Entre tu y yo
- Detalles
- Escrito por: Chábeli Rodríguez García/Vasnguardia
- Categoría: Entre tu y yo
- Visto: 1166
Yolepsis González Reyes resulta una actriz muy versátil, sin embargo El derecho de soñar constituye su primera telenovela.
Entra por la puerta de la emisora CHMW cual si fuera su hogar. Abanico en mano y paso ligero. Todos voltean a saludarla cariñosa y efusivamente. Con una sonrisa en los labios, responde a cada llamado. Yolepsis González Reyes, primera actriz del Grupo Dramático de la CMHW, desborda una sencillez inigualable.
A la Reina Radial del Centro, Yolepsis le ha entregado su vida y profesión. «Cuando me gradué, lo primero que hice fue teatro durante muchos años. Pero después llegué a la radio y aquí me quedé. Amo este medio profundamente. Es lo que más me apasiona hacer», comenta emocionada.
En los estudios radiales, ha encarnado disímiles personajes; todos han dejado una marca en su carrera artística. Yolepsis González ha demostrado una gran versatilidad como actriz en varios medios. Por ello, regresar a las tablas siempre resultó un deseo necesario.
«Estuve 18 años sin hacer teatro. Durante la pandemia, en esa situación crítica, el encierro nos hizo considerar a Lázaro Soto y a mí llevar a escena un monólogo muy teatral que hice en la radio. Empezamos a trabajar en él y lo estrené en enero del año pasado. Resultó muy bueno, porque yo añoraba volver al teatro y no había conseguido hacerlo. Pues no encontraba textos que me motivaran o no encontraba el tiempo; la radio es un trabajo que me absorbe mucho», explica la actriz.
Yolepsis también integra el elenco de la novela cubana El derecho de soñar, merecido homenaje a la radio de nuestro país. «Alberto Luberta y yo nos conocimos en un festival Santamareare, en 2019. Cuando Ángel Luis Martínez Rodríguez y él escribieron esta novela, como ellos sabían de mi amor por el medio, pensaron en mí para dos de los personajes», explica.
Así, viajó en el tiempo y reencarnó en otra piel, para regresar al futuro en otra profesión. «Hice casting en la parte de época para Martha Casañas, una actriz de radio que físicamente tenía cierto parecido conmigo, un personaje de relleno de la época. Y luego, en la parte contemporánea de la novela, hice casting para Vivian, una periodista que tiene sus propios conflictos personales. Una profesional muy competente, en quien confía la directora de la emisora para trabajos importantes. Vivian no tiene serios problemas profesionales, pero personales sí tiene conflictos muy fuertes. Transita desde el capítulo 8 hasta el 60, en que termina la novela», asegura Yolepsis González Reyes.
Relata: «Después del casting en septiembre, me mantuve yendo y viniendo a pruebas de vestuario, de maquillaje, ensayos. Y el día 1.o de diciembre del 2022 comenzó el rodaje de la parte de época; duró todo ese mes. De enero a marzo del año en curso, grabamos la parte contemporánea de la novela».
Pese al sacrificio de los viajes a la capital, El derecho de soñar llegó en un momento inmejorable de la carrera artística de Yolepsis. «Había regresado al teatro, continuaba haciendo radio y llega la novela. Fue como una explosión de mucho trabajo, algo que siempre agradezco».
La pantalla no resultó novedosa para Yolepsis González Reyes. «En televisión como conductora, estuve 20 años en Telecubancán. Allí tuve varios programas y uno dedicado a la música. En el telecentro hice algunos dramatizados para programas». Sin embargo, como actriz, El derecho de soñar constituye su primera telenovela. «Un trabajo totalmente diferente, porque un dramatizado se graba en un día, mientras la telenovela excede ese período de tiempo, resulta mucho más complejo. Son muchas escenas, hay varios conflictos y lleva muchísimo más rigor».
González Reyes asegura que rendir tributo a la radiodifusión cubana «fue como una fiesta. El elenco poseía muchos actores que hacían radio. Ese constante homenaje al medio que más amo y en el que más me gusta trabajar, resultó muy lindo».
Yolepsis ejerció su misma profesión en otro tiempo, distante y diferente al suyo. «Le decía a Ángel Luis, escritor de la novela, que agradezco mucho esas apariciones como Martha Casañas, porque trabajaron la época con mucho rigor. Cuidaron en demasía la ambientación, todo el trabajo de arte, el montaje de los personajes, la caracterización en cuanto a vestuario y físicamente. Resultó muy grato revisitar esa historia que uno conoce porque trabaja en el medio, pero que la gran audiencia de la novela ignora».
«Esa “guerra del aire” fue real, las diferencias entre las dos cadenas, la lucha entre Goar Mestre y Amado Trinidad, Gaspar de Santelices, Mari Valero, Félix B. Caignet, la figura del dramatizado radial por excelencia, al cual veneramos quienes actuamos o escribimos para la radio. Fue una etapa muy bonita que disfruté mucho. Agradezco siempre haber tenido la posibilidad de estar en esas pequeñas apariciones en la primera parte de la novela», afirma la actriz.
El papel de Vivian en El derecho de soñar también resultó, de alguna manera, un homenaje a los reporteros radiales. «Para conformar los personajes siempre tomo referencias de la vida real. En mi trabajo en la emisora CMHW he conocido a muchos periodistas. No me inspiré, no busqué el paradigma de una sola persona, sino de varias. En la CMHW tenemos excelentes periodistas. La entrega que he visto siempre en ellos traté de transmitirla, de potenciarla en mi interpretación del personaje de Vivian», confirma Yolepsis González Reyes.
La entrega de los periodistas de la CMHW le sirvió como referencia para interpretar el papel de Vivian. (Foto: Tomada del perfil de Facebook de Ángel Luis Martínez Rodríguez)
Ella ama a la emisora por encima de cualquier medio, lo cual no la ha privado de incursionar en otros terrenos. Por ello, asegura que entre la radio, la televisión y las tablas, existen muchas diferencias.
«El teatro es proyección, el encuentro cercano con el público que te permite palpar de primera mano lo que siente y te retroalimentas inmediatamente. La radio te ofrece la infinita posibilidad de interpretar disímiles personajes, todos muy diferentes; a veces en un mismo día e, incluso, en un mismo programa. Para mí es lo mejor que tiene este medio y lo que más me atrapó como actriz. La televisión combina imagen y sonido, te hace muy popular. Da ese cuestionamiento inmediato porque la gente te reconoce, te aborda en la calle y cuestiona constantemente lo que sale en pantalla. Son medios diferentes, pero un actor es un actor, no importa el escenario en que se desenvuelva. No hay actores de radio o de televisión o de teatro o de cine, simplemente hay actores».
Fotos: Tomadas del perfil de Facebook de Ángel Luis Martínez Rodríguez.
- Detalles
- Escrito por: Jordanis Guzmán Rodríguez
- Categoría: Entre tu y yo
- Visto: 1582
Por estos días una nueva telenovela cubana ha despertado la atención de no pocos, gracias a esa brillante idea de rendir homenaje a un medio que ha acompañado a los cubanos durante cien años, que ha marcado pautas importantes desde el arte y que ha sido imprescindible en la conformación de una identidad nacional. La radio es el medio a quien la nueva telenovela El derecho de soñar le rendirá tributo durante 60 capítulos, en el que hombres y mujeres del medio serán los protagonistas absolutos de sus historias.
Dividida en dos etapas, la novela cuenta con un abultado elenco de actores veteranos y noveles. Uno de los jóvenes que se estrenan en el género telenovela con esta entrega, es Ángel Ernesto García Brito, un joven soñador, apasionado, con gran experiencia en la radio y con una necesidad inmensa de contar algo desde su profesión.
Según él mismo, su participación en la telenovela será breve, pero lo suficientemente contundente para ver a plenitud sus habilidades histriónicas y ese cúmulo de emociones que lo acompañan. Además de actor, Ángel Ernesto García Brito se desempeña como director general de la compañía de variedades infantiles Lokimundo y es locutor en varios espacios de la radio y la televisión; de hecho, en este verano, lo veremos integrar el staff del programa de participación Sorpresa XL. A un artista con esa gran capacidad para el trabajo había que hacerle una entrevista y entender de dónde nace tanta pasión y compromiso por la actuación.
Con la humildad que lo caracteriza, Ángel Ernesto nos concedió esta entrevista, pese a que su mente y su corazón andaban perdidos en los terrenos de la tristeza, por la pérdida física de su madre, a la que considera el motor impulsor de su carrera y que siempre lo acompañará y guiará su senda. De esta manera dimos pasos a las preguntas que el joven respondió con locuacidad y prontitud:
¿Cómo fueron tus primeros acercamientos a la actuación?
«Mis inicios en la actuación fueron con el primerísimo actor, director y docente, José Antonio Rodríguez, con el cual pude pasar dos talleres de acercamiento a la actuación. Me atrevo a asegurar que un 90 % de lo que hoy soy como actor se le debo a estos talleres y al maestro José Antonio. Bajo su manto descubrí como poder sacar de mí muchos rasgos y emociones que no tenía, y que debes construir junto a tu personaje y darle así, la fuerza escénica que necesita.»
¿Qué te movió a dar el salto a la profesionalización?
«Al no aprobar las pruebas de la ENA, donde la gran actriz y profesora Corina Mestre alentó a no rendirnos a todos los muchachos que quedamos en esa ocasión eliminados, me tracé el objetivo de seguir, de no claudicar, de demostrarme a mí mismo que podía de alguna manera transitar el camino de la actuación, aunque no fuera desde la academia.
«De esta manera seguí estudiando, me hice promotor cultural, luego vino el deseo de dirigir mis propios espectáculos, y es así cómo paso el curso de dirección artística en el centro Félix Varela. En este tiempo también pude entrar a la compañía Arte-Estudio El hombrecito verde, donde aprendí mucho. Luego ingreso a la compañía profesional de marionetas Hilos mágicos y más tarde, de la misma manera pude entrar a Teatro Cimarrón, donde también aprendí muchísimas cosas que a la larga me sirvieron para mi carrera futura.
«Pero llegó un momento en que quería sentir que pertenecía a algún lugar profesionalmente, y creo así mi compañía Lokimundo; una compañía de variedades infantiles que surge como un proyecto comunitario, sociocultural, que poco a poco fue ampliándose y colaborando con personalidades importantes del país, lo que nos abrió muchas puertas. Esto me permitió entrar a la agencia ACTUAR, que a su vez trajo mi acercamiento a la radio y que lograra profesionalizarme. De esta manera, ese primer impulso adolescente de no detenerme ante los tropiezos y dificultades, al fin dio frutos.»
¿Qué lugar ocupa en tu corazón la radio?
«Para mí la radio es muy importante. Tiene un lugar muy especial en mi corazón, pues en ella tienes que entregarlo todo a través de la voz; comparado con los demás medios escénicos, en la radio tienes que solucionarlo todo artísticamente con el sonido, es muy difícil; hay actores que no se atreven a hacerlo por lo complejo de la técnica radial. Mis primeras oportunidades profesionales han sido en la radio, por lo que le debo demasiado, tanto a Radio Arte como a Radio Progreso, y a directores como Vicky Suarez, Maykel Chávez o la gran Carmen Solar, que me dio la oportunidad de protagonizar la última radionovela que dirigió.
«Las habilidades histriónicas que me ha dado la radio son invaluables, pues interpretar en muy poco espacio de tiempo personajes diferentes y alejados a mi psicología, es un gran regalo para cualquier actor. Es un medio que se debe apoyar y que de seguro no va a morir nunca, pues siempre habrá un radio-escucha dispuesto a informarse, entretenerse o instruirse desde las ondas radiofónicas. Es la radio una compañera leal que siempre está cuando el oyente lo necesita.»
Además de la actuación llevas muy bien el rol de locutor y director artístico. Háblame de esas dos pasiones que complementan tu carrera actoral.
«Siempre tuve la inquietud de conducir algún espacio, de poder tomar habilidades en la locución, conocer la técnica, y a la vez dirigir, que es algo que me apasiona. Así pude cursar los estudios, tanto de locución como de dirección artística, lo que me preparó para asumir estas dos aristas artísticas de las cuales no me puedo desligar. Estas dos pasiones, las he tratado de llevar a la par con la actuación, lo que permite salir de un estudio de radio donde estoy interpretando un personaje, para entrar en otro donde conduzco una revista juvenil, y luego llegar a mi compañía donde lo hago todo: actuar, conducir y dirigir.
«Las tres cosas son parte de mí, y aunque prefiero la actuación, creo que necesito de las tres para desarrollarme artísticamente. En el caso de mi compañía, es mi proyecto de vida, el cual voy a defender siempre, por encima de cualquier proyecto que pueda aparecer, pues más que un proyecto somos una familia, compuesta ante todo por grandes seres humanos. En Lokimundo todos tienen un espacio; personas discapacitadas física o intelectualmente, u otras que sencillamente le han cuartado las oportunidades en otros lugares, pero que poseen un gran talento y algo importante que decir.»
Cursas tercer año de dirección en la FAMCA. ¿Cuánto te aporta estos estudios a tu formación?
«La FAMCA para mí es una gran oportunidad que se me ha dado para poder desarrollarme en esa faceta de director que me encanta. De niño siempre le decía a mi mamá, que quería ser director de cine; es por eso tal vez que estoy embarcado en esta aventura, a pesar de que mi trabajo me consume mucho tiempo, y que a veces no puedo cumplir todo lo que quisiera con el rigor de la universidad; pero creo que podré graduarme de la FAMCA y hacer realidad el sueño que compartí desde niño con mi madre.»
¿Cómo llegas a El derecho de soñar?
«Mi llegada al derecho de soñar fue muy peculiar. Al trabajar en la radio tengo la gran fortuna de compartir micrófonos habitualmente con Ángel Luis Martínez, uno de los escritores junto a Albertico Luberta de esta telenovela. Ángel Luis pensó en mí para un pequeño personaje, porque ya el elenco principal estaba conformado, pero de igual manera me alegré, pues participar en un proyecto televisivo de la magnitud de una telenovela es algo que cualquier actor sueña.
«Pero ocurrió que ese primer personaje tuvo que ser otorgado a otro actor, lo cual hizo que me conformara y desistiera de trabajar en la telenovela; un buen día me llama el mismísimo Albertico Luberta para decirme que tenía otro personaje para mí. Me puse más contento aun, pues es un personaje que, aunque pequeño, tiene gran importancia a nivel dramatúrgico; acompaña actoralmente al personaje protagónico de la primera etapa en 1948, interpretado por la actriz Yaremis Pérez, con un desenlace que marca el tono de la obra en la etapa posterior.
«Luego este personaje en la segunda parte de la telenovela es interpretado por el primerísimo actor Luis Rielo, lo cual es un honor y un gran compromiso para mí como joven actor. Pienso que el público va a disfrutar de esta telenovela, que es la primera para mí, y espero que pueda hacer muchas otras. Tengo que agradecerle a Luberta, a Yailín Coppola como directora de actores, a los productores de la telenovela, a Ángel Luis y a los actores con los que tuve la suerte de interactuar en las escenas.»
¿Cuán importante crees que sea este homenaje a la radio desde la televisión?
«Hacerle un homenaje a la radio en un espacio tan visto como la telenovela cubana es de suma importancia, ya que va a llegarle a las nuevas generaciones la historia de la radio; la fuerza que tuvo el medio en los primeros años de creado y de estar en nuestro país. Muchas generaciones de cubanos aún siguen y recuerdan esa edad de oro, donde hubo tantos artistas y realizadores que dieron todo por el medio.
«También será un gran homenaje a El derecho de nacer, esa radionovela fundacional del formato, escrita por el más humano de los autores, Felix B. Caignet. Todo esto mezclado con la etapa actual en la que se ve cómo se hace la radio hoy por hoy, calará en el público, sobre todo en aquellos que siguen los programas radiales con tanta fidelidad. Se debía este homenaje a la radio hace mucho tiempo, pero que sea ahora en sus cien años, significa un regalo más que merecido para radialistas y los fieles oyentes.»
¿La radio siempre formará parte de ti?
«Como muchos actores y actrices, uno debe ampliarse en diferentes medios profesionalmente hablando. Hay muchos casos en que el artista debe abandonar la radio para siempre, porque deciden dedicarse a otros medios que indiscutiblemente absorben tiempo y disposición. Pero existen actores que deciden quedarse hasta al final en ella, y yo soy uno de ellos.
«El amor que se le tiene a la radio, el respeto que esta merece y su eterna presencia, hace que yo siga fiel a ella. Mi agradecimiento hacia la radio es proporcionalmente igual al amor que le tengo. La radio es magia, es entrega, es inmediatez. Por fortuna en estos tiempos tengo mucho trabajo en ella: como locutor integro el equipo de Disco Fiesta 98 de Radio Ciudad de la Habana, a la vez conduzco De joven a joven en la COCO, y he tenido la oportunidad hace poco de unirme al equipo de Visión en Radio Rebelde, bajo la égida de Luis Ríos Vega.
«Además, me mantengo como actor haciendo unitarios, teatros o cuentos, y continúo en el primer programa dramatizado en el que actué: En nueve minutos. Todos estos elementos, más el amor que le tengo, son los que me hacen seguir en la radio hasta que el tiempo y la vida así lo decida.»
¿Sueños por cumplir?
«¡Son tantos! Me quiero graduar de la FAMCA, quiero dirigir proyectos, quiero tener más oportunidades en la televisión, hacer más telenovelas, quisiera poder trabajar en el cine. Sueño que mi compañía Lokimundo llegue a la mayor cantidad de personas, y que sirva para confortar sus espiritualidades; que los artistas de mi compañía se sigan creciendo, que mis niños estén orgullosos de formarse en nuestra academia, y que podamos realizar un musical infantil en el que estamos trabajando y que al público le guste.
«A nivel personal, mi sueño es rendirle homenaje todos los días de mi vida a la persona que más agradeceré siempre, y por la cual he llegado a hacer todo lo que me he propuesto: mi madre, que recién perdí físicamente, pero sé que me estará cuidando y protegiendo todo el tiempo. Sé que se fue de este plano terrenal muy orgullosa de los resultados artísticos que he tenido y del camino que con esfuerzo y entrega logré trazarme.»
A pesar de su corta edad, Ángel Ernesto García Brito es un actor que ha transitado muchos caminos en la búsqueda de un lugar donde sentirse realizado y donde compartir con otros sus experiencias y conocimientos. Su constancia ha dado frutos y confirma que todos tenemos en esta vida El derecho de soñar.