Los recursos, a las mejores manos
“Este medio es caro, eso lo sabe todo el mundo —comenta Heriberto González Zubizarreta, director general de la Productora de Televisión, Cine y Video de la TVC—; y mucha veces la gente no tiene claro que no estamos hablando de una televisión comercial, sino pública, subsidiada”.
Esa circunstancia le permite a la institución asumir una programación más completa, con énfasis en la formación, la educación, la información y, claro, el entretenimiento. Pero también plantea retos a la hora de distribuir los recursos.
“No obstante —asegura González— estamos haciendo una inversión en dos estudios para programas musicales, que incluye tecnología de alta definición. Debe concluir este año. En un plazo de cinco años asumiremos otras inversiones importantes en ese sentido. En el caso de los dramatizados tenemos un problema, no contamos con foro, hay que grabar en estudios. Pero de todas formas estamos trabajando en cuatro telenovelas: dos están ya en producción, las otras en pre-grabación.
“Paralelamente, asumimos la producción de los nuevos programas que incluye la primera etapa de la renovación de la parrilla”.
Todo está en el presupuesto, es una garantía para los realizadores. “Pero de todas formas, no se puede perder de vista el hecho de que el de la televisión es, sobre todo, un trabajo de equipo”
Eunice Peña es optimista: “Este es solo el comienzo, el objetivo es renovar toda la parrilla. Pero vamos por partes. Los proyectos que presentaremos ahora los solicitamos directamente a sus realizadores, pero la idea es nutrirnos de esa convocatoria que lanzaremos para todo el país”.
Todos estos cambios tienen que estar respaldados por otros en ámbitos más internos (sin contar el cambio en la mentalidad de algunos realizadores, técnicos y funcionarios). Según Eunice, se pretende “aligerar los procesos de aprobación de los proyectos para garantizar la novedad y el ritmo de renovación que necesita una televisión moderna”.
Se ha dicho muchas veces, pero nunca sobra: hay que establecer estándares y velar porque se cumplan.
“La mayor responsabilidad la tenemos nosotros, los directivos, que somos los que al final decidimos a quién darle un programa. La idea es que los mejores, siempre los mejores, asuman las riendas de los proyectos”.