Con una orientación práctica la radio desprende conocimientos de forma dinámica y participativa con análisis de contenidos de audio y textos. Como el Cine no faltan técnicas de planificación y programación desde el guión técnico, pasando por la dirección de artistas, los trabajos básicos de la puesta en escena que puede ser a través de un programa grabado o en vivo resultado de guiones originales, simples o complejos y hasta adaptaciones. Un proceso que tiene el nacimiento en la idea.
La radio es más joven que el séptimo arte pero no ha estado distante de los formatos cinematográficos y mucho menos de la televisión porque aunque el discurso radiofónico dista de la imagen visible, esa imagen persiste de manera singular en la radio, porque al oír, el perceptor ve, gracias al tratamiento narrativo y dramático de los distintos géneros del medio y como si esto fuera poco en las emisoras también se utiliza el casting.
Si para el montaje de un cortometraje se visitan locaciones y se realiza un plan de producción, en la radio también se ejecutan estas prácticas porque la mayor actividad del medio tiene que ver con productos inmediatos, y los menos mediatos como las novelas, radiocuentos y teatros. Mientras en el Cine y la TV no faltan los visionados abiertos, en las emisoras se escuchan materiales antes, durante y después de salir en antena.
La edición y el montaje de un programa de radio le da un toque de acabado a la obra tal como en el cine. Una vez superado el uso de la herramienta lo importante es conocer y saber aplicar las técnicas para realizar ediciones y montajes de calidad. Esto supone el estudio del lenguaje audiovisual orientado al montaje y la práctica en casos concretos.
Hay un grupo de criterios en la radio y también fraseologías análogas con el séptimo arte, por ejemplo: Configuración del equipo y el entorno de trabajo, herramientas de edición, efectos de transiciones, importación y exportación de archivos de audio, edición y efectos de sonidos, sonorización general, grabaciones en exteriores, voces, planos, ritmo, tonos, en fin, numerosos puntos de contactos que hacen que la radio como en el cine la exigencia por un producto de calidad prime en los procesos de producción.
No hay dudas que existe una integración de sistemas de realización entre TV, Cine y Radio que son complementarios a pesar de la diferencia de discurso porque los fundamentos teóricos del lenguaje y la comunicación audiovisual son los mismos por la continuidad, el ritmo hasta en las técnicas de montaje para música siguiendo el compás.
Con la misma orientación práctica que caracteriza a la radio en el cine y la TV existen cursos de guión de escritura y corrección. En los tres medios se realizan análisis y estudio pormenorizado de libretos, se desmontan las obras sin dejar a un lado los estudios teóricos. Los tonos medios, festivos, sarcásticos, delirantes, solemnes, etc. deben ser tratados ante la cámara y los micrófonos forma diferente al teatro.
En la enseñanza para hacer Cine, Radio y TV se ponen en práctica diferentes ejercicios de improvisación, creatividad, utilización de la voz, el trabajo en equipo, la desinhibición y la rapidez mental en escena. La interpretación es inherente a los tres medios por lo que hay que trabajar con textos de diferentes estilos y al propio tiempo con técnicas específicas de interpretación para Cine, Radio y Televisión. Siempre con diferentes tonos y registros. La utilización de nuestra voz a partir de ejercicios de reconocimiento de la misma y de respiración, elemento fundamental para controlar y proyectar adecuadamente la voz. Un desconocimiento o mal uso de la oralidad puede entorpecer el trabajo de actores y locutores.
¿Qué sería del Cine sin dramaturgia? La misma pregunta para la Radio y la TV y la respuesta: sin dramaturgia no existiría ninguno de los tres medios porque la Dramaturgia es el arte de composición y representación. Por todo lo antes expuesto no son poco los países en el mundo donde la TV, el Cine y la Radio constituyen un Ministerio del Estado.