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Esta semana finaliza la telenovela, para dar paso a La sal del paraíso

La actual telenovela Latidos compartidos llega a su recta final y como es habitual, los malos reciben su merecido y triunfa el bien, no obstante, este dramatizado, a pesar de sus altas y bajas en cuanto a sostenibilidad de algunas actuaciones por ejemplo, ha logrado gustar en diversos segmentos de la sociedad.

Esa aceptación, imagino que se debe, fundamentalmente, a que una vez más el apego a la actualidad sigue estando entre las prioridades de lo que el televidente quiere ver.

Por primera vez en pantalla, temas como la corrupción en centros hoteleros, la búsqueda de oportunidades del joven del interior del país, lo controvertida que puede llegar a ser una creencia religiosa, o la percepción que a nivel social puede tener otra, han sido temas explorados por esta telenovela y han quedado dignamente salvados. Y esto es importante porque abre desde la pantalla chica una serie de problemáticas a las cuales la sociedad cubana no puede dar la espalda.

Vuelve a ser la fotografía uno de los aspectos a elogiar dentro de este universo de ficción, y excelente la idea de poder reconocer ahora en Manuel Porto un afinado cantante, que llega, incluso, a hacer voces y suma a su reconocido talento actoral la posibilidad de ponerle música a sus sentimientos.

Como experiencia, Latidos compartidos logró rescatar un Premio de la Popularidad para la telenovela, que desde hace algún tiempo este espacio cedía o lo disputaba hasta la saciedad hasta el último momento.

Tal vez sea este uno de los aspectos más alentadores y punto de mira hacia próximas telenovelas, porque este espacio es de máxima prioridad para la familia cubana. Cuando en ese horario la propuesta no satisface las expectativas, la tendencia ni siquiera es seguir buscando canales en la TV, sino ir en busca de las conocidas opciones alternativas.

Latidos compartidos sí quedó con la gente, más allá de señalar virtudes y defectos, permite hacer una reverencia a su equipo de trabajo, liderado por Consuelo Ramírez, antes de que esta telenovela le diga adiós a la TV cubana.