplicamos en una primaria cercana al ICRT, la cual siempre colabora con nosotros. Antes aplicábamos las preguntas y dábamos mucho tiempo para que las contestasen. Entonces, la última convocatoria fue dividida en dos fases, una primera parte donde se deben contestar en un tiempo límite interrogantes de cultura general, y un segundo momento cuando las personas deben enfrentar situaciones de agilidad mental. Tratamos de mantener el mismo perfil del programa, incluso con iguales tiempos; luego calificamos y decimos los aprobados el mismo día”.

-¿Existen algunos parámetros o reglas que cumplir para presentarse a la convocatoria?

-No hay requisitos, la edad no tiene límite, a no ser para competir en La Neuronita. Nosotros no brindamos preparación previa, ni damos objetivos para estudiar, cada persona va al programa con lo que sabe. Siempre compartimos con los concursantes que no tiene por qué ser mejor el que gana.

“El programa tiene condimentos de suerte, por ejemplo, uno puede tener vasta cultura, pero ser lento para contestar. Sin embargo, quien está a tu lado es todo lo contrario y te puede ganar. En definitiva, la intención del programa no es quién pierde o gana, sino crear una familia de los interesados en el conocimiento, el saber”.

-¿Algún día filmarán el programa en otra locación que no sea un estudio?

-No pienso, hasta el momento, en exteriores siempre se corre el riesgo de perder calidad en imagen y sonido. Muchos nos solicitan grabar en otras ciudades del país, pero solo podemos hacer sin reparos meras actividades; por ejemplo, en Ciudad de La Habana lo hemos hecho en varios centros de trabajo y estudio, pero no podemos sacrificar la eficacia del programa por dar un gusto al público.

-¿Cuáles son las principales dificultades que afronta el equipo para poder completar cada capítulo?

-Pasamos un poco de trabajo, es la verdad; por ejemplo, los guionistas no tienen acceso a Internet y les resulta muy difícil buscar informaciones. Incluso hemos incurrido en algunos errores de concepto -cosa que no debe ocurrir-, pues existen sitios a los cuales tenemos mayor acceso pero los datos tienen erratas por no actualizarse con frecuencia, como Ecured o la Wikipedia.

“Hemos tenido participantes que son especialistas en una rama y nos han dado en el mismo programa explicaciones de cómo son las cosas, comentan acerca de los descubrimientos recientes. Si los escritores pudieran visitar los sitios correctos, no incurriríamos en dichas fallos.

“Otro problema es la calidad de los competidores. La presencia femenina en las convocatorias es escasa y muchas no tienen la preparación requerida, aun así tratamos siempre de lograr un balance dentro de los finalistas para participar en el programa, pero a veces es mejor que no la haya.

“También en la capital se va agotando el talento, porque no todas las personas con conocimientos para ir al programa se atreven a pararse delante de las cámaras y cada vez pasamos más trabajo para lograrlo, de esta situación surgió la idea de ir a buscar talentos por las provincias y creo que es una oportunidad para quienes quieran participar. La buena noticia es que estamos en la disposición de hacerlo, en diciembre o enero es posible que pongamos en marcha este plan”.

-¿Cuáles modificaciones ha sufrido y sufrirá La Neurona desde que empezó a trasmitirse por el Canal Habana?

-Ya tenemos realizadas cuatro temporadas de 56 capítulos cada una, en total 224 episodios. Comento esto porque al inicio el programa iba encaminado a un público más profesional, estudiantes universitarios con interés en el saber, pero hoy, y así lo han demostrado los estudios de audiencia hechos por el CIS, es sintonizado por miles de familias. El público se ha ido modificando, por eso a veces no son de tanto rigor científico las preguntas, el televidente quiere participar y si uno solo lo hace para especialistas, pues simplemente apagan el televisor o escogen otro programa.

“El dramatizado va a sufrir cambios, se debe sustituir por otras secciones, puesto que es de los espacios menos gustado, sin embargo, es de los que más me gusta. Pero trabajo para el público y como mismo suprimimos aquellas entrevistas finales sobre la base del criterio de los televidentes, llegará el momento cuando otras secciones capten la atención de nuestros seguidores.

“Lo más novedoso que estamos preparando es el cambio de estudio, si se nos autoriza a grabar en uno como el 10, que tiene asientos para público, debemos convertir La Neurona en un show, donde cada competidor viene acompañado de sus seguidores, quienes le pueden mejorar la puntuación dándole la respuesta de alguna interrogante. Queremos establecer ese tipo de competencia donde la gente se sienta más partícipe del programa, tanto en el set de filmación como en sus casas, pero sin perder la esencia de lo logrado. No queremos caer en cualquier tipo de banalidad”.

-¿Cómo surge la Neuronita y si está sujeta a cambios?

-La idea surge porque en el casting se presentaban muchos adolescentes, de entre 12 y 15 años. Aunque la mayoría son muy despiertos, no es justo ponerlos a competir con un profesional graduado. Decidimos crear un hijo del programa y nombrarlo Neuronita, o sea, la Liga Juvenil de la Neurona Intranquila.

“La División de Programas Dramatizados y el Departamento de programación quieren que se quede como un espacio habitual, pero no tenemos capacidad de estudio y estamos en la búsqueda del lugar donde podamos grabar. Tenemos en mente uno, pero se requiere de Unidad de Remoto y transporte. Hay que tener bien seguro eso para comenzar”.

-¿Las instituciones habituales que colaboran con los premios de los ganadores?

-El Instituto Cubano del Libro, Artex, Suchel, disqueras como la Egrem. Estamos ampliando cada vez más los regalos, existen artistas independientes que se nos han acercado para colaborar y así vamos conformando los estímulos.

“Que estas instituciones dieran presentes al principio no estaba del todo permitido, parte de los regalos los hicimos nosotros mismos. Creamos una revista de pasatiempos que salió por Artex, lamentablemente solo dos números, como versión impresa del programa. Se puede hasta competir en dúos o en grupos más numerosos, tiene secciones para niños, para dibujar, también creamos juegos de mesa didácticos, ahora este proyecto se lo propusimos a RTV comercial, estamos en espera de una respuesta”.

Después de una larga charla cerré mi agenda y comprendí que La Neurona y sus descendientes son un ajiaco de conocimientos y merecen la atención de instituciones culturales y de nosotros, el público que sustenta su vida, pues un programa de este perfil sirve de ejemplo en la producción de dramatizados.

LO ÚLTIMO DEL SITIO
Eventos

María Regla Figueroa Evans / Fotos: Cortesía de la entrevistada
Temas

Valia Valdés / Fotos: Cortesía del entrevistado
Temas

Luis Casariego / Fotos: Cortesía de algunos entrevistados
Articulos favoritos

Maya Quiroga / Fotos: De la autora
Protagonistas

Ivón Peñalver / Fotos: Cortesía de la entrevistada

Plataforma WEB de la Televisión Cubana Copyright © | tv.cubana@icrt.cu  |  23 y M, Vedado | Código Postal 10200 | La Habana CUBA          

SIGUENOS

CARTELERA DE CANALES NACIONALES