Desde 1948 en conmemoración a la fecha en que nació la Organización Mundial de la Salud, el 7 de abril fue elegido Día Mundial de la Salud. Ocasión para concientizar a las mayorías sobre la necesidad de prevenir y tratar enfermedades, así como crear hábitos de vida en pos de mejorar la calidad de lo que, sin dudas, constituye uno de los derechos esenciales del Hombre.
Este 2021, año que sigue marcado por la crisis de la Covid 19, el lema de este día es: construir un mundo más justo y saludable, teniendo en cuenta que continúa siendo la voluntad política de las naciones lo que define la protección del individuo frente a esta pandemia.
La televisión y radio cubanas han desarrollado un loable plan de comunicación en aras de que el pueblo no solo esté informado alrededor de la crisis epidemiológica sino que actúe en consonancia con aquellas medidas dictadas para su no proliferación.
Los espacios informativos encabezados por las diarias conferencias ofrecidas por el Director Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, el Doctor Francisco Durán García son el primer y gran eslabón informativo. A través de la red radial en alianza con la televisión, llega este detallado análisis en las primeras horas de la mañana, que luego es retransmitido en otros horarios por otros canales. De la misma manera los noticiarios respectivos lo mantienen como prioridad informativa.
El sistema de promoción tanto de la radio como de la televisión ha montado un amplio rango de spots de bien público que pondera mensajes de prevención y atención contra la pandemia. Han nacido personajes animados como Tito que, en voz de un niño, acerca la información hacia los pequeños y sus padres.
Empresas culturales como la Egrem e instituciones como la AHS y la Uneac—en alianza con el Icrt – a través de sus creadores han contribuido a este lucha desde el pensamiento y la reflexión crítica. Por eso, en medio de tantos esfuerzos, bien vale la pena recordar un espacio radial que debido a esta propia situación no se está grabando en estos momentos, se trata de Por nuestros campos y ciudades. Un programa de Radio Progreso que surgió, primero como una serie llamada La curandera, el 4 de abril de 1961, dirigida entonces por el inolvidable Carlos Más.
Luego el espacio se convirtió en Por nuestros campos y ciudades, se transmitía de lunes a viernes a las once y treinta de la mañana, y durante años fue preámbulo vespertino de la retransmisión de Alegrías de sobremesa.
Por nuestros campos y ciudades a través de un dramatizado y luego de la intervención de un facultativo supo cumplir un rol didáctico-informativo alrededor de todo tipo de enfermedades, pero sobre todo mostró la necesidad de la prevención. Creó como programa un radioyente fiel a esos consejos que recibía cada vez y que lo comprometía a seguir indagando si así era su deseo. Por eso en tiempos de confinamiento, a pesar de las no pocas indisciplinas, y cuando los esfuerzos de la ciencia cubana aportan múltiples motivos de confianza, recordemos también este espacio radial que anhelamos regrese cuando se haya eliminado la Covid -19, Por nuestros campos y ciudades.