En el panel Usos de la Inteligencia Artificial (IA) en la animación, que tuvo lugar como parte del evento TVMorfosis La Habana, expertos cubanos y colombianos destacaron cómo estas herramientas transforman la producción audiovisual contemporánea.
La discusión giró en torno a las capacidades, limitaciones y formas creativas en que la IA se está implementando para potenciar la animación, abriendo nuevas posibilidades técnicas y narrativas.
En el caso de la Televisión Cubana (TVC), la creatividad humana, unida a estrategias ingeniosas, siguen siendo los ejes fundamentales para utilizar eficientemente la IA y poder sortear así las limitaciones tecnológicas y presupuestarias.
Una innovación pionera, relacionada con la IA, fue presentada por el Dr. C. Mario Masvidal Saavedra, moderador del panel. El profesor se refirió al caso del programa Cuadro a Cuadro, que empleó IA para reproducir digitalmente al presentador Jorge Oliver, cuando el querido director de dibujos animados se separó del espacio, por motivos de salud.
Para suplir su ausencia, se creó una imagen digital generada por IA que reproducía fielmente la voz, los gestos y el estilo habitual de Oliver. Este recurso permitió mantener la continuidad del programa sin que la audiencia notara la diferencia entre el presentador real y su versión artificial.
Asimismo, Masvidal se refirió al programa musical Cuerda Viva, que integró herramientas avanzadas de IA para crear a la presentadora virtual Ava, una innovación tecnológica que marcó un paso importante en la animación y producción de la TVC.
El 15 de agosto de 2024, el programa estrenó oficialmente a su presentadora virtual, durante la gala de premiaciones del Concurso Cuerda Viva. A un año de su incorporación, Ava se ha consolidado como figura clave del programa, aportando frescura y dinamismo, aunque es necesario mejorar su voz para que suene más natural y menos robótica, algo que si se ha logrado con la presentadora virtual Clara, en el Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano.
El editor Felito Ruiz explicó que Ava fue creada inicialmente en Canva y luego adaptada con software profesionales como Premiere, After Effects y DaVinci para optimizar su integración audiovisual. De esta forma logró hacer ajustes más precisos, especialmente para detalles como el vestuario del personaje animado.
Además, se refirió a que al emplear versiones gratuitas de IA, estas tienen funcionalidades limitadas, como tiempos restringidos para trabajar los clips, generalmente de uno o dos minutos. Para sortear esas restricciones, debe recurrir a trucos como repetir clips o usar un VPN (Virtual Private Network, por sus siglas en inglés). Es decir, una tecnología que crea una conexión a Internet segura y cifrada.
Por su parte, la Ingeniera Elaine Hernández Pereira, profesora de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) y especialista del canal Cubavisión, explicó que la IA ha reducido notablemente los tiempos de creación de animaciones complejas.
Hernández compartió su experiencia en la animación para niños, mediante IA para ahorrar tiempo y mejorar la eficacia creativa.
Señaló que mientras un animador experimentado podría tardar media hora en crear una estructura en 3D sobre una mesa, la IA le proporciona este mismo resultado en apenas un minuto. Solo necesita después definir las acciones y movimientos, para incorporar animaciones faciales y sincronizar el audio con precisión.
Gracias a aplicaciones libres de costo se facilita la transformación de imágenes estáticas en narrativas audiovisuales dinámicas y constantes para que los sistemas reconozcan personajes, acciones y contextos específicos, configurando la animación paso a paso, confesó.
Por ejemplo, Hernández ha entrenado a la IA para identificar y modificar su personaje animado (una lupa azul), lo cual le permite cambiarle el vestuario o los accesorios, mediante comandos simples, sin necesidad de reiteradas explicaciones detalladas.
También reveló una práctica particular para superar límites de uso: cuando se agotan los créditos que ofrecen estas plataformas, utiliza cuentas secundarias con diferentes nicknames (o apodos) para simular nuevos usuarios y continuar accediendo a esas herramientas dentro de la misma conversación.
Este testimonio muestra cómo la IA puede transformar procesos creativos, optimizando tiempos y recursos, aunque también plantea retos asociados a las restricciones y políticas de uso de las plataformas disponibles.
Desde la perspectiva académica y tecnológica, Hernández acotó cómo la UCI integra la IA en la formación de los futuros profesionales. Uno de sus métodos es enseñar a identificar el uso de IA en imágenes —pues no siempre llevan una “marca de agua” visible—, enfatizando además que el toque humano sigue siendo indispensable en el proceso de creación.
Las experiencias compartidas por Ruiz y Hernández reflejan la realidad cotidiana de muchos profesionales en la región que exploran la IA como una herramienta complementaria, aún en fase de adaptación y perfeccionamiento.
En el panel también se abordaron los retos éticos y legales que plantea la IA, especialmente en torno a la autoría, propiedad intelectual y el papel del artista en la era digital. En ese contexto, la noción tradicional de autoría individual —heredada de siglos atrás— podría desaparecer, dando paso a una autoría corporativa o colectiva, similar a la predominante en grandes estudios de animación y entretenimiento, como Disney o Warner.
Esta transformación genera tensiones históricas: la industria y el mercado frente a la creación artística. En el ámbito audiovisual y la animación, se mantiene el conflicto entre la lógica productiva de la industria y la libertad creativa. Pese a ello, el avance tecnológico impone nuevas dinámicas y modelos de producción donde el dinero y el mercado influyen cada vez más, y la tecnología deja de ser solo una herramienta para ser parte integral y hasta dominante del proceso creativo.
El Director de la Escuela Nacional de Cine de Colombia, Nicolás Rojas, aportó una visión histórica, señalando que, aunque existe temor a la homogenización estética producida por la IA, emergen nuevas vanguardias que pueden redefinir los paradigmas creativos.
Rojas comentó que, a pesar de que un proyecto de animación –que tradicionalmente tomaría entre cuatro y seis meses– puede acelerarse gracias a estas herramientas, es errónea la percepción externa de que solo basta “pichar un botón” para crear animaciones. Este malentendido, dijo, genera expectativas poco realistas sobre reducción de costos, ya que la calidad y el contenido detrás de la animación requieren de un constante trabajo de entrenamiento y supervisión humana.
Por su parte, el experto colombiano Paco Cepeda, de la empresa Diptongo Media Group, resaltó la paradoja del uso de la IA: mientras se entrenan estas tecnologías para producir contenido, se corre el riesgo de que reemplacen el trabajo humano. Sin embargo, remarcó que el avance tecnológico es inevitablemente rápido y plantea un debate contemporáneo en el ámbito artístico y legal. Este debate, ejemplificado con casos en el cine donde la IA ha sido utilizada para doblar voces o generar diálogos en idiomas desconocidos para actores, muestra la complejidad de aceptar la tecnología dentro de tradiciones artísticas.
Además, se destacó un fenómeno creciente en la animación: la figura del autor integral, aquel creador que diseña personajes, sonido, cámara y montaje, haciendo casi todo, excepto gestionar los recursos económicos. La IA y la tecnología digital están impulsando esta tendencia, volviendo imprescindible una reflexión colectiva sobre el rol creativo y la obra artística en la era digital.
De este modo, el panel en TVMorfosis La Habana no solo exploró los usos técnicos de la IA en la animación, sino que abrió un espacio necesario para pensar en los nuevos paradigmas artísticos, el equilibrio entre tecnología y autoría, y los desafíos presentes en el desarrollo cultural y educativo cubano y latinoamericano.
Foto: Conductora Virtual Ava, tomada del perfil de Facebook de Cuerda Viva