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 Valoraciones exclusivas de los músicos que entrenan a los concursantes en esta segunda edición del evento.

El espectáculo musical-televisivo Sonando en Cuba sigue creciendo en su segunda temporada, y con él las expectativas de quienes han visto en este certamen la posibilidad de alcanzar sus sueños dentro de la esfera de la interpretación musical.

Al respecto son muchas las inquietudes y también las opiniones que teje el propio público, las cuales se podrán ir respondiendo mientras transcurre el evento. Por lo pronto, conozcamos algunas de las consideraciones que en exclusiva brindó al Portal de la TV Cubana el jurado, compuesto por reconocidas figuras de la música popular cubana, que este año asumen la responsabilidad de entrenar y enjuiciar a los concursantes.

Haila María Mompié asegura estar feliz con todo lo que ha vivido. “Son chicos muy jóvenes, unos con alguna experiencia; otro sin ninguna; pero todos tienen el ánimo de aprender, que es lo importante. Ojalá yo hubiera tenido esa misma experiencia en mis inicios, soy empírica, pero ahora ellos tienen la oportunidad, incluso, de ver cómo mejoran su imagen en los medios para los que trabajarán en algún momento.

“En mi caso defiendo la zona central y desde que comencé mi trabajo con los concursantes se ha establecido felizmente la empatía necesaria para lo que se quiere lograr de ellos y cuanto me propongo lograr con ellos”.

Y si de resultados se trata, Mario (Mayito) Rivera, se reserva información de las sorpresas que tiene preparadas el equipo del occidente, lo que sí enfatiza es que si bien son jóvenes con quienes hay que trabajar mucho todavía, tienen lo principal: el talento y las ganas de empeñarse y hacerlo bien.

"Con eso, asegura, se garantiza una calidad, la que el público espera y necesita, y por supuesto, el artista está obligado a dar”.

Por su parte Paulo Fernández Gallo (Paulito FG), ya con medio camino en la segunda temporada de Sonando en Cuba, proyecto creado por él, asegura sentirse feliz, a pesar del tiempo y de todo el esfuerzo que lleva un proyecto como este.

“El hecho de que estemos todos inmersos en la labor de rescatar la música popular cubana es una responsabilidad que solo se puede asumir cuando muchas miradas centradas están dispuestas a cooperar en ello, y así ha sido, los resultados lo indican y eso que falta mucho por ver”, anuncia el director y productor musical.

Ante estos comentarios ciertamente queda esperar los mejores resultados posibles; sobre todo cuando las miradas de atención no pueden ir únicamente a valorar los niveles de interpretación, aun cuando es el pollo del arroz con pollo.

También es preciso potenciar esos complementos que hacen la obra grande: ya sea la expresión oral de los concursantes y, en ocasiones, de los mentores, el vestuario de los intérpretes. Se trata de valores agregados a un resultado estético que hasta ahora, como espectáculo televisivo, sí está probado.

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