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- Escrito por: Félix A. Correa Álvarez
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El cine, la televisión y el teatro cubano están de luto tras la muerte de Samuel Claxton, destacado actor y figura emblemática de la cultura nacional, ocurrida en La Habana a los 82 años.
Hay actores que se esfuman con el telón; otros, como Samuel Claxton, se quedan resonando en la memoria colectiva como un eco que no cesa. Su voz grave, pausada, cargada de esa intensidad que solo nace de la verdad vivida, fue durante décadas una brújula para el arte dramático cubano. Este 17 de mayo, a los 82 años, Samuel se despidió de la vida, pero no del escenario eterno donde habitan los imprescindibles.
Nacido en Florida, Camagüey, el 4 de enero de 1943, Claxton se construyó desde el rigor y la pasión. Fue un hombre que no necesitaba alzar la voz para hacerse oír, porque traía consigo una presencia capaz de llenar el escenario con un solo gesto. Quienes lo vieron en María Antonia, en los inicios del Grupo Taller Dramático, supieron desde entonces que estaban frente a un artista mayor. A ese debut siguieron piezas emblemáticas como Santa Camila de la Habana Vieja, Divinas palabras, Lumumba y Andoba, donde dejó huellas profundas.
Pero fue también un rostro familiar y querido en la pantalla. En la televisión, su interpretación de Mantilla en la serie Su propia guerra se convirtió en uno de esos personajes que marcan una época. Era Claxton en estado puro: sobrio, enérgico, magnético. En el cine, brilló en títulos como La última cena, Retrato de Teresa, En 3 y 2, Caravana y Los días del agua. Cada aparición suya era una lección de contención, de fuerza interior, de humanidad.
Los premios y reconocimientos no tardaron en llegar: la Distinción por la Cultura Nacional, el Premio ACTUAR por la Obra de la Vida en 2018… pero más allá de los galardones, lo más valioso fue el respeto de sus colegas y el cariño de su público. Porque Samuel Claxton no actuaba para deslumbrar: actuaba para conmover, para decir, para hacer pensar.
Hoy Cuba pierde a uno de sus grandes. El teatro, el cine, la televisión cubana están de luto. Y sin embargo, algo en nosotros se rebela a esa pérdida. Porque Claxton permanece. Está en cada escena que revivimos, en cada diálogo que recordamos, en esa emoción silenciosa que nos aprieta el pecho cuando lo vemos aparecer en una vieja grabación. Se ha ido, sí. Pero no ha dejado de estar.
Hasta siempre, maestro.
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- Escrito por: Dirección de Comunicación TVC
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La Habana, 15 de mayo de 2025.– Con profundo dolor, recibimos la noticia del fallecimiento, en la mañana de hoy, a los 85 años de edad, de Ezequiel García Trápaga, productor y licenciado en Ciencias Sociales y Económicas, a quien recientemente se le había otorgado el Premio Nacional de Televisión, el más alto reconocimiento que se concede anualmente en la radio y la televisión en Cuba, como merecido homenaje por la obra de toda su vida.
Trápaga se inició hace 63 años en el Instituto de Radio y Televisión, donde comenzó a trabajar como auxiliar general de limpieza. Por su seriedad y disciplina, pasó a ocupar la plaza de auxiliar general del almacén técnico y, posteriormente, la responsabilidad de jefe del almacén.
Gracias a sus resultados, fue trasladado al departamento de Video-Tape y Kinescopio, donde aprendió a operar las dos primeras máquinas de VTR Sony, donadas por la UNESCO para las grabaciones y transmisiones de teleclases de distintos niveles. Fue allí donde comenzaron a grabarse los actos políticos del Comandante en Jefe Fidel Castro. Más adelante, ocupó la responsabilidad de jefe del Departamento de Grupos Operativos, hoy conocido como Departamento de Realización.
Con vistas a la celebración del Primer Congreso del Partido, fue designado jefe del Departamento de Control Remoto en 1975. Igualmente, ante la necesidad de recuperar la tradición del doblaje cinematográfico, se le asignó esa tarea dentro del mismo departamento. A partir de ahí, asumió otras responsabilidades, como jefe del Departamento de Producción del canal Tele Rebelde, desde donde continuó atendiendo la producción de actos políticos. Posteriormente, fue nombrado director de Actos Políticos y Eventos Especiales de la Televisión Cubana (TVC).
En 1972, se le otorgó la militancia del Partido Comunista de Cuba. Fue seleccionado en más de diez ocasiones como Cuadro Destacado de la Radio y la Televisión y Cuadro Destacado del Estado y el Gobierno, recibiendo diplomas y reconocimientos de manos del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, así como la Réplica del Machete de Máximo Gómez, otorgada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, por su destacada labor en la divulgación de las tareas y misiones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Fue productor de televisión en cuatro ediciones de los Juegos Olímpicos (Barcelona 1992, Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012), en cuatro Juegos Panamericanos y en tres Juegos Centroamericanos, además de representar al organismo en muchos otros eventos internacionales.
Recibió múltiples reconocimientos por parte de sus compañeros de trabajo, del sindicato, del Partido, de las organizaciones políticas y de masas, así como de organismos estatales, por la seriedad y responsabilidad demostradas en las coberturas televisivas como productor de televisión.
Por decisión familiar, su cadáver será cremado y velado en ceremonia íntima.
A nombre de la Televisión, la Radio y el Instituto de Información y Comunicación Social, lleguen a sus familiares, colegas y amigos nuestras más sentidas condolencias.