Entre tu y yo
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- Escrito por: Valia Valdés / Foto: de la autora
- Categoría: Entre tu y yo
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Inteligente y enérgica, la actriz Yamira Díaz siempre cuidó de sus condiscípulos en el Instituto Superior de Arte, mientras compartía el té de hojas de naranja agria que preparaba para sobrellevar las humedades del frío Cubanacán a finales de los años 80.
La santaclareña debe a su vertiente dramática, el haber obtenido Premio de Actuación en el Festival del Monólogo 1993 por el espectáculo Paisaje con lagunas en el espejo, aunque con frecuencia arranca carcajadas al público en las comedias dirigidas por Hugo Vargas como integrante del grupo teatral A Teatro limpio.
Varios años en la radio contribuyeron a completar su formación como presentadora y actriz en el programa Fiesta Guajira y en la programación dramatizada de Radio Progreso y Radio Arte, hasta encontrar nuevas oportunidades en la televisión y el cine.
La vida de la actriz resulta agitada por estos días pues alterna las grabaciones de la telenovela Viceversa con el cuidado de su familia. A pesar de ello, comparte con el Portal de la Televisión algunos detalles sobre el personaje que veremos en la próxima producción seriada.
«En Viceversa interpreto a Rosa, una madre posesiva, controladora, pero amorosa y tierna. Su vida son sus hijos, por tanto, sus frustraciones, dolores y desamores son la esencia del conflicto que vive.
«Como muchas madres, el personaje está en una lucha constante por mantener a la familia unida y defiende la intención de retenerlos a su lado. No acaba de entender que los muchachos han crecido y tienen derecho a hacer sus propias vidas.
«Es una familia de hoy, con preocupaciones y problemas actuales. Los hijos son interpretados por Elizabeth Castro y Rolando Rodríguez, mientras Enue Oquendo asume el personaje de mi esposo. La maternidad y la familia me resultan valores esenciales. Estoy contenta y muy agradecida con el personaje».
Yamira ha quedado en la memoria del público por su participación en las telenovelas Cuando el amor no alcanza, La sal del paraíso, En tiempos de amar y Vuelve a mirar. ¿Qué diferencia a Rosa de las caracterizaciones que asumió en las telenovelas anteriores?
«Me preocupaba que el personaje pudiera parecerse a otras madres que he interpretado, pero, por suerte, el guion escrito por Amílcar Salatti, Yoel Infante y Maria Claudia Figueroa, me dió la posibilidad de trabajar distintos matices».
¿Puede referirse a aspectos significativos que le ha aportado esta nueva experiencia televisiva?
«En el staff confluyen actores de varias generaciones, con formaciones distintas. Valoro el privilegio de compartir elenco con grandes intérpretes como Diana Rosa Suárez y Mario Aguirre, que reúnen una amplia experiencia en el audiovisual. La cercanía con esas personalidades y un equipo de actores que procede de disímiles medios me nutre, me mantiene alerta».
Yamira resalta la buena atmósfera lograda por la directora general Loysis Inclán en la telenovela Viceversa, y expresa su admiración hacia la creadora, quien lidera el proyecto en circunstancias complejas con ecuanimidad, seguridad y aplomo.
«Loysis ha reunido un equipo realmente bueno, en un ambiente en el que, por la extensión de las grabaciones se consolidan amistades, se inician otras, y el roce diario propicia una confraternidad que hace el trabajo más fluido».
Sobre el equipo técnico artístico, Yamira destacó la labor de Rafael Ayud como director de fotografía y se refirió a Eduardo Eimil, codirector de la telenovela y coach de actores:
«Eduardo ha sido el descubrimiento más grande que he podido tener. Considero que es un excelente profesor, un tremendo director de actores».
En los próximos meses disfrutaremos de la actuación de Yamira en el personaje de Rosa en la telenovela Viceversa y en el filme Una noche con los Rolling Stone, dirigido por Patricia Ramos. Siempre sincera y emotiva, Yamira Díaz tiene mucho con que sorprender a los espectadores, entre risas y lágrimas.
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- Escrito por: Por: Ivón Peñalver / Fotos: cortesía del entrevistado
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Entrevista al joven locutor avileño que en poco tiempo ha asumido desempeños importantes en la radio y la televisión nacionales.

Nos conocimos por esos azares que implican la espera en alguno de los pasillos del ICRT y le confesé mi respeto por su trabajo, especialmente en Canal Habana. Poco tiempo después me hablaron muy bien de él, como profesional, hasta que asocié su rostro con la información recibida. Entonces pensé que no podía ser casualidad, se imponía, a mi juicio, hablar más de cerca con este joven avileño en que las inquietudes personales, más la herencia de provenir de la capital de la locución cubana, influyeron en su tan buena decisión de dedicarse a vivir detrás y por el micrófono.
La radio y la televisión, según el mismo refiere, son sus compañeras inseparables; acerca del porqué de tal aseveración, conversaremos de inmediato:
¿Por qué la radio y cuanto aportó en ti?
«Desde niño fui un empedernido oyente de ese mágico medio de comunicación. A tal punto que me enamoró, y ese “bichito” —como decimos nosotros— se fue apoderando poco a poco de mí.
«Yo me grababa e inventaba mis propios programas, imaginaba a los locutores y también un estudio de radio. En mi barrio no había vecino que se me escapara de una entrevista mía o al menos le tocaba escucharme leer. Esa etapa de mi vida fue muy linda.
«Un día la periodista, de mi municipio Venezuela, que tributaba a la emisora provincial Radio Surco en Ciego de Ávila, me entrevista acerca de mi vinculación con la casa de cultura de mi territorio. Gracias a esa entrevista, y a todo lo que pueda existir, la escuchó Ángel Lorenzo Broche Ruedas, maestro de radialistas en el centro de Cuba. Él, muy curioso, le preguntó a la periodista por ese niño que se había expresado tan bien, que si lo que yo había dicho estaba escrito o si algún adulto me habría ayudado. Ella le respondió que todo fue a mente, que habían sido mis palabras. Entonces, le pidió que se comunicara con mis padres y me llevaran por la emisora, pues iba a comenzar un programa infantil dirigido por él y quería hacerme algunas pruebas. Así fue, fui a la emisora, y hasta el día de hoy no me he separado de ella. Ese fue el momento que hizo que me enamorara de la radio.
«Al medio radiofónico le debo mucho. Primero que todo la disciplina, porque para poder tener éxito se necesita mucho de ella; también en su cabina he aprendido cuan necesario es saber escuchar críticas, buenas y malas; es imprescindible ser muy receptivo porque todo se aprende para lograr el mejor resultado».
¿Cuándo decides dar el paso de la radio a la televisión?
«A la televisión llego gracias a tres personas a las que siempre agradeceré: Aymé Rabaza Romeu, Reina Torres Pérez y Damián Betanzos Hernández. Ellos apostaron por mí contra viento y marea. Me propusieron para un proyecto que nacía en Televisión Avileña porque estaban buscando un nuevo rostro. Me presenté a la prueba de cámara y la aprobé. Solo llevo en la televisión 2 años, realmente es muy poco tiempo, pero lo digo con mucha satisfacción, todos los días aprendo.
Realmente la radio y la televisión son mis compañeras inseparables, no concibo estar un solo minuto de mi vida sin ellas».
¿Qué espacios asumes en estos momentos en la televisión y cuanto te han hecho madurar?
«En La Habana vivo hace aproximadamente un año. Fue una decisión que tomé, me arriesgué y aquí estoy. Te puedo decir, que siempre tengo que agradecer mucho, eso nadie puede quitármelo, porque son muchas las personas que me han abierto las puertas, las que siguen apostando por mí y me alientan a seguir adelante.
«Lo primero que hice cuando llegué a la capital fue Radio Reloj, la gran escuela para los locutores en Cuba; luego vendría Radio Rebelde, y en la televisión me inicié por Canal Caribe, en la revista En tiempo Real. Al Duke, un gran amigo y productor, también mi agradecimiento.
«Después de estos primeros pasos entré en la gran familia de Canal Habana, primero como sustituto en Habana Noticiario, hasta que pasado un tiempo me propusieron que fuera el titular. Allí, me siento en casa, quiero decirte que son excelentes compañeros de trabajo y profesionales. Luego Leyber Gómez, otro buen amigo, me dijo que estaban buscando un conductor para Conexión Cuba, que si me interesaba y bueno le dije que sí. Igual hice la prueba y Dumay, su directora, fue de las otras que me dijo un sí rotundo.
«Soy afortunado, en este poco tiempo acá he podido, a base de trabajo y mucho, pero mucho sacrificio, ir perfeccionando mi quehacer. Del Pablo de hace dos años a este, creo que ya ni se conocen, he madurado bastante. A veces pensaba que nunca podría llegar hasta aquí, solo lo veía como un sueño, algo inalcanzable. Pero la mayor satisfacción es poder reciprocar el afecto cuando voy por la calle y me paran, me saludan y halagan mi trabajo. Eso no tiene precio»
Mención aparte para tu intervención en el Canal cubano de Noticias. ¿Qué desafíos te impone ser parte del sistema informativo y convertirte en una voz noticiosa?
«Actualmente, soy uno de los presentadores de la revista Buenos días, otro gran reto, pues desde niño la veía antes de salir para la escuela, imagínate, estar ahora ahí trabajando no puedo expresar lo que siento. La noticia siempre me ha gustado, admiraba a Laritza Ulloa y Rodolbaldo Hernández; son mis paradigmas.
«Trato de darle matices a la noticia para que no sea tan plana y pueda llegar mejor a los televidentes. Creo, que estoy logrando un buen trabajo, soy y lo vuelvo a decir, de los que aceptan todo tipo de críticas. Muchos me escriben por redes sociales para elogiar mi desempeño, y lo agradezco mucho, pues a ellos nos debemos».
Pablo, ¿proyectos en el tintero y sueños por realizar?
«Soy un hombre soñador, eso nadie me lo podrá quitar; si he llegado hasta donde estoy ahora es porque para mí el cielo es el límite. Me gustaría mucho, aunque sea una sola vez, presentar el Noticiero Nacional de Televisión, también ser el conductor de un programa musical. Como ves, son muchos sueños —sonríe—, pero siempre con los pies bien puestos en la tierra, y sabiendo hasta donde puedo llegar. Me considero un locutor que puede desdoblarse, o al menos trato de hacerlo.
«No puedo terminar sin comentarte que tengo una niña de cinco años que es mi vida, por ella es que estoy acá luchando porque un día se sienta orgullosa de lo que ha logrado su padre. Ese sería mi mayor regalo, como padre y hombre.»
Esperemos que así sea para otras muchas personas a quienes Pablo agradece la mano extendida. De la misma manera, ojalá esta primera entrevista sea el inicio de muchas otras que refieran la validez de tu trabajo en la radio y la televisión cubanas.