Temas
- Detalles
- Escrito por: Alejandra García Mesa y Boris Luis Leiva Padrón/Diseños Annelis Noriega GuerraCubavisión
- Categoría: Temas
- Visto: 2189
Las familias cubanas también están hechas de tradiciones y momentos. Hay quienes se reúnen alrededor de la mesa para almorzar, y quienes salen a pasear en las tardes por parques o por el malecón. Están, además, quienes como factor de conexión invariable se "apretujan" en el sofá a la hora de la telenovela.
Los dramatizados perduran en la memoria colectiva de varias maneras: algunos tras el "¿Te acuerdas de la escena aquella en que...?"; o gracias a alguna palabra o expresión asimilada por el habla común. También nos quedan las canciones, composiciones que acompañan a escenas y a personajes específicos, o que constituyen la portada musical de un proyecto televisivo dramático.
Lee más: Letras para no olvidar que nos regalan las canciones de telenovelas
- Detalles
- Escrito por: Rosa Blanca Pérez
- Categoría: Temas
- Visto: 1316
Todo comenzó el 20 de octubre de 1868 con una invitación a combatir, como la premonición de que a partir de entonces la patria y su cultura dependerían de la voluntad de lucha del cubano. Todo comenzó sobre una cabalgadura, como si al galope tuviera que abrirse paso en lo adelante el derecho de Cuba a merecer su himno, su bandera y su escudo, tanto como sus vitrales, su son y su poesía.
Hoy es 20 de octubre de 2022 y nada es diferente. Al necesario combate por lo nuestro sigue convidándonos José María Heredia desde quién sabe dónde, pero bien cerca de las palmas que eligió para asentar su nacionalidad. Al combate por lo nuestro nos alienta otro José -Maestro, Apóstol y Martí- apostado siempre en lo más alto del patriotismo y de la geografía, y apegado a la suerte de los pobres de la Tierra.
Hay una invitación a combatir en cada guitarra que se volvió ballesta y en cada pluma convertida en lanza. La diana de un guaguancó convoca a los guerreros que preservan a toda costa nuestra identidad, mientras Mama Inés los estimula con una colada de aromático café. Los guajiros de Abela afilan sus machetes para la carga inminente y los milicianos de Servando Cabrera aprestan sus fusiles para el próximo combate... pensando todos en la última mujer.
Ha sobrevenido otro Día de la Cultura Cubana y nada es diferente a lo reclamado por Perucho Figueredo en sus vibrantes estrofas. Seguimos cabalgando a lomos de un himno o un danzón, y cada nuevo verso despunta semejante a un toque de a degüello que nos haga merecer con el valor y la dignidad de siempre el reino de este mundo, para que la patria siga contemplando a sus mejores hijos con orgullo.