Temas

 Acercamiento al arte de la actuación en el medio televisivo

“En el futuro todo el mundo será famoso durante 15 minutos”. Este vaticinio de Andy Warhol (1928-1987) anticipó el poder actual de los medios de comunicación. El artista estadounidense completó dicho designio al reconocer la capacidad de la TV para transformar a las personas comunes en celebridades.

Fue uno de los líderes del Pop Art, movimiento artístico que emplea elementos de la cultura popular como anuncios publicitarios, etiquetas de latas de sopa, y libros de historietas (comic books), y él los aprovechó para reproducir imágenes y narraciones mediáticas.

Realizadores de audiovisuales se han mantenido atentos a dicha estética al adueñarse del espacio simbólico que hasta hace poco era dominio exclusivo de Hollywood, en la actualidad objetos diversos, sonidos, edificios, metáforas y gestos forman parte de enunciados y textos visuales.

La familiaridad es una dimensión propia de la experiencia de ver televisión, deviene una ventana abierta al mundo que permite entrar en contacto con lo ajeno y lo desconocido mediante las construcciones ficcionales y el imaginario social.

En la narrativa audiovisual, actores y actrices interiorizan vidas que solo existen en la ilusión, transmiten esa otra realidad urdida en una trama a la que cada intérprete aporta su ser y hacer desde el punto de vista psicológico, físico y emocional.

Un personaje incorpora distintos matices que dependen de la historia, el concepto de la puesta y del profesional que lo asuma.

Para la primera actriz Martha del Río la actuación exige naturalidad, estudio, intuición, trabajo creativo y experiencias que se adquieren durante la vida profesional.

Cada acto creativo demanda entrega total, paciencia, disciplina y entendimiento de otros modos de actuar y comprender la existencia y sus complejidades.

¿De qué depende que acepte determinado personaje? Varios actores y actrices defienden un criterio común: “En primer lugar, de las posibilidades que ese personaje ofrezca para dar un salto cualitativo como ser humano o permita profundizar en alguna faceta o actitud desconocida”.

En opinión de la primera actriz Laura de la Uz: “el camino de la actuación no está exento de sobresaltos, hallazgos y temores que aparecen en un punto de todos mis procesos de creación, lo denomino la crisis. Con el tiempo he aprendido a profesarle amor a esa crisis. Es como un túnel que termina con una luz, la cual no es más que el encuentro definitivo entre el personaje y yo”.

Los primeros actores Alden Knight y Omar Franco y la primera actriz María Teresa Pina disfrutan lo que llaman el desafío de cada interpretación. Suelen recordar una máxima del director polaco Jerzy Grotowski (1933-1999), nombre relevante en el teatro de vanguardia del siglo XX: “El actor no trabaja para el público, sino para cada espectador en particular”.

Ocurre, en ocasiones, que un relato ficcional o algunas secuencias son olvidadas, pero una actuación magistral se registra en la memoria definitivamente.

Todo depende de la capacidad del intérprete para seducir al espectador, que ante la pantalla espera sentir angustias, alegrías, sinsabores, todo lo que le ocurre al otro ser humano y aprender con él nuevas lecciones para el mejor disfrute de la existencia.

Como advierte el profesor colombiano Jesús Martín-Barbero: “los medios de comunicación no son un puro fenómeno comercial, no son un puro fenómeno de manipulación ideológica, son un fenómeno cultural a través del cual las personas viven la constitución del sentido de su vida en sus imaginarios, expectativas, modelos de comportamiento sobre lo moderno y lo atrasado, lo bello y lo feo, lo interesante y lo aburrido”.