Un esfuerzo colectivo de sus futuros trabajadores propició la transformación de una vieja terminal de ómnibus a lo que es hoy una escuela para los profesionales del audiovisual del territorio holguinero y más allá. El 5 de diciembre de 1976 surgió la televisión en Holguín.
Ya había sido creada la Escuela de Capacitación en sus inmediaciones en 1970, formadora de los nuevos realizadores de los centros de televisión que se continuaron creando a lo largo del país. Pero no es hasta el 30 de septiembre de 1978 que comenzó su vida activa y se pudo sostener una programación regular.
“La televisión en Holguín nació con una proyección informativa con la creación del llamado Grupo Norte Informativo. Los trabajos los redactábamos aquí y nos daban un pase para Santiago de Cuba, donde se transmitía un noticiero para la provincia de Oriente. Eso lo hacíamos con medios muy artesanales y se trabajaba mucho con la fotografía fija”, comenta Magalys Pupo, reportera jubilada.
“Luis Tolosa Acuña fungía como corresponsal de los noticieros nacionales y también tributaba a Tele Rebelde (santiago de Cuba). El tomaba la información redactada y el rollo de película grabado con las principales imágenes, se dirigía a la terminal de ómnibus o al aeropuerto y enviaba ese material en el mismo día para La Habana, donde era procesada finalmente”, recuerda Hugo Edelqui Cruz, periodista y director de TV jubilado.
En los comienzos de la década de 1980 se enmarca el despliegue tecnológico del telecentro y se confecciona una programación más amplia y de mayor calidad. En esa fecha se monta la sala de control maestro, el telecine, cubículos para edición y transmisión de video-tape y un equipo de control remoto, así como equipamientos para emisiones en colores.
“Había además un laboratorio de fotografía y uno de revelado cinematográfico. El proceso de edición era manual, se grababa con cintas de 16 mm y ello ofrecía la posibilidad de reportar desde la calle. Este avance tecnológico nos fue preparando para concebir nuestro propio noticiero Holguín de 5 a 6 en 1982”, recuerda Frank Batista, director de fotografía.
“Holguín de 5 a 6 fue la conjunción de muchas ideas que incluía diversas secciones como musicales y noticias. Este fue un espacio que echó raíces en la población y caló hondo con su estilo de aglutinar toda la producción audiovisual que gestaba el telecentro. Había mucha crítica, se investigaba, existía una representación de la provincia y también de Las Tunas”, explica Alfonso Bandera, director de programas jubilado.
“Yo recuerdo que en la primera emisión de la revista, el secretario del Partido de la provincia en aquel momento hizo una intervención especial, y dijo, entre otras cosas: “les pido a este colectivo joven que siempre divulguen la obra y el quehacer de los holguineros”, razón que ha movido a este grupo en 44 años de labor”, recuerda Dania González, locutora fundadora.
La llegada de una cámara portátil a colores permitió la presencia informativa de todos los municipios de la región, operada por el experimentado camarógrafo Oscar Feria. Era un programa bastante complejo en el sentido operacional y la participación del equipo; el mismo cambió de nombres varias veces y percibió retoques en el formato con el transcurso de los años.
Auge tecnológico para crecer:
De una dependencia del canal Tele Rebelde en Santiago de Cuba, el estudio creció y se convirtió en un referente de talento y prestigio formador de los nuevos realizadores.
Surgieron espacios culturales como Arte y Folklore, Rumores de la Campiña, Intercambio Joven, y la participación constante en actividades deportivas, culturales y políticas con sus medios de Control Remoto. Este y otros aspectos le fueron dando un sitio relevante dentro del conjunto de los telecentros de Cuba.
El 16 de abril de 1986 el canal comienza a identificarse como Tele Cristal. Desde ese momento su programación se enriqueció más desde el punto de vista de los contenidos de dimensión territorial, por lo cual en su agenda se incluyeron nuevos temas, abordados con enfoques diferentes y criterios de noticiabilidad que privilegiaran la proximidad geográfica, la novedad, originalidad, entre otros. También se introdujeron los primeros espacios informativos, como el telediario Al Día, con 27 minutos de duración.
Programas de alcance nacional como El Patio de Gabriela y Caricare en Clave de 2 perfilaron la profesionalidad de sus realizadores, no sin olvidar que Video Lux dirigido por el maestro Francisco Rosabal había marcado el germen del video clip en el país.
El aporte de directores, camarógrafos, periodistas, luminotécnicos, guionistas y demás integrantes de este telecentro hoy se concreta en una programación de amplio espectro que concibe una parrilla compuesta por programas informativos, científico-técnicos, juveniles, musicales, históricos, infantiles y dramatizados.
Durante estas décadas Telecristal ha acompañado con su labor los más disimiles eventos, ha informado minuto a minuto de cada acontecimiento ocurrido en la provincia, pero también cuenta con el aporte de los corresponsales nacionales que forman parte del colectivo de periodistas.
En el año 2002 surge el espacio que sería el referente noticioso más importante de los últimos años, revista En Primer Plano, informativo por excelencia de la televisión holguinera que sale al aire en el horario del mediodía.
“La experiencia en el programa En Primer Plano es la que me ha marcado por sobre todas la demás e impulsado mi trayectoria profesional en el canal. Es muy emotivo estar rodeado de trabajadores, unos jóvenes y otros más experimentados que se entregan diariamente para llevar al pueblo holguinero lo mejor de su oficio y del quehacer periodístico de la provincia”, comenta Salvador Hechavarría, director de programas.
A través de este espacio todo el país es testigo de las actividades más importantes acontecidas en el mundo de la cultura, el deporte, la salud, educación, en cada una de las esferas económicas, políticas y sociales que se respiran al norte oriental de Cuba.
De los programas fundadores el campesino Rumores de la Campiña es el único que prevalece dentro de la parrilla. El multifacético editor y director de programas Aníbal Rodríguez, desde hace algunos años asumió el timón del mismo. “Poco a poco me he ido superando y desde el punto de vista profesional he transitado por varias especialidades hasta que llegué a edición y he incursionado además como director de programas. Telecristal es mi casa y mi escuela”.
Un reto inédito que trajo el 2020:
La contingencia epidemiológica a escala global a causa del coronavirus movilizó a todas las fuerzas informativas del telecentro. La actualización diaria se convirtió una vez más en la principal tarea. La vida no se paralizó puertas adentro de este medio de comunicación. Desde situaciones adversas y en las circunstancias más arriesgadas se contaron las historias y se transmitió la información oportuna y confiable a todo un pueblo que la esperaba frente a sus televisores.
Cámara al hombro, micrófono en ristre como el mejor fusil y ataviados con los medios de protección, periodistas y camarógrafos se dispusieron a perseguir el lado amigo de esta difícil situación. Empeñados en mostrar las manos que salvan, los hombros que se unen y las mentes que no descansan. Profesionales que sin contar horas se fueron a las calles, centros de aislamiento, hospitales, fábricas, comunidades en cuarentena, los verdaderos escenarios de la pandemia.
Testimonios de pacientes recuperados, experiencias de médicos, vivencias de los trabajadores de los servicios y voluntarios, fue la energía que movió a los más audaces. Mientras, otros cumplieron su función de quedarse en casa y contribuyeron con las redes sociales, la actualización de las plataformas en Internet y la generación de otro tipo de contenidos.
Nuevos espacios noticiosos se gestaron por estos días difíciles, que requirieron de doble esfuerzo y mucho esmero; la voluntad de llevar todas las tardes durante cuatro meses una Revista Especial actualizada, cercana, nutrida de información veraz y útil. Un equipo movilizado para que esta llegara a feliz término por la calidad de las transmisiones y por reflejar, de la manera más alentadora posible, el contexto que se vivía.
También, desde la redacción digital mediante el sitio web www.aldia.cu, surgido el 14 de marzo del 2001, se potenció la publicación de contenidos multimedia de actualidad, mientras, las redes sociales fueron muestra de la inmediatez que debe primar en circunstancias como estas.
“Hemos comprendido una vez más, a fuerza de chocar con la realidad, que nuestra labor es imprescindible, y que requiere sobre todo de compromiso ineludible y amor por lo que hacemos. También nos hemos reconocido en una audiencia que busca en nuestros programas la respuesta a sus inquietudes o la solución a sus problemas. La transformación de las rutinas nos ha cambiado como personas y como profesionales”, dice Aliuvan Moreira, Subdirector del Departamento Informativo.
En el umbral del aniversario:
Por estos días se vive una experiencia de transformación para los espacios físicos del telecentro. Una oleada constructiva se ha producido en las instalaciones. Pronto, mejores condiciones laborales y una imagen renovada, lucirá el Telecristal que todos queremos.
Mientras, la impronta de la televisión holguinera cala en cada uno de sus trabajadores en espera de su aniversario. La sabia de los fundadores imprime el espíritu de los que se inician y sostiene la vocación de quienes peinan canas delante y detrás de las pantallas.
“A la televisión llegué desde muy jovencita; me ha encantado este mundo en el cual descubrí cosas interesantísimas que, aún con los tantos años de trabajo que tengo, todavía me atrapan. Significa para mí disciplina y mucha responsabilidad”, expresa la locutora Maité Santiesteban.
“Este trabajo me ha permitido relacionarme con un gran número de personas en diferentes ámbitos, conocer lugares y también poder ayudar a muchos a expresarse, dar a conocer historias de vida, absorber la experiencia de los apasionados por la televisión”, comenta Eylin Abreu, directora de programas.
“Comencé siendo casi un niño, y participé en la construcción de las instalaciones. Luego empecé a estudiar y me hice sonidista hasta hoy en día. La labor aquí me ha permitido conocer varias personalidades, aprender mucho y crecer profesionalmente. Para mí la tv es familia”, cuenta Alfredo Blanco, realizador de sonido.
“Es muy bonito retroceder en el tiempo, en un recuento breve pero muy grande y estar seguro de que este es el espacio donde debí estar toda la vida, nutrido de lo mejor de uno y que me ha enseñado a ser mejor persona y profesional”. Palabras de Salvador Hechavarría que expresan el sentir de muchos de los trabajadores de Telecristal que tuvieron la oportunidad de fundar un canal territorial y luego crecer en él como grandes del audiovisual holguinero.
Hoy, a 44 años de que la primera señal de televisión saliera de estos estudios un equipo novel sigue la fórmula de los más experimentados. Aquí se combinan conocimientos sólidos con ganas de aprender y superarse. Telecristal abre sus puertas a los jóvenes y continúa siendo el referente informativo de cada hogar de la ciudad.