- Detalles
- Escrito por: María Regla Figueroa Evans / Fotos: Cortesía de la entrevistada
- Categoría: Articulos favoritos
- Visto: 524
En 2025, el Centro de Capacitación de la Radio y la Televisión (CCRT) ha sido ratificado con la categoría de Centro de Superación de Posgrado por la Dirección del ramo del Ministerio de Educación Superior, ampliando así sus áreas de oportunidad.
Desde su fundación, el Centro de Capacitación de la Radio y la Televisión, antes conocido como el Centro de Estudios de la Radio y la Televisión Cubanas (CERT), ha logrado consolidarse como una de las plataformas más idóneas para elevar el nivel técnico y profesional de los trabajadores de ambos medios de comunicación, así como del público en general.
Este 2025, el centro ha sido nuevamente ratificado con la categoría de Centro de Superación de Posgrado, condición que se revalida cada cinco años según los resultados obtenidos por la institución.
Junto con esta ratificación, el Centro ha experimentado un cambio de estatus. Hasta 2024, funcionaba como una escuela ramal del Instituto Cubano de Radio y Televisión. Tras la desaparición de este último y la creación del Instituto de Información y Comunicación Social (IICS), se formó una nueva escuela ramal para dicho organismo, lo que llevó a que el plantel cambiara su nombre a Centro de Capacitación de la Radio y la Televisión.
Este cambio de nomenclatura también ha traído consigo la necesidad de actualizar el diseño del cartel de entrada y la papelería institucional.
El centro mantiene un plan de superación y formación que incluye cursos de locución, dirección, producción, asesoría y guion audiovisual, siendo este último online, modalidad que permite el acceso desde cualquier parte del país.
Existen dos grupos de 25 guionistas potenciales: uno para los cursistas de las provincias y otro para los de La Habana.
Como parte de su esfuerzo por ampliar las áreas de oportunidad, en 2025, por primera vez, el Centro asumió los cursos para la formación de musicalizadores de diversas entidades de la radio, así como de sonido radial.
Este año, además, tuvieron el honor de contar con el apoyo de Magda González Grau, realizadora laureada por su trabajo en la realización audiovisual. Ella forma parte del colectivo docente del centro como profesora adjunta e impartió el curso de Asistente de Dirección.
"Estamos muy contentos porque varios realizadores consagrados se han acercado a la escuela, como es el caso de Patricio Wood y Jorge Molina, entre otros de su especialidad, quienes se sienten comprometidos con la labor del Centro", señaló Ivonne Díaz Chales, directora de la institución.
"Entre las otras acciones previstas para este calendario está la realización del segundo coloquio de género, aún en periodo de organización. Para este evento, esperamos contar con la participación de otras personalidades relacionadas con el estudio de esta temática. Asimismo, continuaremos con el Coloquio de Locución, que tuvo gran aceptación en 2024, y mantendremos nuestro compromiso de abrir estos espacios para el debate e intercambio con especialistas de las diferentes ramas de la radio y la televisión. Si es posible, extendemos estos intercambios a través de otros coloquios", añadió.
"El primer semestre de 2025 estará bastante cargado con los cursos de formación, superación y posgrado, respaldados por realizadores de reconocida valía. Seguiremos con nuestra misión de capacitar, formar y perfeccionar a los trabajadores de los sistemas de radio y televisión, así como a sus cuadros, ofreciendo todo tipo de cursos de posgrado, talleres y diplomados", destacó.
"Ninguno de los cambios mencionados impedirá que cumplamos con nuestras metas y planes diseñados al final del año pasado, con el fin de mantener la excelencia en la capacitación y superación de los trabajadores radiales y televisivos. En términos generales, nos espera un año con todas las realidades que estamos viviendo, como cortes energéticos y falta de transporte, pero nada de eso impedirá que el centro continúe con su labor de capacitación y superación de los trabajadores, así como de aquellos que tengan aptitudes para trabajar o aportar algo a los medios", concluyó la Master.
- Detalles
- Escrito por: Soledad Cruz/Facebook
- Categoría: Articulos favoritos
- Visto: 874




- Detalles
- Escrito por: Ivón Peñalver
- Categoría: Articulos favoritos
- Visto: 654
Osvaldo Rojas es un actor que, en los últimos años, ha dejado una muy grata impresión en la teleaudiencia cubana.
Se ha convertido en una referencia dentro de las telenovelas y series de esta época, en primer lugar, debido a la naturalidad con la que encarna las más diversas historias, logrando una presencia convincente en cada interpretación.
Para muchos jóvenes que hoy lo admiran, su irrupción en la pequeña pantalla está asociada a la telenovela Vuelve a mirar. Sin embargo, esto dista totalmente de la realidad, pues su trayectoria, vinculada al teatro, la radio y el cabaret, abarca más de tres décadas. En televisión, ha sido recordado por su participación en la serie Hermanos y en telenovelas como Pasión y prejuicio, Las honradas, El eco de las piedras, Los tres Villalobos y Los hijos de Pandora, además de su trabajo en el serial Con ciencia.
Dueño de una particular manera de abordar personajes negativos o controvertidos, es un actor que puede afirmar con seguridad que ninguna de sus actuaciones se parece a otra. En cada propuesta deja claras las reglas del juego: se trata de un intérprete completo, con múltiples recursos para dotar de matices a los conflictos que presenta.
Con una especial capacidad para la hilaridad, facilidad para tocar fibras sensibles de la existencia y, lo más importante, un talento innato para conectar con el público, Osvaldo Rojas puede hacer reír y, al mismo tiempo, invitar a la reflexión con absoluta autenticidad. Su excelente dicción permite que se le entienda perfectamente, resaltando cada matiz o cambio de postura dentro de un mismo segmento enunciativo, algo que se agradece enormemente.
Como suele ocurrir en la televisión nacional, es posible que un mismo actor o actriz aparezca simultáneamente en distintas producciones, incluso cuando fueron grabadas en momentos diferentes. Tal es el caso de Osvaldo Rojas en la actualidad, con su participación en la serie Los gatos, las máscaras, las sombras y su personaje de Manolo en Sábados de gloria.
Y justamente en Manolo quiero centrar mi comentario, en primer lugar, porque es el personaje que, lunes, miércoles y viernes, se mantiene en pantalla y, aun sin ser protagonista, se extraña cuando no aparece. Su huella no deja de estremecer, complementando otras historias.
Manolo es un personaje que se aleja de los que recientemente hemos visto en Osvaldo Rojas. Cínico, sinvergüenza, con una historia deplorable, pero que, paradójicamente, resulta simpático para quienes lo tratan desde fuera. ¿Cómo lo logra? Ahí radica la magia de la caracterización psicológica, potenciada por el maquillaje, que lo traslada desde las situaciones más desagradables hasta los límites de una posible vulnerabilidad.
Rojas, por su parte, consigue humanizar al personaje; lo hace tangible, en la medida en que su gestualidad, en muchas ocasiones, sustituye al verbo. El uso constante de las manos, los cambios de volumen al hablar —casi siempre despacio, como si en cada sílaba midiera el filo de su veneno—, esa sonrisa diáfana mientras conversa, distrayendo la atención de sus verdaderas intenciones, para luego golpear con frialdad, son algunos de los recursos histriónicos que, empleados con precisión, completan el macabro plan de vida que define su caracterización psicológica.
Si bien aún queda mucho por ver de lo que este personaje es capaz de hacer, en estos momentos Manolo es una de las interpretaciones más creíbles y sólidas de la telenovela, desde la perspectiva de la maldad. Rojas ha construido un villano que seduce desde ciertos atractivos. Su rostro no lo delata; todo lo contrario: es un lobo con piel de oveja, calculador, que mide cada paso para atraer a sus presas.
En una entrevista concedida cuando recibió el Premio Pequeña Pantalla en 2022, Rojas comentó: «Luego de las telenovelas Vuelve a mirar y Los hijos de Pandora, mucha gente se me acerca, y a mí me gusta mucho ese contacto con el público".
También a nosotros nos gusta acercarnos a los personajes que interpreta. Y me atrevo a ser portavoz del sentimiento popular: gracias, Osvaldo Rojas, por decir tanto y tan bien, como si nada.
- Detalles
- Escrito por: Félix A. Correa Álvarez
- Categoría: Articulos favoritos
- Visto: 551
El galardón Ciudadano teleSUR representa un homenaje a líderes y figuras que han demostrado un compromiso inquebrantable con la defensa de la verdad, la integración de los pueblos y la comunicación del Sur Global. Esta distinción, otorgada por la cadena multiestatal teleSUR, tiene como objetivo reconocer a aquellas personalidades que, desde diferentes espacios de liderazgo, han contribuido a construir una narrativa propia, alejada de la manipulación mediática y centrada en la voz genuina de los pueblos latinoamericanos y caribeños.
Durante el IV Coloquio Internacional Patria, celebrado recientemente en La Habana, la presidenta de teleSUR, Patricia Villegas, entregó por primera vez en Cuba el reconocimiento Ciudadano teleSUR a tres figuras emblemáticas de la política latinoamericana: Raúl Castro Ruz, líder histórico de la Revolución cubana; Miguel Díaz-Canel, presidente de la República de Cuba; y Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
Estos reconocimientos no solo destacan la trayectoria de los homenajeados en la defensa de los derechos soberanos de sus pueblos, sino también su papel en la consolidación de teleSUR como una herramienta de integración comunicacional y de lucha contra la desinformación.
El distintivo Ciudadano teleSUR simboliza el respaldo a quienes, desde sus responsabilidades políticas o sociales, han contribuido a fortalecer la independencia informativa y el derecho de los pueblos a ser protagonistas de su propia historia. Patricia Villegas resaltó que el premio refleja el compromiso de teleSUR con la verdad y la voz de los pueblos del Sur, al tiempo que reconoce el esfuerzo colectivo de construir una comunicación alternativa frente a los poderes mediáticos hegemónicos.
teleSUR nació en 2005 como un proyecto conjunto de varios países latinoamericanos, encabezado por Cuba y Venezuela, con la intención de ofrecer una plataforma mediática que contrarrestara la narrativa impuesta por grandes corporaciones internacionales. A lo largo de dos décadas, la cadena se ha consolidado como un referente informativo comprometido con la verdad, la integración y la identidad cultural del Sur Global.
El reconocimiento Ciudadano teleSUR no solo destaca trayectorias individuales, sino que también simboliza la voluntad de promover la cooperación solidaria entre naciones que comparten una visión común de justicia social, soberanía e independencia.
La entrega de este galardón en el marco del Coloquio Patria resalta el valor de construir redes de comunicación que enfrenten la manipulación mediática y promuevan una narrativa justa y plural. A medida que teleSUR continúe consolidándose como referente de la comunicación alternativa, el distintivo Ciudadano teleSUR se proyecta como un reconocimiento a aquellos que dedican su vida a la integración y al fortalecimiento de la soberanía comunicacional en América Latina y el Caribe.
- Detalles
- Escrito por: Yilena Héctor Rodríguez, Laura Prada, Abel Padrón Padilla/Cubadebate
- Categoría: Articulos favoritos
- Visto: 414
Sobre la manipulación mediática y la importancia de presentar estrategias comunicacionales contrahegemónicas dialogó este martes Freddy Ñáñez, ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información de Venezuela, en el IV Coloquio Internacional Patria.
En la conferencia “De la propaganda a la guerra cognitiva: estrategias de resistencia y construcción de autonomía informativa”, Ñáñez comentó que la propaganda surgió teniendo en cuenta basamentos de la psicología y la psiquiatría, para seducir al público con el fin de que adoptara cosmovisiones impuestas, pensando que son propias.
“Con los medios desarrollados hasta el siglo XX, la propaganda se impuso como la verdadera ideología”, destacó.
Explicó que entre los años 70 y 90 del pasado siglo la opinión pública era considerada una especie de antagonista, y el llamado “sujeto masa” ha sido superado ahora con el cambio tecnológico, que construye algoritmos para dialogar directamente con cada individuo.
“La guerra cognitiva actual implica la militarización de la opinión pública y la configuración de los cerebros”, afirmó.
“Enfrentamos un estado de vigilancia aceptado por nosotros mismos, con tecnologías capaces de cambiar los parámetros de nuestro cerebro”, dijo el ministro venezolano, quien mencionó los cuatro filtros de pensamiento que pueden ser manipulados: qué necesito saber, qué debo hacer, qué información descartar y qué datos me pueden servir en el futuro.
“Quieren imponer un individuo aislado, sin posibilidad de producirse fuera de sí mismo, en un mundo virtual donde dominan los términos dopamina y cortisona, un sujeto superpoderoso que triunfa sin tener en cuenta el contexto”, dijo Ñáñez.
En su opinión, la manera de contrarrestar esto es la capacidad de ir a la comunidad y explicar a qué nos enfrentamos al usar esta tecnología.
“Debemos volver al territorio y construir redes comunitarias alternativas, porque también hay un pueblo que resiste, se libera y triunfa”, afirmó.
Para poner en contexto los fundamentos teóricos en la realidad venezolana, el viceministro de Políticas Antibloqueo, William Castillo, comentó que en ese país hay tres narrativas fundamentales de los medios hegemónicos contra el Gobierno.
Mencionó en primer lugar la idea de que existe un Estado fallido incapaz de garantizar a la población el funcionamiento de la ley.
“Esa construcción simbólica necesitaba un correlato en la realidad, por lo cual se fueron del país empresas aéreas, de producción de medicamentos y otros rubros, pues había que atacar la economía”, afirmó.
Dicha narrativa pasó luego a la de crisis humanitaria compleja, según la cual supuestamente no se garantizaban los alimentos y la gente migraba porque no existía un futuro para la familia.
El tercer momento, según el viceministro, fue cuando se comenzó a hablar de intervención humanitaria para justificar actos como los intentos de asesinato al presidente.
“El bloqueo hacía el trabajo sucio de materializar las carencias y las redes, el de exponer verdades distorsionadas”, dijo. El objetivo era confundir a la opinión pública, para caldearla y que la sociedad implosionara.
En otro momento del conversatorio, la activista Jessica Pernía presentó el manual Calles, redes, medios, paredes y Radio Bemba, del presidente Nicolás Maduro, donde se trazan pautas para la batalla comunicacional desde diversos espacios.
“La cultura organizativa popular en Venezuela se ha transformado de forma monumental en los últimos años y el presidente Maduro nos ha puesto a debatir sobre tecnocolonialismo y nuevos modelos de comunicación política”, comentó.
Señaló que se puede consolidar un cambio de paradigmas mediante diferentes formas de comunicación, para lograr una transformación en toda su magnitud. Para ello se cuenta con medios comunitarios, comunicadores y las instancias del partido.
En los minutos finales del encuentro, el viceministro de Comunicación de Venezuela, Johannyl Rodríguez, presentó la aplicación Siscom, creada con la colaboración de desarrolladores de su país, mexicanos, cubanos, dominicanos y brasileños, con el propósito de aglutinar comunidades de intereses.
“Cuando alguien descarga la aplicación, se une, según su rol social, a una comunidad de trabajo. Tenemos alrededor de 700 de objetivo común, lo cual no impide los intercambios individuales”, explicó.
Añadió que no es lo mismo emplear esta herramienta que aplicaciones como WhatsApp o Telegram, pertenecientes al monopolio de la tecnología.
“Nos ha costado mucho llenar los espacios digitales tradicionales con nuestra verdad. Con Siscom, podremos divulgar de mejor modo la realidad de Venezuela”, concluyó.
La mente como campo de batalla: Desafíos de la manipulación informativa
Sobre las estrategias de respuesta ante la guerra cognitiva y la manipulación informativa dialogaron en el IV Coloquio Internacional Patria el español Javier Couso, la rusa Daria Yuryeva, el venezolano William Serafino y el italiano Andrea Puccio.
“Vivimos un momento de transición geopolítica, que es de los más peligrosos de la humanidad, pues todos los cambios en la historia suelen ocurrir mediante guerras”, aseguró Couso en la intervención inicial.
Mencionó la situación en Ucrania, el genocidio en Gaza y la caída de la República Siria, defensora de la causa palestina y de otros pueblos árabes.
El experto comentó que a los clásicos dominios de la guerra (tierra, mar y aire) se suman ahora el dominio del espacio, del ciberespacio, el espacio electromagnético y la guerra cognitiva.
“La mente humana se ha convertido en una nueva esfera de la guerra, que pretende alterar de forma gradual la reacción de las personas ante ciertos acontecimientos”, sentenció.
El uso de la información para manipular el comportamiento se caracteriza por explotar las vulnerabilidades con el fin de incidir en la toma de decisiones.
“No hablamos de propaganda u operaciones psicológicas, es algo más profundo que emplea herramientas multidisciplinares para transformar la manera en que las personas piensan y actúan y, finalmente, cambiar la realidad”, dijo.
Enfatizó que en la propaganda el individuo es sometido pasivamente a la información, mientras que en la guerra cognitiva contribuye activamente a su promoción.
Daria Yuryeva advirtió que la prensa hegemónica tiene instrumentos para que el público llegue a las conclusiones de interés de los propietarios de los medios, que muchas veces son erróneas. “De ese modo, omiten la información que no concuerda con su discurso, y presentan solo una parte de la historia”.
Reconoció que la principal batalla por el control de las mentes se libra en las redes sociales, donde cada vez más personas consumen noticias.
“Los algoritmos de estas redes cada vez se vuelven más sofisticados y nos cuesta más darnos cuenta de las estrategias de manipulación tras ellos”, señaló.
Las plataformas más populares son dominadas por corporaciones estadounidenses alineadas con los objetivos políticos de ese país, por lo cual es cada vez más difícil para los medios de izquierda tener visibilidad y, además, están en constante riesgo de ser censurados.
En otro momento del panel, Andrea Puccio señaló que en la guerra la información es la primera víctima.
“En Italia, los grandes medios están alineados con la narrativa impuesta por la OTAN. Mi tarea diaria es buscar las noticias que no llegan a esos medios, verificarlas y darlas a conocer en un blog”, dijo y alertó sobre los peligros de las noticias falsas.
El venezolano William Serafino afirmó que la guerra cognitiva es un instrumento del capitalismo de vigilancia, que ha acompañado a otras modalidades de guerra y se financia con otros conflictos que la hacen posible.
Se refirió, en ese sentido, a la destrucción ambiental que implica mantener las redes sociales.
De acuerdo con su criterio, estamos asistiendo a la creación de un nuevo orden social, donde las corporaciones controlarán el orden público y la guerra cognitiva será un mecanismo de vigilancia social.