¿Con Eduardo Vázquez?
Sí, él es el guionista.
Pero en Dos Ríos, el enigma lograste romper un poco el dogma sobre Martí.
Claro. Todo lo que tú vayas a comunicar, si vas a decir lo mismo que otra gente, no pierdas tu tiempo. Si vas a reafirmar un vicio que hay sobre el tema, tampoco lo digas. Entonces, ¿dónde está la valía mía con el escritor? Veamos entonces qué aspectos interesantes vamos a abordar. Y después que ya el guion nos diga algo interesante formalmente, también contar de forma diferente; y lo que te decía al principio:¿con qué lenguaje? Si yo no trabajo en 3D, si yo no narro de esa manera, ese público joven no va a quererlo ver. ¿Por qué hablamos del público joven? Porque es que yo puedo decirles a ustedes ahora: métanse adentro a Martí; pero a mí me hace falta que el joven lea a Martí, se interese por Martí. Ese es el que yo puedo cambiar.
De ahí el lenguaje del documental, que no te molesta a ti, pero me capta a jóvenes, me lo suma, que es lo importante; porque si tú llevas veinte años pensando mal de Martí, puedes aceptar lo que yo digo, pero no vas a cambiar tu criterio. Lo peor de una buena parte de los jóvenes en relación con Martí no es que hable mal del Apóstol: es que no les importa. Es decir, el lío era enamorar, provocar… ¡Coño!, verdad, pasó eso, cómo es esto. Entonces, si yo estoy convencido que 100 jóvenes de los 10 000 que vieron la obra se interesaron por Martí, la pelea se ganó, porque además, después no critican.
Un creador me dijo que la televisión nuestra es culta pero aburrida. ¿Qué opinas?
Considero que la programación nuestra es culta y la televisión de nosotros es aburrida. Lo mejor que tiene la televisión nuestra es su programación, siendo tan criticada, porque como tenemos tantos enlatados buenos... Por eso te dije: la programación es buena pero la televisión es mala, la que hacemos; son dos cosas diferentes; porque incluso, hasta programas que hacemos mal, son programas cultos. Hay que verle bien la parte aburrida.
Pero por qué: porque el lenguaje de comunicación es viejo, es muy viejo, caduco. Tú compites contra gente que está viendo DVD, antena, la misma programación con programas extranjeros que es buena; sin embargo, tu producción es mala. Es verdad que el país tiene que comprarles todo a los niños, y al avión para que entre el turismo y gane divisas.
Todo eso lo entiendo, pero el resultado es malo, y no me hables de esfuerzo. ¿Quién le pone un subtitular a un televidente? Esto me quedó mal porque no tenemos recursos. Y yo como ustedes apago el televisor. Eso es dinero botado. Hagamos un programa bien, no veinte malos. Tú vas a construir tu casa, y por hacer cuatro cuartos… que se te caiga. Hay que hacerla para que no se caiga. Cuando tengas dinero para el otro, lo haces. Lo haces todo con material barato, porque tiene que tener cuatro cuartos. ¿Qué hiciste? Botaste el dinero.
Algo que yo no te haya preguntado y quieras decir sobre la televisión.
Para mí la televisión debe tener un precurso de actuación para todos aquellos interesados o posibles actores de la televisión, porque tenemos muchos problemas. Es más fácil que la televisión tenga anualmente un curso de seis meses para el actor en relación con el oficio de la televisión, a que tú tengas un profesor de actuación para todas las escuelas de arte o en las Casas de Cultura. Creo incluso que se pueda hacer un curso económico, que se pague.
Tienes un profesor que cada seis meses haga un curso nuevo, que vengan actores y pasan un curso para la televisión. Para nosotros los directores, qué tranquilidad a la hora de hacer un castin, porque no tenemos que dar ese curso haciendo la producción. Te va contra la calidad y contra la producción. La televisión debería tener ese curso. Me parece que lo tuvo alguna vez en Infantiles. Hubo una Escuela de
Formación de Actores del ICRT. Ahora no es formación de actores, pero es para crear el oficio televisivo de los actores. El hecho de que la televisión fuera en vivo, creó vicios o necesidades en los actores que se quedaron como estilo de actuación: las grandes pausas, el alargamiento de las vocales, los tiempos de entrada y salida y las formas de escribir las escenas de los actores, esperando que el coordinador les tirara la letra. Hay personajes que te decían: saabesss, Andrés. Eso es memorizando letra; es decir, no había que actuar así, pero sí memorizar letras porque eran guionazos, de un día para otro, o si no había que dar tiempo a que el coordinador te tirara la letra. Sería interesante estudiar eso que creó estilos de actuación en la televisión, como el teatro, como se estudia todavía el teatro de los años setenta. El teatro a nivel mundial se está acercando a la televisión. Toda la actuación se está acercando al naturalismo, y el teatro cubano sigue menos natural. Es un tema enredado que requiere su análisis para que la televisión mejore.