Santiago sonó en Cuba

En las audiciones realizadas en la región oriental para la tercera temporada de “Sonando en Cuba” se probaron más de 500 cantantes

Los cantantes de la joven generación santiaguera participaron en las audiciones para la tercera temporada de Sonando en Cuba. En las filas para las suscripciones se reconocía al vecino, al médico del consultorio de familia o la jovencita de quince años de edad que aunque no sabía el título del clásico que iba a interpretar cambió su uniforme para gobernar el micrófono del Complejo Cultural “Capitolio” de Artex.

Para los candidatos que llegaban constantemente de provincias como Las Tunas, Holguín, Camagüey y Guantánamo fueron insuficientes las jornadas para probarse y clasificar. Quizás se necesite un programa de selección con más oportunidades para los que se auxilian del transporte público para llegar a tiempo a la prueba.

Aun así, si en las audiciones anteriores se echó de menos en número a la fuerza interpretativa de Santiago, esta vez la provincia saldó esa deuda con el concurso Sonando en Cuba. “La formación académica en esta región es muy sólida y han pasado por aquí personas excepcionales. Ha sido una experiencia difícil de narrar, esto ha estado minado de cosas simpáticas y dramáticas. Hubo una mancuerna entre trovadores de la talla de Matamoros, Sindo Garay y autores como Leoni Torres y eso habla muy bien de la aceptación que tiene el público del repertorio de la música cubana”, confirmó Enrique (Kiki) Corona, jurado preselección en la zona oriental.

Alrededor de 500 participantes asistieron a las audiciones para la tercera temporada del concurso que tuvo a Santiago como ciudad anfitriona de la región oriental. El sexo femenino prevaleció en los participantes y, en correspondencia, las mujeres fueron líderes entre los preseleccionados.

Cuando se llega a la tercera temporada de un proyecto que intenta validarse como producto cultural, se iluminan experiencia e intenciones. “Queremos incluir eso en este programa, la posibilidad de que los autores incursionen en lo urbano y veremos luego de la competencia.

“Yo estoy muy contento que en esta ocasión Santiago respondió como se espera. Hay mucho talento aquí, por eso yo respeto a esta plaza musical. Nosotros tratamos de escoger e incentivar en ellos la espontaneidad interpretativa, que no existan patrones o una imitación de ningún modelo. Las voces que he encontrado aquí son muy buenas, se van a sorprender con ellas y con el trabajo que haremos para pulirlas“, declaró Paulo Fernández Gallo, mentor de la región oriental.

En la plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales se definió en concierto a los ocho intérpretes que representarán al oriente del país en Sonando en Cuba, un concurso que intenta parecerse en cada edición a lo real de la herencia musical de la Mayor de las Antillas y que esta vez apuesta por la convocatoria de autores para incentivar a los jóvenes a crecerse desde el talento.