Entre tu y yo
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- Escrito por: Luis Casariego / Fotos: Del autor y cortesía de la entrevistada.
- Categoría: Entre tu y yo
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El que actúa, necesita vocación. El actor nace, no se hace...
Laura Margarita Rodríguez de la Uz. Laurita para los amigos, próximo a la fecha de su cumpleaños nos recibió en su casa con esa sonrisa que siempre la caracteriza. Comenzamos preguntándole por su vocación por las artes y nos cuenta que desde muy niña quiso ser artista; ya estando en el preuniversitario participaba en los festivales de la FEEM y posteriormente pasó el curso de la Escuela de Instructores de Arte, donde tuvo excelentes profesores, entre los que recuerda con cariño a Emelina López y Huberto Rodríguez y otros más que sería interminable esta lista.
En 1992 se gradúa en la Escuela Nacional de Instructores de Teatro de La Habana, aunque su debut que fue en el cine siendo aún estudiante, y en 1990, cuando protagonizó el filme “Hello Hemingway” el que fuera dirigido por ese gran director al que ella considera como su padre, Fernando Pérez, donde ella obtuvo el premio a la mejor actuación femenina en el XII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, con este filme ganó su primer CORAL entrando por la puerta ancha en el mundo de la actuación. También ha sido nominada en dos ocasiones como Mejor Actriz en los premios Platino.
A partir de aquella fecha desarrolló una brillante carrera artística que abarca todos los medios dentro de las artes escénicas como el cine, el teatro y la televisión. Sus actuaciones en puestas en escenas de clásicos del teatro cubano como: “Electra Garrigó”, “La Boda”, "Mascarada Casal" o seriales como “Blanco y Negro ¡No!” y “¡Oh, La Habana!”. Siendo de gran agrado del público cubano y muy elogiado por la crítica especializada.
En el cine ha actuado en un sinnúmero de películas, ha actuado en los siguientes filmes, entre los que se destacan: "Hello Hemingway", "Una Pistola de verdad", "Historia de un amor adolescente", "Madagascar", "La Muerte", "Amores", "Historias clandestinas de La Habana", “El cuerno de la abundancia”, “El Benny”, “La película de Ana”, “Vestido de Novia”, "Divina desmesura", “Y sin embargo”, “Boleto al Paraíso” y “Esther en alguna parte”, entre otras.
En la Televisión Cubana ha trabajado en series y programas como las telenovelas "El Naranjo del Patio", "Konrad", "Blanco y Negro ¡No!", "A lo mejor para el año que viene", el infantil "Pocholo y su pandilla", y en el humorístico “Punto G”, y algunos otros más.
Un día se entera que están ofreciendo becas y ella opta por una en Chile en un centro llamado “Escuela Internacional del Gesto y la Imagen” La Mancha de Santiago de Chile. Allí pasó cinco años de su vida, donde se especializó en movimiento, mimo, máscaras, pantomima blanca, comedia del arte y otras especialidades. En el 2000 se gradúa como comediante internacional de dicha escuela. Nos dice que estas especialidades la han ayudado mucho en su desempeño en su carrera como actriz, para realizar lo mismo un drama que una comedia o una pantomima. En el 2001 ya Laurita de la Uz dirige en Chile la obra “Mentita´s bar” con la compañía de teatro “La Sombra”.
Esta muchacha que no envejece a pesar de que ha pasado algún tiempo y tener una hija maravillosa en el 2002 y que es nombrada por ella Amaranta, por “Cien Años de Soledad”. Laura no descansa, o lo hace muy poco ya que posee un intenso tren de trabajo y un laborioso espíritu que en realidad solo la incita a actuar y actuar. Ha desarrollado una brillante carrera que abarca todos los medios audiovisuales: el cine, el teatro y la televisión. Ha hecho más de 25 películas, entre las que se destacan: “Hello Hemingway”, “Madagascar”, “La película de Ana” y “Vestido de Novia”, entre muchas otras.
En televisión ha tenido también actuaciones memorables como: “El naranjo del patio”, “La Amada Móvil”, “Konrad” y “Pocholo y su pandilla”, “El camino de los Juglares”, “Blanco y negro, No!”, “A lo mejor para el año que viene”, “Punto G”, “Jura decir la verdad”, “La vida según Nicolás”, “Extravios”, entre otras tantas. En teatro mencionamos a “Mascarada Casal”, “El rey no ha muerto” y las más recientes “Heaven”, “Delirio Habanero” y el exitoso “El Reality Show de Laura de la Uz”.
Esta magnífica actriz ha recibido varios premios tanto nacionales como internacionales que por lo numerosos que son no podemos mencionarlos todos pero ha obtenido algunas nominaciones y premios: Premio a la mejor actuación femenina en el Film Festival 11th Atlantic en Canadá 1991, Premio a la Mejor Interpretación Femenina por “Los minutos, las horas”, en el XII Festival Internacional de Cortometrajes de Torrelavega, en España, 2011, en Brasil, Italia, Argentina y Nueva York; en Cuba cuatro premios CARICATO, también como el Premio Covarrubias, el Avellaneda y el Florencio Escudero de la UNEAC así como la medalla “José Manuel Rodríguez” de la Universidad de La Habana por su exitosa carrera artística.
No queremos terminar esta breve reseña de la actriz, Laurita de la Uz como le llaman sus amigos cercanos, sin desearle en el “Día del Amor” y coincidentemente por su cumpleaños los mayores éxitos en su vida personal y artística y que cumpla muchos años más con salud y entusiasmo, para que continúe deleitándonos con sus magnificas actuaciones en el cine, televisión y en las tablas. ¡Muchas Felicidades!
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- Escrito por: Félix A. Correa Álvarez
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«Tengo un gran compromiso con mi profesión y con mi público»
Nacido a escasos metros del Central Venezuela, en un rincón avileño impregnado de nobleza y tierra colorada, Pablo Daniel Peguero encontró su su pasión por la locución desde temprana edad. Aunque se define como retraído, su potente voz desmiente cualquier atisbo de timidez.
Con apenas 30 años, se sumerge en sus recuerdos y atribuye sus éxitos a la suerte, pero en lo más profundo reconoce que su realidad se construyó con tesón y constancia.
Su conexión con la radio fue orgánica y auténtica. Desde niño, Peguero se grababa a sí mismo e inventaba programas, dando vida a locutores imaginarios y a un estudio de radio que solo existía en su mente. En su barrio, cada vecino se convertía en su audiencia cautiva, participando en entrevistas improvisadas o simplemente escuchándolo leer.
La oportunidad se presentó cuando la periodista avileña María Reyes Gámez le hizo una entrevista. Ángel Lorenzo Broche Ruedas, maestro de radialistas en el centro de Cuba, escuchó su elocuencia y decidió contactar a sus padres para invitarlo a realizar pruebas para un programa infantil en Radio Surco, emisora provincial en Ciego de Ávila. Este fue el momento que selló su destino y lo sumergió completamente en el fascinante mundo de la radio.
A los 12 años, Pablo Daniel llegó a Radio Surco. Inspirado por figuras como Laritza Ulloa, Rodobaldo Hernández y referentes locales como Alberto Pardo y Déborah Chinea, comenzó su carrera en la locución. El universo radiofónico que se abría ante él.
«Cuando comencé a estudiar en la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas (UCLV), un giro inesperado se presentó cuando la madre de mi hija escuchó por Radio Placetas una convocatoria para un curso de locución. Tras presentarme a la prueba de aptitud, la superé con éxito. Este fue el punto de partida para un proceso de aprendizaje que implicó asistir, sábado tras sábado, a la emisora CMHW, donde recibí clases de grandes profesionales como Liván Ramos, Samuel Urquía y Alfredo Iturria».
En la CMHW, Peguero se habilitó como locutor profesional y comenzó a desempeñarse en la programación de la madrugada, específicamente en el popular musical Al ritmo de la noche. Esta experiencia fue significativa, ya que, durante sus estudios en la UCLV, tuvo la oportunidad de ganar su propio dinero realizando un trabajo que amaba:
«Al ritmo de la noche marcó mi ingreso como profesional de la palabra a los medios. Aunque era un programa transmitido en vivo y durante la madrugada, me brindó valiosas lecciones y me enseñó a desenvolverme con seguridad al hablar.
«Considero que todos aquellos que nos adentramos en este medio debemos pasar por la programación de la madrugada, ya que aporta significativamente al desarrollo profesional».
— ¿Volviste a Radio Surco?
«Sí. Debido a circunstancias de la vida, retorné a Ciego de Ávila y a Radio Surco. Mi regreso coincidió casi con el inicio de la pandemia de Covid-19, lo cual representó un gran desafío. A pesar de pensar que tendría que reconstruir mi vida desde cero en todos sus aspectos, nunca he temido afrontar los retos. Siempre abordo estas situaciones con dignidad; "echando p'adelante", como decimos los cubanos.
«En Radio Surco comencé nuevamente en la programación de la madrugada y luego como sustituto en otros espacios. Esta etapa también se convirtió en otra escuela para mí, una experiencia que me hizo regresar a mis inicios, a mi génesis».
— La transición a la televisión también fue un paso importante en tu carrera. ¿Cómo describes esta oportunidad?
«En Ciego, la televisión también hizo su llegada, siendo totalmente desconocida para mí; sin embargo, mi disposición a arriesgarme y enfrentar cualquier reto prevaleció.
«El salto a la televisión fue un momento crucial en mi carrera, una oportunidad que me demostró que es posible cumplir sueños cuando los tienes bien definidos en tu mente, sin que nada ni nadie pueda impedirlo».
— Después vino La Habana…
«En 2022, tomo la decisión de embarcarme en la búsqueda de mi sueño, trasladándome a la capital con una mochila llena de anhelos y metas que acariciaba desde mi infancia. Estaba convencido de que era mi momento y que podía lograrlo.
«Inicié mi trayectoria en Canal Caribe, seguido por Radio Rebelde y Radio Reloj. Poco a poco, perfeccioné mi trabajo y me di a conocer. Creo que, con esfuerzo, sacrificio y dedicación, he logrado cumplir las aspiraciones de aquel niño que alguna vez soñó en grande.
«También, en La Habana, logré obtener mi primer nivel en locución, algo que al principio me resultaba difícil creer, ya que a veces me cuesta aceptar que logré locutor». —se le humedecen los ojos—
Actualmente trabajas en distintos espacios de la radio y la televisión. ¿Cómo encuentras el equilibrio?
«He tenido la oportunidad de conducir programas informativos y variados, desdoblándome para demostrar siempre de lo que soy capaz.
«Por ejemplo, Canal Habana me brindó la oportunidad de formar parte de Habana Noticiario. Es increíble pensar que de pequeño admiraba estos espacios y que hoy en día tenga el privilegio de trabajar en ellos, es algo sumamente gratificante.
«Una experiencia inolvidable fue cuando me llamaron para sustituir en el Noticiero del Mediodía. Realmente no puedo explicar lo que se siente; son tantos sentimientos encontrados que estas palabras no logran expresar. Saber que grandes profesionales de la comunicación estuvieron sentados allí, y que yo, a pesar de mi juventud, tenga ese privilegio, es un honor, un compromiso y una responsabilidad enormes.
«También, en Cubavisión Internacional, debuté en una revista variada que se transmite los domingos al mediodía, un programa totalmente diferente a lo que venía haciendo».
Fuera del bullicio mediático, cuando no está frente a los micrófonos, Peguero encuentra placer en la sencillez de estar en casa o en la compañía de amigos, una faceta que demuestra su aprecio por las relaciones personales. Además, aprovecha su talento culinario y la satisfacción que le brinda la cocina, una habilidad que utiliza para desestresarse pues, según él mismo afirma: cocina bien rico.
Este equilibrio entre lo laboral y personal es un testimonio de su capacidad para separar ambas esferas, a pesar de los desafíos que la vida cotidiana pueda presentar:
«Todos enfrentamos problemas; somos seres humanos. Hay días en los que ni siquiera deseo salir de casa, pero el deber me reclama. Tengo un gran compromiso con mi profesión y con mi público», revela.
Peguero comparte su valioso consejo con aquellos que se inician en la locución: «Humildad, esa es la palabra mágica que abre puertas y oportunidades». Esta humildad, combinada con su pasión y entrega, ha sido la clave de su éxito en el desafiante y competitivo mundo de la comunicación.
Como padre de una «bella princesa», como cariñosamente llama a su hija, encuentra en ella su motivación principal. «Ella es el motor impulsor de mi vida. Por ella me levanto todos los días a "comerme" el mundo, a ser mejor persona. Mi éxito, al menos el que he podido alcanzar, se lo debo a ella. Es mi vida entera, mi razón de ser y estar», confiesa con emoción.
A lo largo de su carrera, Pablo Daniel Peguero ha sabido mantener un enfoque inquebrantable en su compromiso con la audiencia. Su filosofía, impregnada de sencillez y humildad, se resume en una simple frase: «Que las personas me quieran y le guste mi trabajo, ese es mi mayor premio».