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- Escrito por: Frank Padrón/Cubaescena/Fotos del autor
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El espacio Teledrama del canal Cubavisión, presentó recientemente la pieza Silencio, escrita y dirigida por Yoel Infante, uno de los realizadores más notables dentro del panorama audiovisual contemporáneo.
En su canción Acerca de los padres (de fines de los 60), Silvio Rodríguez discursaba sobre algo que hoy no ha mermado, más bien lo contrario: el maltrato infantil ejecutado por los progenitores, tal insinúa el propio título y reza en uno de sus momentos: ” ¿Quién tiene un hijo en las entrañas/ quién le está dando el desayuno/ para cobrárselo mañana?”.
En el texto audiovisual que nos ocupa, Graciela, la madre, es una cómplice indirecta del padrastro abusivo e intolerante con Gabriel, el adolescente que muestra tan solo las rebeldías propias de la edad, acentuadas aquí por esa situación disfuncional.
El punto de partida de este relato que en casi todo su desarrollo deviene road movie, se complica cuando César, el padre, entra en escena y en la vida del menor, quien reclama un cariño y una atención que aquel también le escamotea casi desde que nació, y que el desarrollo argumental se encargará de ir revelando paso a paso, con la dosificación y el tempo requeridos de todo buen suspense, que es en buena medida la obra.
Coming of age, bildungsroman también, todo diluido sin didactismos en una historia que va atrapando sin que nos suelte en tanto espectadores, Silencio encierra muchas voces que denuncian no solo el motivo central- la violencia doméstica, tanto física como psicológica o moral- sino la irresponsabilidad p(m)aterna, la disfuncionalidad familiar que incide en la formación infantil, las colisiones entre hermanos a veces con resultados negativos en los hijos, el papel nunca suficientemente ponderado de las abuelas- esos ángeles terrenales-…y tanto más.
Muchas voces que realmente vibran y se expresan, mediante secretos, egoísmos, medias verdades o temor a enfrentarlas, falencias afectivas y negligencias en la educación de los niños, y entendimiento evolutivo y paulatino entre afectos ocultos pero latientes, distanciados más presentes; o la necesidad del perdón y las segundas oportunidades, que Infante y sus colaboradores han sabido plasmar, mezclar, dosificar sin didascalias ni moralejas, emergiendo poco a poco del discurso dramático.
Silencio es un relato sobre la familia pero más allá, sobre las relaciones humanas en general, y aunque pareciera trillado, sobre el amor que cura hasta las más profundas y viejas heridas, porque bien se sabe, sólo él permite las cicatrices, “engendra melodías”, que diría el Apóstol.
Alguna información superflua en los diálogos no impide que estos fluyan como la puesta toda, rica en una planimetría variopinta, que echa mano lo mismo de la panorámica que del plano detalle o el encuadre más funcional para acercarnos a una situación difícil o sorpresiva, dentro de una trama pletórica de giros inusitados y sorprendentes, pero orgánicos, verosímiles, apoyada además en la fotografía de Vladimir Barberán, que lo mismo en exteriores que puertas adentro logra la combinación eficaz de colores y luces naturales con claroscuros que exploran sobre todo estados anímicos, roces interpersonales; la música sutil, expresiva pero ajena a énfasis que hubieran enturbiado la acción, concebida por Noel Alejandro Gutiérrez.
La esmerada caracterización de los personajes encontró afortunadamente desempeños excelentes en los actores elegidos; un acierto de los encargados del casting que responsabilizó a Carlos Luis Gonzáles, Belisa Cruz, Ray Cruz, Niu Ventura, Ana Gloria Buduen y el niño Hadyel Núñez ( quien se ” bate” hombro a hombro con esos destacados profesionales y sale no sólo ileso sino con ventaja), de complejos y contradictorios papeles a los que ellos extraen sus mejores posibilidades, como el resto del elenco.
No debe haber silencio cuando de encomiar nuestros textos audiovisuales se trata, siempre que lo merezcan, y Silencio está, indudablemente, entre estos. Felicidades.
Tomado de Cubaescena
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- Escrito por: Yuri Muñoz
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La segunda edición de los dos tomos, corregidos y aumentados, del valioso y abarcador libro Lo que no puede olvidar un productor, de Norberto Abreu Lizaso, fueron presentados recientemente en una de las salas de la Tribuna Antimperialista en la Habana.
Al intervenir en el encuentro, la Doctora en Ciencias Filosóficas Norma Gálvez Periut, directora de la Editorial En Vivo, del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), reiteró la importancia del volumen, el cual es muy demandado porque hoy no existe mucho material escrito para productores de televisión.
La también autora e investigadora refirió que, en el texto, que fuera escrito hace dos años, pero la pandemia de la COVID-19 impidió su lanzamiento en la Feria Internacional del Libro de ese año, es obra de un autor considerado como un reconocido especialista y formador de productores de televisión.
De acuerdo con Lizaso, en esta segunda edición se reiteran las actividades de mayor trascendencia de un productor de la televisión, que se manifiestan en producir en el menor tiempo y gastos posibles cualquier género televisivo con la calidad requerida.
El libro es un homenaje, de igual manera, a Miguel Valdés (fallecido en un accidente) y a Urbano Gutiérrez Cisneros, ambos productores excepcionales entrañables, que trabajaron en los programas La Revista de la Mañana, en CHTV y en el Canal Habana, significó agradecido el autor.
En Lo que no puede olvidar un productor hacemos un recorrido por aquellos inventos y descubrimientos que antecedieron el nacimiento de la televisión y destacando el presente de la televisión digital, que no crea nuevas formas de producir en la industria televisiva, señaló.
A esta segunda edición, en la que se habla además de la historia del nacimiento de la Televisión Cubana el 24 de octubre de 1950, hemos querido agregar la historia de los medios de comunicación, por su importancia y trascendencia, agregó el también profesor.
Abreu Lizaso, quien nació en La Habana en 1945 y hoy es profesor del Centro de Estudios de la Radio y la Televisión Cubana y profesor titular de la Facultad de los Medios Audiovisuales, del Instituto Superior de Arte (ISA), ostenta el Premio Artista de Mérito del ICRT (2021).
Trabajó como Productor General de la Revista de la mañana, es fundador de la TV Serrana, y ha producido más de 80 documentales, la mayoría sobre Historia de Cuba, así como un sin número de teleplays y diferentes aventuras, como El Conde de Montecristo.